DOBLE CRUCE DE LOS ANDES - ENERO/2000

A medida que la camioneta iba llegando a Villa Carlos Paz, en Córdoba, nos dábamos cuenta de lo bueno del grupo que se había formado. Eran tantos los ciclistas que Gus tuvo que contratar otra camioneta para llevar a todos, y así uno detrás del otro nos dirigíamos a Mina Clavero para hacer los famosos descensos. Nuestro chofer volvía a poner el casete de “Gina” y mientras varios cantábamos a toda voz, las chicas bailaban al ritmo de la conocida cumbia, y así nacieron las “TROPPI BIKER’S”.
A nadie extraño que la mayoría se anotara para hacer el primer Doble Cruce de Los Andes, yendo por el paso Hua-Hum y volviendo por Carirriñe, completando toda la vuelta.Fueron pasando los meses, hasta llegar al 21 de enero de 2000, día de la partida, nos fuimos juntando en la puerta de la casa de Gus, y mientras unos subían las bicis al tráiler, otros ayudaban a cargar bolsas y cajas con alimentos.Los 23 asientos del micro de Roberto Panigazzi, iban completos, en San Martín de los Andes nos esperaban otros 12 Bikers más.
Para nuestra desgracia el viaje fue un calvario, por imprudencia de Panigazzi en medio de la ruta del desierto nos quedamos sin gasoil y casi una hora después, conseguimos un conductor que nos tirara unos litros del sagrado combustible, y así llegar a la lejana estación de servicio.Veintinueve horas después pudimos llegar al esperado camping “Amigos de la Naturaleza”, en las afueras de San Martín donde nos esperaba el resto del grupo y las pizzas libres.

Día 2: SMA – Nonthué
Amaneció fresco pero con cielo despejado, anunciando un hermoso día para comenzar la subida. Cuando comenzamos a armar las bicis nos encontramos con un verdadero despelote de bolsos y paquetes, que debíamos embolsar e identificar con el nombre.Pasadas las 10 de la mañana partimos, envueltos en un nerviosismo donde todos querían ir al frente. Fuimos llegando al centro de la ciudad y luego de un recorrido donde todos nos preguntaban y se quedaban sorprendidos al ver 34 ciclistas con sus remeras multicolores.Comenzamos a subir, luego de un caracol muy duro llegamos a un mirador del hermoso Lago Lacar, Gus repartió caramelos y pasas de uva y seguimos.El camino nos fue llevando a subir cerros y cruzar valles, hasta llegar a Cerro Yaco en cuya cima almorzamos, Gustavo nos sorprendió con una picada de fiambres y quesos.En el descanso mientras algunos bajaron hasta el Río Hua-Hum otros optaron por una siestita.Volvimos al camino siempre de ripio, con una alucinante bajada para continuar por un largo valle con mucho viento en contra, que nos fue gastando energías, por fin llego la última subida y llegamos al Camping Nonthué en el margen oeste del Lago Lacar.Fuimos eligiendo el lugar para armar las carpas mientras preparaban el termo-tanque a leña para bañarnos.Ya cambiaditos nos juntamos alrededor de la mesa donde el Vasco, colaborador de Gus preparaba unos capelletis a los 4 quesos, vino y gaseosas a discreción.

Día 3: Nonthué – Neltume
Nuevamente amaneció fresco pero despejado, el Sol todavía no había superado los cerros linderos cuando partimos, unos pocos kilómetros nos separaban de Hua-Hum límite con Chile, pasamos rápidamente la aduana argentina y entramos a la zona internacional, el camino transitaba por un bosque de Lengas y todo alrededor era verde.
Llegamos a la aduana chilena y luego del papeleo debimos esperar que revisen la camioneta y por fin partimos.Para nuestra sorpresa el camino se hallaba cortado, debíamos cruzar un puente de madera inexistente, la última nevada de lo había llevado.Nos indicaron una senda por un aserradero recién trazado, mientras esperaban la construcción del nuevo puente, ahora de cemento.Ibamos por una senda ensanchada en medio de la selva Valdiviana, con piso de ripio y restos de maderas cortadas que hicieron estragos en muestras cubiertas.La temperatura comenzó a subir alevosamente y ya no sabíamos que sacarnos.Una dura y terrible bajada de ripio y piedras hizo que mi campera de polar se enroscara en la rueda trasera, por suerte pude darme cuenta a tiempo y evitar una lamentable caída, no así para la campera que quedara con varios sietes.Llegamos a tiempo al Lago Pirihueico para tomar el Ferry que nos cruzaría a Puerto Fuy.Fuimos subiendo las bicis y cuando partimos Gus y el Vasco sacaron la hornalla y comenzaron a preparar el almuerzo, arroz con atún, mientras el resto recorría el ferry y se sacaba fotos con el Volcán Choshuenco de fondo.Por fin bajamos unos 11 kilómetros nos separaban de Neltume, localidad donde haríamos noche.
Algunos tuvimos suerte y nos toco las blandas camas de la hostería, otros debieron dormir en el duro y frío piso del cuartel de bomberos. Treinta y cuatro Bikers eran muchos para el pueblo.Esa noche nos homenajearían con su tradicional chivito al palo (¿?).

Día 4: Neltume - Liquiñe
Luego del desayuno salimos a sacarnos fotos por el poblado, cuando volvimos Gus estaba comentando un camino alternativo pasando por el salto de Huila-Huila, el río del mismo nombre corre por un cañón de lava volcánica produciendo un salto.Salimos en sentido inverso y a los pocos kilómetros nos encontramos con este espectáculo de la naturaleza, dejamos las bicis para recorrerlo y hasta disfrutar de sus congeladas aguas.Continuamos por una ruta de ripio bordeando el Lago Neltume, hasta llegar a un cerro donde el camino se hace de cornisa con subidas y bajadas, muy peligroso por el ir y venir de camiones cargados de maderas, debimos realizar un desvío por la construcción de un puente en un cañadón y el camino se transformo en una recta que nos dejo en Liquiñe, pequeño poblado conocido por sus aguas termales, la intención fue acampar dentro del complejo termal, pero como este se hallaba completo, nos derivaron a un campo del otro lado del camino.Las condiciones sanitarias del lugar, no eran de lo mejor, la mayoría luego de meterse en el gran piletón de agua termal, opto por vestirse sin bañarse, y en vez de usar los sanitarios, usar el medio del campo.Esa noche cenamos otra comida típica, una mezcla de polenta con choclo y carne chivo y pollo.

Día 5: Liquiñe – Carirriñe
Dura la vuelta a casa. Ese fue el comentario del recorrido del día, en pocos kilómetros debíamos alcanzar los 1000 msnm. La salida del pueblo ya fue de ablande, para alcanzar un camino bordeando el río Liquiñe, otra vez en plena selva Valdiviana, al mediodía en un remanso paramos para almorzar y continuamos hasta la aduana chilena.Apenas cruzar la barrera limítrofe nos esperaba la subida más dura del camino, unos doscientos metros, rectos al 20% donde muy pocos se animaron a intentarlo y de los cuales solo dos lo consiguieron, hasta al micro debimos ayudar pues solo no podía.Pensábamos que ahora todo sería más fácil, pero la triste realidad fue otra, a las largas bajadas se sucedían largas subidas, la mayoría caminando con la bici a nuestro costado.Cuando ya no dábamos más nos encontramos con la aduana argentina, armada en un conteiner, ahora sí, 8 Km. de bajada nos separaba del Camping Carirriñe.Mientras tomábamos unos amargos, la mayoría de las chicas y algunos hombres se pusieron las mallas para realizarse unos baños en el “Pozo del Chancho”, antiguo y abandonado hotel termal, donde las aguas sulfurosas salen a la superficie produciendo unos pozos de barro termal.Otros optamos por descansar y seguimos con los amargos. Al tiempo nos fuimos, por fin a bañarnos. Cuando las chicas volvieron el agua caliente se había acabado, y debieron usar agua apenas tibia.De cena torteletis a las tres salsas, espectacular.

Día 6: Carirriñe – Lago Verde
Nuevamente fresco pero hermoso, con una buena bajada por delante. Cruzamos un río de lava, y luego un hermoso bosque de algarrobos, dejamos las bicis para llegar hasta la naciente del Río Epulaufquen donde tomamos unos mates y algunos aprovecharon para bañarse, luego subimos hasta donde dejamos las bicis y llegar hasta Lago Verde. Mientras preparaban el almuerzo recorrimos sus playas de lava negra y frías aguas.Hasta que se hizo la noche y luego de la cena alrededor de una gran fogata, charlábamos y contábamos historias, tomando ginebra caliente.A medida que el alcohol nos fue volteando nos fuimos a dormir.

Día 7: Lago Verde – SMA
Y tenía que suceder, amaneció encapotado, frío y por momentos lloviznaba, 85 Km. para el final, la mayoría plano o en bajada, con una ruta muy mala.Los primeros kilómetros fueron bordeando el Lago Curruhue Grande, con vistas espectaculares y zonas de derrumbe, una recta nos llevo al Parque Nacional Lanin y en uno de sus recodos se largo. Aquí cometimos un error, paramos para tomar un caldo caliente, debiendo esperar amontonados bajo un toldo improvisado que se caliente el agua, donde casi todos nos mojamos y la mayoría se enfrió.Como la lluvia parecía no parar, decidimos continuar, hasta llegar al Lago Lolog, donde el cielo se apiado de nosotros.El grupo se había diezmado mucho cuando llegamos nuevamente al Camping Amigos de la Naturaleza, mientras los primeros llegaron con luz, los últimos llegaron en plena noche.Aquí por suerte las duchas estaban perfectas y poco a poco todos nos fuimos calentando.Habíamos llegado con un día de anticipación, esa noche nuevamente pizza y birra y a la bolsa.

Día 8: Festejos y Despedida
A medida que terminábamos de desayunar fuimos juntando las pertenencias y al mediodía festejamos el Doble Cruce con unos ricos chivitos patagónicos al asador.Eran las 4 de la tarde cuando veíamos perderse en la ruta el micro de Panigazzi, para ellos la pedaleada se había terminado, para nosotros nos quedaba una semana más.
Con Gra volveríamos al Lago Lolog y acamparíamos en Puerto Arturo y de regreso subiríamos el Cerro Bandurrias para conocer Playas Blancas, dentro del territorio Mapuche.



Por: Gra y Hugo
grayhugodeviaje@yahoo.com.ar



FIN

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