Travesía por las Playas del Sur de la Provincia de Buenos Aires

A principio de año cuando conocimos Monte Hermoso, nos quedamos con las ganas de conocer más las playas del sur, de esta Provincia. Nos dimos cuenta que el sur también existe.
Domingo 28/11/2010
Haciendo las paradas necesarias, tranquilamente, en seis horas llegamos a Oriente, no bien llegar nos dimos cuenta que el Google Earth, esta viejo, el pueblo avanzó más de lo que muestra el programa.

Un amable vecino nos guió hasta una playa municipal, donde estacionan los camiones y el encargado nos propuso dejar la chata detrás de su casa.

Armamos las bicis y antes de las 15hs ya estábamos pedaleando, por un polvoriento camino entoscado, con fuerte viento de frente y mucho traficó, que sin reparo, nos pasaba como venían, llenándonos de polvo.
Al llegar fuimos directo al camping Marisol, que da nombre al lugar, donde nos proponen unos dormis, hechos con toneles de vino, pero el lugar era feo, lleno de perros que no dejaban de ladrarnos y con mala onda. Paramos en el hotel, pero todavía no estaba habilitado, así fuimos pasando de un lado a otro, y cerca de las 18hs, llegamos a una despensa donde la dueña nos tienta con una casa por 100 pesos, era horrible y la última vez que la limpiaron fue en 1810, pero el sol se estaba poniendo y el frió acrecentando, así que aceptamos.
Sin los bultos, hicimos las 10 cuadras y llegamos a la playa, tomamos unos mates protegidos por un parador y con los últimos rayos de Febo, otra vez en la casa Gra improviso una cena de bifes a caballo, Mmmmmm!!!!!!.
Lunes 29/11/2010
Cuando Gra, después de calentar el agua para el mate, quiso apagar la hornalla y la cocina explotó, por suerte nada más que un susto, fue la culminación para el Balneario Oriente, más conocido como Marisol. Si o Si, nos vamos.
Por más que pregunte, la única forma de continuar, era volviendo al pueblo, y como era lógico, el viento había cambiado y apenas salimos al camino, nos mato, a duras penas manteníamos una velocidad de 6-8km/h, habíamos hecho unos 6km, cuando paro una F100, ofreciéndose a llevarnos y aceptamos de buena gana. Una vez que subimos las bicis, nos enteramos que antes harían una pasada por la Cueva del Tigre, cosa que también aceptamos.
“Cuenta la leyenda, que un gaucho maula, andaba escapando a la milicia y se refugió en una cueva, en la margen del Río Quequén Salado, pasando por un poblado vio una chinita y se la robo, al tiempo dejo escapar a ésta y se robó a otra, con la mala suerte que ésta, era hija de un acaudalado, la milicia enterada, lo cerco y el gaucho se entregó, y cuando lo soltaron rumbeó para otros pagos.”
Con esta tonada gauchesca nos fue contada la leyenda.
En el pueblo de Oriente, volvimos a la Caddy, con la decisión de dejar algunas cosas, Gra aprovechó para sacar plata del cajero automático, mientras yo conversaba con un paisano y me hacía un plano sobre el mejor camino a seguir. Con viento a favor llegamos hasta el viejo puente, donde paramos a comer.
Cruzamos el Rió Quequén Salado y seguimos por un camino entoscado, bastante ancho y cuidado, pasaban los kilómetros y seguíamos rodeados de campos solitarios, sembrados de maíz o cebada y ni una persona o vehículo, el calor nos fue degastando, poco previsores no llevamos el agua suficiente y en un momento, debimos elegir entre un camino más corto pero también solitario o el más largo pero concurrido.
Así fue que llegamos al conocido como camino real, y logramos conseguir agua de varios vehículos, para nuestra desgracia cuando ya faltaba poco nos paro una chata y nos ofreció agua de un bidón, llenamos nuestras caramañolas y el auto arranco, la vamos a probar y el agua estaba aceitosa, producto del bidón de girasol, esto nos dejo más sedientos y con un gusto horrible en la boca.
Por fin, cerca de las 17hs entramos a Reta, y como era de esperar, nadie por las calles y todas las casas cerradas, vamos cruzando una bocacalle y a lo lejos vemos un cartel de kiosco y nos mandamos. El cartel decía, Toque Timbre, y el timbre no estaba, empezamos a golpear la puerta y la ventana y nada, cuando ya estábamos por abandonar, apareció un engendro rodante, que en su época fue un Falcón y en él los dueños del kiosco, mientras gozábamos de una gaseosa y chizitos, el Sr. nos propuso alquilarnos un depto., a 100 pesos, con sabanas, televisor y DVD, muy bien equipado, pero sin cable, solo películas. Otra vez sacamos todo de las bicis, calentamos agua y nos fuimos a conocer la playa.
Nos llamó la atención, el tremendo médano de más de 3 metros de altura, de arena floja que debíamos subir, para llegar a la playa y una vez del otro lado, había que tomar un micro de larga distancia para llegar al Mar.
Nos reparamos del intenso viento que volaba la arena y lastimaba, detrás de unos baños públicos, todavía cerrados, éramos los únicos seres vivos. Ya aburridos comenzamos a pedalear por el poblado, encontrando solo casas cerradas, solo una carnicería y un mercadito, daban señales de que allí alguien vivía, y ni siquiera señal de celu. Otra cosa que llamó nuestra atención, era ver en la mayoría de las casas, el típico cartel “SE ALQUILA”, seguido de un celular con el prefijo “011”.
Para la cena, Gra se mando unos spaguetti con salsa portuguesa, de rechupete.
Durante toda la noche, se sintió soplar el viento muy fuerte y amaneció ventoso, con esperanzas de que mejore, nos fuimos a la playa, pero se hacía insoportable, Gra se fue a caminar por la orilla, y consiguió el único parador abierto, “RAKOS”, donde almorzamos corvina al horno con papas, bastante buena, luego, la sobremesa se fue extendiendo, hasta que llego la hora de volver, porque la playa no daba para más. En el depto. nos encontramos con “El Yara”, el dueño, con quien pasamos el resto de la tarde hablando. Esa noche con los fideos y la salsa restantes, más unos tomates, cebolla y un pedazo de carne, Gra se mando una cena espectacular.
Miércoles 01/12/2010
La salida de Reta, fue difícil, había que aguantar 6km de viento en contra, para después tenerlo, preponderantemente a favor. Ahora íbamos con plano y verificado por dos vecinos. Fuimos pasando por varias lagunas y bañados, que la ruta entoscada esquivaba. Siempre siguiendo los cables del tendido eléctrico, de pronto un cruce que nadie nos había marcado, el tendido que dobla y el plano que marcaba seguir, por un momento dudamos, pero Gra me instó a seguir, hasta que apareció el cruce marcado y un cartel salvador. Cruzamos varios arroyos, hasta llegar por fin al Molino Eólico, que da luz a Claromecó, y desde allí el empalme con el asfalto, por fin, pero solo los 2 últimos kilómetros.
Claromecó está diseñado en diagonal y todas las calles dan al Mar. Como llegamos al mediodía, volvimos a encontrarnos con un pueblo fantasma. Después de mucho ir para aquí y para allá, localizamos una heladería y de cabeza nos zambullimos.
Si bien Claromecó, es un Balneario conocido, aunque sea de nombre, parece que realmente se llena, cuando se realiza el famoso Concurso de las 24 horas de pesca de la corvina negra.
Las playas si bien son largas, no tienen la cantidad de arena necesaria, y deja al descubierto las restingas, el único médano, es donde se asienta el faro, y atrás del médano, el camping de Luz y Fuerza, recomendado por varios.
La única vez que vimos a la encargada, fue cuando nos registramos y elegimos el lugar que quisimos ya que éramos los únicos. Al no haber comenzado la temporada, la falta mantenimiento, se hacía notar, al punto que debimos localizar a una empleada para que prenda la caldera. Caía la noche, cuando salimos a buscar un lugar para comer, zigzagueando por las calles, buscando el centro, encontramos una panadería abierta, y así fuimos a parar a BONAVITTA, donde cenamos muy bien y mientras nos servían aproveche la espera para comprar pilas, para las linternas, indispensables para sortear la duna, en la negrura de la noche y encontrar el camino al camping.
Mientras Gra calentaba el agua para el desayuno, en el baño de damas, lugar más cercano donde nuestro calentador andaba, me puse a hablar con el Sr. de “mantenimiento”, sobre Orense, nuestro próximo destino.
Me explico que ese Balneario, es mucho más chico que Reta, que solo encontraría casas de fin de semana, algún que otro camping, si ya estaban abiertos, y dos hoteles pero que la gente compraba todo en el pueblo a solo unos kilómetros. Con respecto al camino solo dos opciones, volver a la RP72 hacia Bellocq o animarme a hacer 30km por la playa, si la bajamar ayuda.
Todo esto y mi embole de ver campos y vaquitas ajenas, soportando que todos los tarados con sus 4x4, nos pasen a mil, llenándonos de polvo, hizo que me pusiera a buscar como llegar al pueblo de Oriente a buscar nuestra chata.
Como era de esperar, para llegar tenía que irme hasta 3 Arroyos, y dar una vuelta enorme, un remisero me quiso romper la cabeza, el micro salía a las 8AM, pero de la terminal, a más de 10 cuadras, así que me resigne y acepte la combi, que valía lo mismo y además pasaba a buscarme.
Una vez resuelto este dilema, Gra paso por el Banco y pago los servicios de casa y hasta la patente, y luego cruzamos el puente peatonal hacia Dunamar, donde encontramos un Country playero, unos caserones de película, en medio de médanos y bosques de pinos.
Esa noche usamos Delivery de empanadas, comiéndolas dentro de la carpa por el frío.
Mi día comenzó a las 5AM, me acicale y me preparé un café, y cambiadito, me pare en la entrada del camping, esperando la camioneta. Fui el segundo en subir y luego de pasear por todo Claromecó, salimos a la ruta y llegamos a 3 Arroyos, donde paseamos por toda la ciudad y a las 8:30AM, fui el último en bajar, en la terminal de micros.
Aunque ya sabía la respuesta, pregunte igual:


- La Dorreguense para Oriente sale a las 12 y cuarto, me informaron.

Y cuando ya me encaminaba hacia la confitería, para tomar algo y hacer tiempo, un Sr. de limpieza, me dice que si estoy apurado, que pregunte al del Fiat rojo. Este Sr. que es comisionista/remisero, por 85 pesos me llevaba ya. No lo dude un minuto, me subí y salimos, antes de las 10AM, ya estaba en camino con mi Caddy, a la búsqueda de mi Gra, y antes que saliera la mencionada Dorreguense, yo ya estaba nuevamente en el camping.
Recién llegada de una caminata por la playa, en compañía del perro del camping, me saludo y lo primero que dijo fue:

- Este lugar ya me aburrió, nos vamos.
En menos de 5 minutos, cargamos todo en la Caddy y partimos. Cuando estábamos por llegar a Bellocq, nos dimos cuenta que teníamos sed y entramos, unas 30 casas, es todo el pueblo.
Dimos la vuelta y seguimos hasta el Balneario de Orense, a orillas del mar encontramos una edificación vieja de 2 pisos, con el cartel Hotel Punta Desnudez, Gra entró y al tiempo salió con cara de sorprendida, resulto ser un Hotel de 3 estrellas, muy lujoso, a 600 pesos la doble por día. Seguimos hasta Peloponeso, camping, cabañas y dormis, parecía bien cuidado, nunca lo supimos, ya que solo encontramos un cartelito con un número de celular, continuamos y llegamos hasta el Hotel Bahía, (abierto todo el año), donde encontramos otro cartel y otro celular. ¿Y porque no llamamos?, porque en Orense tampoco hay señal. Dando vueltas, sobre la plaza de entrada, encontramos un teléfono público, el encargado del Hotel Bahía, se encontraba en 3 Arroyos, y hasta las nueve de la noche no volvía, así que la mire, me miro, y tranquilamente dejamos atrás el Balneario, para entrar al pueblo.
Aquí tuvimos más suerte, encontramos abierta una EG3, y compramos unas gaseosas, por indicación de un paisano, nos dirigimos al “centro”, porque ya estaba por abrir la cooperativa, y por suerte pudimos comprar fiambre y pan.
Seguimos hasta Cristiano Muerto, y desde la ruta se ven las 10 casas, continuamos hasta la entrada al Balneario San Cayetano, en el Partido de San Cayetano, un camino en perfecto estado y con bastante zigzag, nos llevo hasta el caserío, para encontrarnos con unas viviendas hermosas, hasta llegar a la playa. Como era de esperar, no se veía a ningún ser vivo, seguimos recorriendo y en una esquina aparecieron unos albañiles, quienes nos indicaron que deberíamos ir a lo de Quiroga, (almacén de campo, desde fósforos hasta combustible), y esta nos mando al camping de los empleados de la municipalidad de San Cayetano, donde inauguramos la temporada.
Armamos las bicis y volvimos a la playa para matear y comer y ya de tardecita pasamos otra vez por lo de Quiroga, para encargar unos sándwich de mila, mientras nosotros seguimos al camping, se hizo la noche y en bici fuimos a buscar nuestra comida en medio de una oscuridad casi total, allí nos enteramos, que solo 16 casas están habitadas todo el año, y esa noche parecía que no había nadie más.
A la mañana siguiente volvimos a la playa, pero un viento muy fuerte nos castigaba bastante, aguantamos lo que pudimos, y nos fuimos a comprar el almuerzo, unos bifes cortados gruesos para hacer a la parrilla, pero mientras encendíamos las ramas apareció el encargado del camping y nos presto un disco. Mientras tomábamos el café, en la cabina de la Caddy y escuchábamos la radio, Gra se emboló y se fue pedaleando hasta la Laguna Salada, a unos 6km de la entrada del Balneario, mientras yo aproveche para empezar a escribir.
Esa noche insistimos con la parrilla, única forma de mitigar el frío, con un pedazo de vacío y chori.
Domingo 05/12/2010
Gra se levanto enloquecida, tenia picaduras por todos lados, se había enterado de unos bichitos tipo jejenes, que se adherían al pelo como los piojos y repicaban, así es como tenia la frente y los brazos, además estábamos invadidos de arañitas y moscas, y me intimó:



- NOS VAMOS YÁ.-

Comenzamos a desarmar todo y a tratar de limpiar, pero cada vez que pasamos el trapo sacando arañitas, otras aparecían quien sabe de dónde, así que doblamos todo y lo pusimos en bolsas y salimos disparados.

Insistí en entrar a Necochea, nunca imaginamos en encontrar una ciudad tan grande y tan dispar, entramos por el barrio del Hospital que no es muy lindo, pero fuimos llegando a la zona más céntrica y cuando llegamos a la costanera no lo podíamos creer, mucha estructura turística, con regios paradores en la playa y torres con vista al mar, decidimos para en un Hotel y paramos en el 3 Arroyos (2 estrellas), bien atendido.

Salimos a caminar y a almorzar y volvimos a cambiarnos, armamos las bicis y a la playa, ya que el día se había puesto fantástico, recorrimos la costanera y luego tomamos el camino del puerto y el espigón, donde encontramos una familia de Lobos marinos que hacían las delicias de montones de chicos.
Por la noche salimos a caminar y a cenar, y mientras tomábamos café, Gra me pidió seguir nuestro camino ya que si bien en menor medida, los bichitos seguían jodiendo.
Lunes 06/12/2010
Entramos a Mardel, con la idea de reencontrarnos con la parrilla “La Entrerriana”, en Camet, donde años atrás almorzamos, bueno y barato. Y sigue tal cual. Tomamos la ruta 11 y nos que la están transformando en autopista hasta Santa Clara, nosotros seguimos, nuestro destino, Villa Gesell, otro lugar de reencuentro, al que hacía más de 20 años que no visitaba.
Hugo Nacarado
09/12/2010

FIN DE SEMANA LARGO EN CONCORDIA

Eran las 11 de la mañana y me encontraba todavía en la cama, después de haber pasado una noche de perros, tosiendo y tosiendo, con un principio de neumonía, que no me permitía dormir bien, desde hacia una veintena de días, cuando sonó el celu, trayéndome a mi soñolienta realidad, era un sms de Mariana invitándonos a Concordia, para el próximo fin de semana largo del 20 de junio.
Medio lo leí, medio lo intuí, me tome otro sorbito de jarabe para la tos, me di vuelta y trate de volverme a dormir. No había pasado ni un minuto cuando vuelve a sonar el maldito celu y esta vez era Gra, que me preguntaba que me parecía la propuesta. Cometí la estupidez, pero en mi estado era presumible, de apagar el celu, sin contestar.
A las 12AM, comenzó a sonar el teléfono, con lo que equivalía a tener que correrme hasta el otro lado de la cama, para contestar, y si era Gra, que quería saber si había recibido el sms, como no le había contestado.
Gracias a los remedios, infusiones, baños de vapor, nebulizaciones y una sarta de cosas, mi tos fue mermando, y aumentando la info sobre el viaje a Concordia del cual todavía no me había decidido.
Mariana ya tenía todo arreglado, iríamos con Brújula (Fernando), su mujer (Andrea) e hija (Araceli), y un amigo (Matías), agregándose nuestro conocido Dr. Lisandro de Ciclo Aventura Los Toldos, que viajaría directo hasta Concordia y nuestra amiga Andrea, que con Mariana forman San Telmo Bikers. Mi función sería llevar las bicis de todos, mientras ellos viajaban en micro con sus bolsos.
Aunque no me había subido a una bici desde nuestra Travesía a Sierra de la Ventana, en marzo pasado, y ante la mirada insistente de Gra, accedí. Mientras me ponía a limpiar y engrasar a nuestras chicas, Mariana y Brújula sacaron los pasajes, reservaron 2 cabañas y armaron todo.


Llego el díaEl viernes 18 por la noche, nos acercamos hasta la terminal de Retiro para esperar al grupo, en la Caddy ya llevaba nuestras bicis, al rato aparecen 3 ciclistas que resultaron ser Brújula y su familia, mientras nos presentábamos y saludábamos, llegaron las San Telmo Bikers y a tiempo Matías.
Después de un tiempo los invite a desarmar sus bicis, sacándoles ambas ruedas y una a una fuimos ordenándolas en el interior de la chata.


Nos volvimos a saludar despidiéndonos, ellos para hacer tiempo y subir al micro, nosotros para volver a casa a cenar y descansar un par de horas.

Sábado 19 de junio, 04AM, ya en la chata partimos. Este era nuestro primer viaje con la Caddy llevando nuestras bicis y las de otros y la primera vez que salíamos por la panamericana y de noche. Por consecuencia NOS PASAMOS. Ibamos muy bien, mirando los carteles, encontramos la YPF justa para llenar el tanque, pero el cartel para salir y tomar la ruta por el Puente Zarate-Brazo Largo, no lo entendimos y KM después vimos el cartel de San Pedro, ósea NOS PASAMOS, en medio de la noche salimos a un camino vecinal, que nos llevo hasta una estación de servicio y luego de preguntar volvimos a la panamericana haciendo unos KM para atrás y por fin llegar al empalme. Ahora sí, subimos el puente, bajamos y después de mucha atención bajando la velocidad a 50km/h, embocamos la ruta 14, y volvimos a acelerar.
Cerca de las 10AM entrabamos a Concordia, la cabaña estaba cerca del cruce con Uruguay. Luego de unas vueltas y un llamado a los chicos volvimos a juntarnos.
Nos recibieron con mates y facturas, ellos armaron sus bicis y salieron a hacer un reconocimiento y nosotros a dormir.
Cerca de la 01PM, me despiertan para almorzar, Gra que había dormido en el viaje, había preparado polenta a la boloñesa con queso, GUAU!!!, BUENISIMA.
A eso de las 4 de la tarde, todos salimos a recorrer la costa del Lago de Salto Grande, este hermoso Lago artificial producto del embalse, para la represa del mismo nombre, en la mismísima puerta del famoso Hotel Ayuí, ahora totalmente refaccionado, tanto que hasta tiene sus propias piletas de agua termal. A su costado recién inaugurado un nuevo complejo termal, promocionado por el gobernador de Entre Ríos y financiado con fondos de la empresa Salto Grande.
Pasamos por el Museo del Complejo, pero dada la hora ya se encontraba cerrado.
Caía la tarde cuando volvimos a las cabañas y entre mates y baños nos fuimos conociendo y preparándonos para salir a cenar.
Nos repartimos entre el auto de Lisandro y la Caddy y partimos hacia el centro de Concordia, luego de unas vueltas y unas cuadras caminadas elegimos una Pizza 40, por todos los parroquianos indicada.
Ya tarde nos volvimos a dormir.




Domingo 20 de junio, 09AM, con un frío bárbaro salimos, por un camino de tierra colorá pasamos por el almacén, tomamos la Av. Dr. Capello mitad tierra, mitad asfalto destruido, saliendo a la RP15 y desembocamos en las termas de Concordia, sobre la Av. Mons. Rösch, pasamos las Termas, el Aeropuerto y el Autódromo, doblando a la izquierda por un camino de tierra con bastantes chacras para llegar hasta la Playa y Camping La Tortuga Alegre, en la desembocadura del Río Uruguay luego de salir de las turbinas, lugar cerrado en esta época del año y usado solo por los pescadores.
Con una vista hermosa, con los uruguayos ahí nomas al alcance de la mano, tomamos unos mates y recorrimos el lugar.
Más tarde nos volvimos por el mismo camino hasta una intercepción donde se encuentra la Mansión de una de las hijas de Urquiza, con el propósito de visitarla, pero nos encontramos que ésta se encontraba cercada y cerrada, vendida a una empresa privada (¿?).
Llegar hasta aquí fue un calvario para mí, mi lamentable estado dijo basta y decidí dejar el grupo.
Mientras ellos partieron para el Parque San Carlos, yo lentamente me volví al camping y a la cama.
El grupo llego al Parque recorriéndolo y llegando al Castillo San Carlos, impresionante residencia de 1888, hoy destruida, lugar donde vivió un tiempo Antoine De Saint-Exupéry el famosísimo autor de “El Principito”.



Siguió el pedaleo entrando al centro de la ciudad, hasta la Plaza 25 de mayo, donde bajaron hasta la costanera, parando a comer en un puesto de comidas rápidas, con sillas en la vereda, único lugar abierto por la hora.
Volviendo al centro pararon por la vieja estación ferroviaria por donde hoy pasa El Gran Capitán, discutido tren que viene de Buenos Aires y llega a Posadas, por sus problemas horarios y de mantenimiento.

Nuevamente volviendo a tomar la Av. Mons. Rösch, se encaminaron hacia el camping, la diferencia de velocidad de unos y otros, hizo que se separaran y dividieran, Lisandro y Mariana se cortaron solos, pararon a comprar mallas e igualmente fueron los primeros en llegar.
Ya estaba aburrido viendo caer la noche, cuando veo a lo lejos en la entrada al camping dos luces de bicis, cuando se acercan veo que solo son Lisandro y Mariana. Mientras de bajan de las bicis le pregunto por el resto y me contestan que no saben, que ellos se apuraron para ir a las termas, subieron al auto y partieron.
Paso media hora y del resto nada, le mando un sms a Gra y al rato me contesta que vienen bien pero lento, haciendo varias paradas, porque varias del grupo están cansadas y en la noche apenas si se ve. Le contesto que tenga cuidado y sigo esperando. Bastante tiempo después, llegan, cansados, muertos de frio y hambrientos. Mientras las mujeres se higienizaban con Fernando salimos a comprar la cena. Luego de unas vueltas en un súper conseguimos patys y choris.
Mientras el fuego crepaba en la oscuridad, nos calentábamos a su alrededor y decidimos hacer la cena. Cuando los choris ya estaban listos aparecieron los termales y todos juntos dimos por concluida la visita a este lindo lugar.
Lunes 21 de junio, 11AM, luego de un desayuno a puro mate con tostadas y dulce de leche, y mientras nosotros guardamos nuevamente las 8 bicis en la chata, Lisandro guardo su bici y sus bártulos, saludo y puso rumbo a Los Toldos, el resto del grupo se quedo esperando un remis que los llevaría a la terminal de micros y a Baires y nosotros partimos con rumbo a las nuevas termas, donde gozamos de un bonito lugar, todavía en construcción y luego de almorzar retornamos a casa.
Gra y Hugo
JUNIO 2010Fotos: Fernando, Mariana y Andrea

TRAVESIA DE TORNQUIST A MONTE HERMOSO (Pcia. de Bs.As.) Recorriendo sierras, pampa húmeda y playa. (FEB/2010)

Habíamos salido tarde de Vicuña Makenna, en Córdoba, sencillamente nos quedamos dormidos, y mientras manejaba se me ocurrió la idea de hacer la travesía a las Sierras de la Ventana, que había quedado en el tintero a causa justamente de la compra de la chata en la que íbamos.
Y así fue como se lo propuse, mientras manejaba, y como era de esperar Gra acepto de inmediato. Previamente debíamos conocer a Lautaro y ver el estado de salud de la mamá de Gra.
Cuando llegamos a casa bajamos las alforjas y ni las desarmamos, cambiamos los planos de Mendoza por los de La Ventana y dejamos todo listo en stand by.
Como todo resulto bien el miércoles 24 de febrero a las 08:10AM, subíamos a la autopista, otra vez con la Caddy cargada de bicis, alforjas y bolsos, pero esta vez con destino a Tornquist, sur de la Provincia de Buenos Aires y distante unos 600 Kms.
Tranquilamente llegamos a esta ciudad, cabecera del partido a las 2:45 de la tarde, directo a Información Turística.
Justo en la esquina se encuentra la sucursal del Banco Nación y Gra muy suelta de cuerpo, de avisa:
-pará que aprovecho para pagar la luz del consorcio-, y se bajo apuradita con la boleta y el monedero en mano.
Hicimos 600 Kms. para venir a pagar la Luz!!!.
Después de visitar el Hotel Central y salir horrorizada por el olor a humedad, paramos en el Residencial La Casona, recién reciclado, muy bonito. Por la hora, fuimos primero al restaurante de enfrente para almorzar y luego a registrarnos, apenas vi la cama caí muerto y Gra aprovechó para conocer el lugar, mucho más chiquito y pueblerino de lo esperado para ser cabecera de una localidad turística.
Por la noche luego de una recorrida y sin encontrar nada, volvimos al mismo restaurante, solo hay dos y el otro es un club y bastante caído.
Previamente en el Residencial, nos informan que podemos dejar la Caddy en el garaje cerrado, a tan solo 10 pesos por día.
Igual que en Mendoza tenemos problemas para recuperar la chata, no hay ningún medio de transporte directo desde Monte Hermoso, deberíamos ir a Bahía Blanca y desde allí tomar algún micro a Tornquist, decidimos que sobre la marcha veríamos como recuperar nuestro vehículo y nos fuimos a dormir.

25/02/2010 Tornquist – Villa Ventana
Eran las 7AM y ya estábamos levantados, ansiosos revisando lo que llevaríamos, a las 8AM salí para armar las bicis que todavía estaban en la camioneta, las lleve al patio del Residencial junto con la carpa, aislantes y bolsas de dormir. Pase a la habitación y salimos juntos para desayunar. Poco después y mientras Gra terminaba de colocar las bolsas de dormir y los tirantes de la carpa en su bici, yo entre la chata al garaje, nos despedimos de ella por unos días y cerré con candado.
Largamos, lentamente acostumbrándonos al peso y a las ruedas finitas para ruta, llegamos a la Plaza donde sacamos la primera foto, a la iglesia, tomamos la calle de entrada al pueblo y llegamos al cruce con la ruta 76, donde doblamos a la derecha, a 20-25km/h fuimos llegando a las Sierras de la Ventana, al costado de la ruta aparecían nuevos complejos habitacionales y cabañas, pasamos por el Portal del Parque Provincial E. Tornquist y llegamos al mirador de La Ventana, donde luego de sacar las fotos por las que habíamos venido, nos sentamos a matear en uno de sus bancos, para luego continuar con el pedaleo. Hasta ahora la ruta se presentaba levemente en subida y muy poco transitada por vehículos, de pronto encontramos un subida un poco más fuerte y al llegar a la cima comenzó un descenso vertiginoso que nos llevo a 45-49km/h, fuimos dejando atrás las Sierras de la Ventana y rápidamente llegamos al fin de la etapa, eran las 15 horas.
Ingresamos por la calle principal, vimos una pizzería y paramos a comer unas empanadas, luego seguimos recorriendo la Villa hasta llegar al camping municipal. Luego de armar la carpa y tomar unos mates, decidí probar los aislantes, mientras Gra me cambió por un perro y juntos se fueron caminando a visitar el Ex Club Hotel Ventana, cuando volvió, la noche ya caía y la temperatura había bajado muchísimo. Como no daba para nada más, fuimos hasta la despensa del camping, compramos fiambres para la cena y los acompañamos con una rica y calentita sopita Quick, el café lo preparamos y tomamos dentro de la carpa, porque afuera ya hacía mucho frío.
KMS RECORRIDOS: 37.350 – TOTAL TRAVESIA: 37.350

26/02/2010 Villa Ventana – Saldungaray
Volvimos a levantarnos tempranito, y apenas salió el Sol comenzó a levantar la temperatura. Desayunamos y guardamos todo y lentamente volvimos a la ruta, por un camino que subía y bajaba muy suavemente, llegamos al cruce con la ruta 72, donde volvimos a doblar a la derecha y luego de las fotos, seguimos el pedaleo, ahora con las sierras de Pillahuinco a nuestra izquierda, rápidamente comenzamos a ganar aceleración, ayudados por una brisa, entrando a la ciudad de Sierra de la Ventana, cuando todavía no era el mediodía, paramos a tomar un café con churros y desencantados por la chatura del lugar, salimos para hacer los 8kms faltantes. Volvimos a ser atrapados por la brisa y a las 13 horas nos encontrábamos escuchando la entusiasta explicación de las bellezas de Saldungaray, por la encargada de turismo, una vez finalizada, nos apuramos para llegar y disfrutar de una picada en el café de Oscar, antes del cierre por la siesta.
Un par de horas después y con la panza llena, tomábamos la calle Pavón que nos llevo hasta el Fortín y al camping. Ya alojados y con un sol sofocante bajamos al balneario del Río Sauce Grande, que actualmente tiene poca agua, donde nos refrescamos las patas y volvimos al camping.
Mientras degustaba un rico helado, Gra ingreso al Fortín Pavón, justo enfrente, para sacarle unas fotos.
Esta vez, ella, fue la que probo la dureza de los aislantes y después de la siesta nos fuimos al pueblo, mientras lo recorríamos comprobamos la cantidad de obras Art Déco, que dejo el Maestro Francisco Salamone, en este lugar, pero lo que más nos impresiono fue su Iglesia, Nuestra Señora del Tránsito, con la única Virgen María recostada que hayamos visto, según nos contaron traída de Francia por el fundador del pueblo, el Sr. Pedro Saldungaray.
Esa noche cenamos lomito completo, preparados por la mismísima Mónica encargada del camping, localmente muy conocida por lo parlanchina y gritona.
Mientras comíamos nos enteramos que nuestro destino siguiente, el Dique Paso de las Piedras, se hallaba desolado, la falta de agua había hecho que el Lago se transformara en un charco cubierto de juncos secos, esto hizo que cambiáramos la etapa y nos tiráramos directamente llegar hasta Coronel Dorrego.
KMS RECORRIDOS: 31.850 – TOTAL TRAVESIA: 69.200

27/02/2010 Saldungaray – Coronel Dorrego
Esta vez nos levantamos tarde, he iba a ser un día pesado, salimos del camping cerca de las 10AM, tomamos la ruta 72, que en su trayecto por el pueblo es de ripio, hasta llegar al cementerio, donde encontramos la obra fundamental del Maestro Salamone, el mismísimo Portal de ingreso, una obra admirada, por la que vienen visitantes locales y extranjeros.
Justo a 50 metros comienza el pavimento, cruzamos el puente sobre el Río Sauce Grande, y comenzamos a pedalear por una ruta nueva, triunfo de los lugareños después de muchos años de lucha, 20kms para llegar a un paraje (Frapal), ya en el medio de la pampa húmeda, todo lleno de complicadas subidas y tenues bajadas, siempre con fuerte viento en contra.
Por fin llegamos al paraje indicado, y el comedor rutero se hallaba abierto.
El día anterior habíamos recibido el llamado de Paola, la compañera de Gra, y nos había contado lo de Chile, ahora mientras volvíamos a comer unas empanadas, veíamos el desastre por la tele, y pensar que si todo hubiera salido como estaba planeado, ese día deberíamos estar en Santiago, pero gracias a Andesmar, que no entrego las bicis en tiempo y forma, suspendimos esa travesía y ahora nos encontrábamos pedaleando tranquilos y sanos por la pampa argentina.
Bueno salimos y nos encontramos con la sorpresa que mientras el mapa decía 56kms, el cartelón de la ruta decía 69, bastante diferencia. Lentamente fuimos avanzando, lo que en un principio fue 18-20km/h, por efecto del viento, el cansancio y el hastío paso a ser 15-18km/h, Gra, a la cual no le afecta el viento en contra, ni las trepadas, se me empezó a ir cada vez más, hasta el punto que la perdí de vista, las lomadas cada vez se hicieron más altas, llegando a 5km/h y resoplando, los arboles desaparecieron del costado del camino y el sol se hizo más fuerte, luego de una cima me encontré con una recta de más de 10kms y a lo lejos dos o tres arbolitos, esperanzado por un poco de sombra me fui acercando y me reencontré con Gra, que llevaba bastante tiempo esperándome.
Seguimos pedaleando, el tiempo pasaba y los Kms no, de pronto sentimos que el viento aliviaba y pude levantar la velocidad y cuando ya creí estar muerto, a lo lejos divise otra ruta, volví a acelerar y de pronto apareció el cartelón de entrada a la ciudad. Paramos para la foto y entramos. Íbamos circulando por la ruta de acceso y pasamos los 2kms que marca el plano y de la ciudad nada, se ve que les falló el metro porque nuestra compu marcó justo el doble.
Si nos decepciono Tornquist, Coronel Dorrego no se quedo atrás, tremendas calles, tremendas avenidas para un poblado totalmente achatado, alrededor de la plaza principal edificios municipales, un colegio y muchas casas particulares, la supuesta calle comercial son 2 cuadras con 20 negocios.
Nos alojamos en el Hostal de la Pradera, agradable y limpio. Cuando salimos a conocer el lugar nos tomamos unos helados, y a la noche no nos quedaba ganas de bajar, así que optamos por una sopita y a la cucha.
KMS RECORRIDOS: 76.200 – TOTAL TRAVESIA: 145.400

28/02/2010 Coronel Dorrego – Monte Hermoso
Bien tempranito ya estábamos listos para el último día de pedaleo, después joda. Tomamos la avenida que nos indico la dueña del Hostal, que se transformo en ruta y nos llevo RN3, no más corta pero si más tranquila. Justo el viento que necesitábamos ayer, apareció hoy, rápidamente comenzamos a pedalear a 30-32km/h y los 6km hasta el cruce con la ruta 78, pasaron sin darnos cuenta, por una equivocación en vez de tomar la rotonda de empalme, tome el ingreso al destacamento policial y quedamos en el lado contrario, rápidamente solucionado, haciendo unos metros por la banquina de contramano, pero nos perdimos el cartel indicador, y mientras todo daba que íbamos por buen camino, no aparecía ninguna indicación y comenzó la picazón de la dura, acrecentada por los fáciles 30km casi sin esfuerzo y el viento a favor, a ninguno nos hubiera gustado tener que retroceder. Paramos e intentamos detener algún vehículo, pero ninguno nos dio bola, seguimos un poco más casi sin pedalear y para nuestra suerte nos cruzamos con unos turistas detenidos, por recalentamiento del motor del auto, este buen hombre nos indico que íbamos bien, es más, nos asesoro sobre la ruta, y hasta nos indico donde podíamos alojarnos, ante tanta buena onda, le hicimos pata por un tiempo y le prestamos un poco de cinta aisladora y luego partimos. Mi compu marcaba 40-41km/h como si nada, y otra vez casi sin darnos cuenta llegamos, esta vez al final del recorrido, en la mismísima playa.
Fuimos buscando un alojamiento, tarea difícil, por la finalización de la temporada, la mayoría de los hoteles cerraban al día siguiente, hasta que llegamos al Hotel Saúl, donde nos quedamos. Velozmente sacamos todo de las bicis, vaciamos una alforja, nos pusimos las mallas, unas toallas y a la playa.
Enormemente sorprendidos por este Balneario, muy limpio y mucha edificación, con unas playas muy grandes. Al mediodía paseamos por la peatonal eligiendo lugar para almorzar y otra vez a la playa. Eran cerca de las 5 de la tarde, cuando nos dimos cuenta que no habíamos llevado el termo y el mate, Gra se ofreció para ir a buscarlos, mientras yo aproveche para hacer una siestita al sol. Cuando vuelve me cuenta que ya tenía todo resuelto, para ir a buscar a la chata.
Luego de matear y por fin disfrutar del mar, volvimos al hotel, aprovechando para pasar por la oficina de las combis, donde el encargado, mientras me vendía el pasaje para Bahía, se puso en contacto con la otra combi, para que me levantara en una estación de servicios y me llevara hasta Tornquist.
Llegamos al hotel tranquilos, nos bañamos, cambiamos y salimos a caminar, decidimos tomar algo en el parador El Pelicano, sobre la playa, aprovechando la oportunidad de comprobar la veracidad del dicho local, “Monte Hermoso, donde el Sol sale y se pone en el Mar”, mientras esperábamos yo tomando una porrón y Gra un licuado de frutillas, comprobamos que era cierto y cuando el Sol se oculto totalmente, junto con la gente comenzamos a aplaudir, mientras las mozas del lugar, comenzaban a repartir copas con champan para festejar la puesta del Sol y el final de otra temporada.
KMS RECORRIDOS: 41.250 – TOTAL TRAVESIA: 186.650

COMENTARIO FINAL
Al día siguiente, la combi me paso a buscar por el hotel y como fui uno de los primeros, durante media hora, me llevo a recorrer el poblado levantando pasajeros, salimos a la ruta con destino Bahía, poco antes de llegar doblo a la derecha cruzando la vía del tren y se metió por otra ruta rodeada de villas, y comenzó a repartir pasajeros hasta que me toco el turno, por suerte porque ya estaba embolado y totalmente perdido, apenas baje ingrese a la estación para comprar una gaseosa, aprovechando para informarme sobre las combis, la cajera me señalo a un Sr. con un Ford Sierra que hacia ese viaje, me acerque, le pregunte y como con la combi no tenía nada asegurado, cerramos trato.
Durante el cómodo viaje, la pasamos charlando, donde le conté lo decepcionado que estaba por la poca estructura turística, en los lugares que había visitado, y a su vez el me contó las penurias del lugar, la falta de lluvias, la agricultura que ya no está, la ganadería que tampoco esta, y los turistas que no vienen en la medida que ellos quisieran, y lo poco que hacen para que vengan.
Una vez que rescate a nuestra chata, volví por el mismo camino que hicimos en bici y a las 15,30hs ya me encontraba disfrutando otra vez de la playa.

Gra y Hugo
Marzo 2010

FIN

CRUCE de la CORDILLERA por PASO LIBERTADORES - MENDOZA (FEB/2010)

Mi mamá decía “cuando una cosa empieza mal, difícilmente cambie”.
Cuando decidimos hacer el cruce de los Andes por Las Cuevas en el 2008, eran 4 mujeres (Gra, Cecilia, Mariana y Mónica) y Yo, cuando todo estaba casi listo, y solo faltaba comprar los pasajes, una, no diré cual, tuvo problemas monetarios y a último momento cambiamos para hacer la “Ruta de los 7 Lagos” por ser más económico, que a la larga resulto igual de caro ya que cuando pudimos en vez de acampar, alquilamos cabaña y hasta casa.
En el 2009 el cruce, pasó al olvido y nos fuimos al Uruguay. Pero en el 2010, volvió a resurgir con fuerza y comenzaron a agregarse varios integrantes nuevos, como novios, amigos del interior de Buenos Aires, amigos del exterior como ser uruguayos y hasta del Ecuador, y parientes de Chile que cruzarían en Bus para volver en bici.
Así fue como volvimos a remarcar el camino cambiando etapas, distancias, y comenzamos a entrenar.
Una de las participantes decidió que era su momento de realizar con anticipación una competencia de mtb, (la transpatagonia), carrera que se realiza cruzando 2 veces la cordillera por los pasos de HuaHum y Calirriñe, y que llevo al grupo a retrasar la Travesía por superposición de fechas. Al poco tiempo ya eran varios los que habían decidido también correr esta carrera, bajándose ya una integrante por falta de vacaciones, mientras otro integrante un día nos decía una cosa y luego otra, al punto de enterarnos el mismo día del viaje de su no concurrencia.
En los entrenamientos comenzaron a haber distintos puntos de vista, los que entrenaban para una carrera y los que entrenaban para una travesía cicloturística.
Una de las participantes comenzó a tener dificultades laborales, y debió bajarse del grupo, inmediatamente y en cadena también se bajaron su pareja, su pariente chilena y su amiga ecuatoriana, por lo que el gran grupo quedo reducido solo a: Mariana y Ernesto (uruguayo), que luego de la carrera se juntarían con nosotros en Potrerillos, achicando la travesía en una etapa.
En noviembre de 2009, compramos una camioneta y con Graciela decidimos irnos un par de días antes y mientras esperábamos a los Bikers, disfrutar de las Termas de Cacheuta, localidad próxima al lugar de encuentro.
Para enero de 2010, la mamá de Graciela tubo una recaída, en su débil estado de salud, que hasta último momento nos mantuvo en la duda de viajar o no.
Decididamente el sábado 13 de febrero y sin entrenamiento, a las 8AM partimos con la camioneta, cargada de bicis, alforjas, bolsos y reposeras, con rumbo a Mercedes, San Luis, inicialmente y al otro día hasta Cacheuta, Mendoza. Apenas subimos a la autopista 25 de mayo, comenzó a llover, en Lujan creímos que la tormenta había pasado pero desde Carmen de Areco la lluvia nos acompaño hasta cruzar la provincia de Córdoba, casi 600 km de lluvia y spray, para mí que hacía más de 15 años que no manejaba en ruta y teniendo que pasar camiones. Pero bueno, a eso de las 5 de la tarde llegamos a Mercedes, luego de dar un montón de vueltas encontramos un hospedaje donde pasar la noche, una vez en la habitación me tire en la cama y dormí una profunda siesta que me saco los nervios y el estrés del viaje, levantándome con hambre.
Como era sábado de carnaval, el restaurante del Hospedaje cortaba la calle poniendo mesas y armando un show artístico.
Elegimos cenar parrillada con birra, luego mientras disfrutábamos del espectáculo en la calle, apoyados sobre la pared del restaurante, Gra dijo como al pasar, -estoy mareada- y acto seguido se desmayo, deslizándose de entre mis brazos hasta quedar sentada en el suelo, inconsciente. Entre mis gritos y sopapos, la gente comenzó a rodearnos. Salió uno de los mozos que había sido testigo desde el interior, avisándome que ya había llamado a la ambulancia. Como Gra seguía sin reaccionar, una de las personas me pregunta, -porque no la entramos-, ya que estaba sobre la vereda, mientras yo la tome de las axilas, un señor la tomo de las piernas y una señora grandota ayudo tomándola de la cola y la entramos al salón donde los músicos entraban en calor, sentándola en una silla y mientras Gra volvía en sí, un músico se saco la campera para abrigarla. Con una vocecita Gra me dice que está mejor, que la lleve a la habitación y una vez que pudo con mi ayuda levantase, medio caminando y medio a la rastra llevamos a la puerta. Antes de entrar Gra me dice -voy a vomitar- y acto seguido se agacha sobre una maceta y larga parte de los chinchulines que había comido. Entramos directo al baño y siguieron el chorizo, el vacio y hasta el cordero, por un lado y por el otro. Logramos llegar hasta la cama acostándose temblorosa.
Mas o menos a la media hora llego la ambulancia interrumpiendo el show en la calle, entro el médico y el enfermero, y luego de revisarla, decreto descompostura por el estrés del viaje, (o borrachera para los de afuera) se ofreció a inyectarle un calmante para los vómitos, pero Gra se negó aludiendo que esto haría que al día siguiente no se encuentre en condiciones de seguir viaje, entonces el médico recomendó dieta líquida por 24 horas y se fue.
Al día siguiente nos levantamos temprano, Gra se encontraba algo mejor, mientras yo me preparaba, hizo café para mí y ante mi sugerencia ella se preparo un té de coca, que la recompuso como para seguir.
Y así salimos de Mercedes, con buen tiempo climático y llegamos a la ciudad ahora “Gran Mendoza” y luego de dar mil vueltas localizamos un Centro de Información Turística en la terminal de micros, a la cual llegamos de casualidad luego de perdernos varias veces en la infinidad de autopistas que cruzan la ciudad.
La información era dar varias vueltas hasta subir a una de estas autopistas que corre hacia el sur del Gran Mendoza y seguir los carteles, el asunto es que nunca apareció un cartel que nos diga Cacheuta, así que decidimos parar en una estación YPF, donde me informaron que nos pasamos, pero había una solución, salir en el próximo cruce y buscar el camino a la Destilería, que nunca vimos.
Esa salida era precisamente la RN7 y luego de hacer Kms y Kms, aparece el cartel “Potrerillos”, lugar en el que debíamos reencontrarnos con Mariana y Ernesto pero dentro de dos días, nuestro mapa indicaba que este poblado y Cacheuta se comunicaban por un camino interior, por lo que decimos ingresar y tomar ese camino.
Luego de varias vueltas paramos en el cuartel de bomberos donde nos informan que al llenarse el Dique de Potrerillos, allá por el 2004, la ruta, el pueblo y hasta la vieja estación de tren quedaron bajo el agua, cortando toda comunicación, y que la nueva ruta pactada y que debía estrenarse en 2007, todavía estaba en veremos, así que la única solución era volver sobre nuestros pasos o ruedas.
Decidimos quedarnos para ver como era el poblado, y arreglar donde dejaríamos la camioneta luego de partir en bici.
Nos encontramos con un lugar muy cercano a la Gran Mendoza donde los fines de semana llegan una infinidad de visitantes, acampando por cualquier lado, y lleno de negocios que les ofrecen comidas, souvenir y hasta baño, pero por la tarde del domingo desaparecen los visitantes y también los negocios y sus comerciantes.
Las cabañas que dicen estar en el poblado, están a varios Kms de la entrada y por caminos que suben a la montaña. Ante esta situación decidimos acampar en el camping del ACA, donde nos permitirían dejar la camioneta a seguro y hacer la travesía, y luego de varias vueltas, a 7 Kms de la entrada encontramos unas cabañas donde podríamos juntarnos.
A la mañana siguiente con Gra ya recuperada, decidimos mudarnos hasta las Termas, mientras lleno el tanque de la camioneta, le pregunto al playero y este me informa que los micros que vienen de Chile no tienen autorización para ingresar a Potrerillos, y que en la ruta no se puede hacer carga y descarga, y no sabe si en Uspallata los micros entran. Bueno con esta info, veremos si podemos bajar con las bicis en Uspallata y hacer el camino pedaleando hasta encontrarnos con nuestra camioneta o de lo contrario tendríamos que seguir a Mendoza, dejar las bicis donde se hospeden Mariana y Ernesto y volver en micro hasta este poblado para buscar a nuestro vehículo, un verdadero despelote.
Y seguimos sumando.Tomamos la ruta RN7, sobre nuestros pasos, esta vez logramos descubrir el desvío, y doblamos, unos pocos Kms y el camino se corta en T, como no hay cartel, preguntamos, respuesta: -doblen a la derecha hasta la rotonda, doblen a la izquierda hasta la rotonda y doblen otra vez a la izquierda y desde allí sigan la cartelería-. Todo bien hasta que llegamos a otra rotonda que no estaba en los planes, volvemos a preguntar y por fin nos informan una salida y luego de unos Kms aparece el hermoso cartel “CACHEUTA”, al fin, vamos pasando complejos de cabañas mientras subimos la montaña hasta que por fin veo el puente de entrada a Cacheuta, directo a las termas, quiero estacionar, al sol 15 pesos, a la sombra 20 mangos, entrada 20 pesos el día.
Primero buscamos alojamiento: cabaña para dos, 220 por día, volvemos por la ruta único camino, y nos quedamos en el camping, 45 por día, chiquito y tranqui.
Luego de armar la carpa, volvemos caminando a las termas, donde descubrimos un lugar hermoso, enclavado entre montañas, con agua termal caliente y fría, con mucha alegría, donde pasamos el día.
En el camping mientras tomábamos mate nos damos cuenta que no hay señal de celular, el encargado no comenta que deberíamos salir por la ruta hasta doblar la montaña, unos 4km, agarramos la camioneta y salimos, al tiempo los celulares comienzan a sonar.
Información recibida:
- Lautaro todavía no nació, Caro sigue aguantando,
- Mariana y Ernesto, esa noche toman el micro con destino a Mendoza, terminaron la carrera y salió todo bien,
- La mamá de Gra sigue estable,
Bueno todo ok, volvemos al camping para buscar la cena, que a las 21 cierran todo y se van.
Nuevo día de termas, nos hicimos amigos de una pareja con dos nenas en el camping y pasamos el día juntos en las piletas, como ellos ya se iban para San Juan nos despedimos en la salida. Descubrimos un boliche entre el berenjenal de casuchas cercanas a las termas y a la noche volvimos a cenar pizza. Previamente pasamos a levantar mensajes,
- Caro sigue en la dulce espera, Diegote está en su casa y Agostina está cada vez más mimosa,
- María sigue bien, Gloría se enoja y le dice a Gra que se deje de joder y no llame más y que disfrute de sus vacaciones.
- Con los chicos se complica, ellos llegan esa noche pero las bicis recién mañana a las 10,
Despues de desayunar, levantamos campamento con destino a Potrerillos, salimos, cuando aparecen los primeros sms, nos enteramos que las bicis no venían ese día, recién al otro día, decían. Cambiamos destino, bajamos otra vez a la Gran Mendoza.
Luego de circular por varias calles inencontrables en el plano, el destino nos llevo por una esquina, donde hay una estación de servicio que ya habíamos pasado, en nuestra visita anterior y nos habían indicado como llegar a la terminal de micro, lugar de encuentro con Mariana y Ernesto. Mariana nos recibe llorando y nos pone al día con las noticias, de las bicis no se sabía nada, en un momento les decían que estaban en viaje, en otro les decían que todavía estaban en Neuquén.
A las 18 se sabría, buscamos alojamiento y nos quedamos en un Hostel. De mala gana aprovechamos el día y pagamos un city-tour en bici por la localidad de Maipú con bicis prestadas, haciendo degustaciones en 3 bodegas y terminando con un asado y pileta.
Las degustaciones resultaron un fiasco, nos llevaron en camioneta hasta Bodegas López, una conocida bodega de vino bueno pero no tanto, luego de presentadas las desastrosas bicis, haciendo unas 10 cuadras llegamos a bodegas Giol, empresa fundida y hoy solo un museo de lastima.
Al entrar Gra se da cuenta que le falta el celular, uh se le cayó, pero donde, con el mío llamo y extrañamente suena pero no pasa al contestador, a Mariana le pasa lo mismo, nuestro guía sale para hacer el trayecto al revés, llega hasta López y vuelve sin haber encontrado nada, dejando aviso en la bodega. Terminamos el recorrido y salimos, en eso suena el celu de Mariana con un “sms” con la leyenda “llámame” con el número de Gra, llamo yo y una voz de hombre me dice haber encontrado el celular, roto como si le hubiera pasado un coche por encima, este señor saco el chip y se lo puso al de él ya que sonaba pero no podía atender, poco tiempo después se nos acerco una moto y el señor nos trajo lo que quedo del celular y el chip.
La tercera bodega resulto un bodrio que no recuerdo ni el nombre, y nuestra única conversación era de celulares.
Seguimos luchando con las bicis por varias calles hasta llegar a una hermosa quinta donde nos esperaban con asado y pileta, y donde también estaban los dos holandeses del grupo, que no quisieron andar en bici y los trajeron directamente de López.
Nos metimos en la pileta disfrutando de la hermosa y caliente tarde, hasta que nos avisaron que el asado estaba listo. Mientras comíamos disfrutamos de una linda conversación con esta pareja homosexual de europeos y con una pareja de chilenos y lo que parecía una salida común pasó a ser un lindo recuerdo.
Hoy llegan o no llegan, Mariana y Ernesto salieron temprano para Andesmar con la esperanza de reencontrarse con sus bicis, poco tiempo después Mariana llama informando que los siguen verseando, y con seguridad nadie sabe donde mierda están.
Llega otro “sms”, es Diego nació Lautaro.
Nos ponemos a conversar con Gra, y estamos repodridos, esta provincia nos trato para el culo, y resolvemos informarles a los chicos que nos volvemos para casa, y que esta Travesía quedo cancelada. Después de consolar a Mariana, armamos los bolsos y los convencemos para que se queden con lo necesario y lo demás se lo traemos nosotros.
Y así nos volvemos de Mendoza, sin el Sol y sin el buen vino. Donde todo nos fue esquivo. Donde me quedo una gran desazón, no por haber cancelado la travesía, sino por no haberla cancelado antes de que comenzara, en el mismo momento en que los participantes se bajaban y haber hecho otra cosa por nuestra cuenta.
Hugo Nacarado
Febrero 2010
Nota 1: Las bicis recién fueron entregadas 3 días después de que nosotros nos volviéramos.
Nota 2: Como lo cuento en la siguiente Travesía, estábamos en Saldungaray, un pueblito de la pampa húmeda, cuando suena el celu de Gra, y era una llamada de su compañera Paola, preguntando si estábamos en Chile, y allí nos enteramos del terremoto.
Y pensar que mi idea era una vez llegados a Valparaíso tomar un micro para conocer Santiago.

COMBINACION PAMPEANA - Visitando Ciudad Gral. Belgrano, Pcia. de Bs. As. (OCT/2009)


Desde hacia tiempo veníamos queriendo conocer la Ciudad de Gral. Belgrano y este año cobro más fuerza al comentárselo a Riqui y a Mariana, quedando para el fin de semana largo de octubre.
Mientras Cecilia se ocuparía de buscar hospedaje, Mariana se tomo la tarea de conseguir transporte y de armar el grupo, que se conformó con Lucia, y los invitados por Mariana, el Dr. Lisandro Coliqueo, Ruben (Bicicleteria El Trébol) y su esposa Liliana de la ciudad de Los Toldos y Violeta Coliqueo, hermana del Dr. de la ciudad de Cnel. Suarez, más Riqui y Ceci, Mariana y nosotros.
Cuando ya estaba todo listo, apareció el pronóstico de tormenta y lluvias fuertes para el sábado por la noche, que en un momento hizo peligrar la salida, pero decidimos arriesgarnos.

Sábado 10, nos encontramos con Riqui en el Obelisco y cargamos las bicis de Mariana, Lucia, Graciela y la mía, la de él y la de Cecilia ya se encontraban adentro. Nosotros viajaríamos en un micro de línea, que nos dejo en la ruta, a tres cuadras del Hotel Oasis. Cuando llegamos los invitados ya habían llegado, después de registrarnos y tomar unos amargos para integrarnos, pasado el medio día nos fuimos para una parrilla, al enterarse Riqui todavía en la ruta, aceleró y decidió juntarse con nosotros.
Por la tarde estaba programado conocer el Bosque Encantado, casco de la estancia Poronguitos de Claudio Stegman, de la época de Rosas.
Salimos por la misma calle del hotel, hasta la calle principal del pueblo y luego doblando a la izquierda fuimos dejando atrás el caserío por un camino de tierra apisonado con residuos y cementado que es la ruta a Pila, localidad cercana, aproximadamente a los 10km doblamos a la derecha y 2km después nos juntamos en la entrada al histórico casco, hoy lugar turístico y Museo, que es propiedad del Municipio de Gral. Belgrano y en él se encuentra un muy coqueto museo con elementos y anécdotas de época y acceso al Bosque lleno de senderos.
Luego de abonar, nos mandamos a la búsqueda del famoso Gingko Biloba, árbol en extinción, fuimos por una senda, volvimos por otra, encontramos un tremendo palomar abandonado y cuando ya estábamos saliendo apareció el famoso Fósil Viviente y luego de las fotos de rigor volvimos al museo donde también sacamos muchas fotos, para más tarde tomar unos amargos en su jardín.
Comenzó a caer la tarde y un viento fuerte y húmedo trajo mal augurio y decidimos regresar.
Como la ruta de tierra no estaba entoscada, decidimos tomar la peligrosa RN 41, angosta y sin banquina, pero firme.
Pedaleamos agradeciendo el poco transito.
Rápidamente Lisandro y Mariana se fueron escapando y los perdimos de vista, el resto en fila compacta íbamos a unos 25-28km con Ceci haciendo frente (¿?) a un viento cruzado y en el auto que nos hacía de apoyo, cerrando con Violeta y Liliana.
Petrobras: 4km mostraba el cartel y la noche cayo a lleno, en el cielo aparecieron los primeros relámpagos y cada vez más cerca los truenos. Ceci me gritaba si conocía el camino y le conteste que pare en la estación.
Apenas llegamos se largo y con todo, rápidamente todo se empezó a llenar de agua, cada vez peor.
Aprovechando que Riqui se había quedado en el Hotel, le comente mi idea a Ceci, y ella inmediatamente llamó a su novio.
Para cuando éste llego llovía torrencialmente, a reparo bajo el techo de la estación, subimos las bicis y a Ruben que iba sosteniéndolas, yo de acompañante y las cinco mujeres apretadas en el auto, salimos por una calle asfaltada, por tramos inundada de cordón a cordón, cuando llegamos al centro, Riqui tomo una calle de tierra entoscada que a las pocas cuadras se convirtió en un lodazal, así, derrapando de lado a lado hasta llegar, las chicas más prudentes, siguieron por asfalto hasta la ruta, llegando mucho mejor.
En el hotel nos encontramos con Lisandro y Mariana, que nos habían sacado tanta ventaja, que llegaron antes que se largara.
Después de bañarnos nos fuimos juntando, la lluvia continuaba fuerte, Riqui había organizado para cenar en “El Almacén”, un restaurante en el centro. Todos, menos Gra que luego de bañarse se durmió y no quiso saber nada, nos apretujamos en los vehículos y salimos por las calles abnegadas.
El lugar valió la pena, un viejo edificio muy bien reciclado y repleto de propagandas, envases y maquinarias de época, del rubro de la alimentación, decoraban el lugar. Para nosotros una mesa reservada en la cava del local (una representación de lo que era una cava, con tonel, encorchadora y botellas viejas y mucha, mucha tela de araña), un reducto muy acogedor, en el sótano, con dos mesas largas de las cuales una era nuestra reserva y en la otra se encontraban un grupo de parroquianos, quejándose por la tardanza de su pedido de parrilla.
Teniendo en cuenta esta queja, optamos por comida de cocina y mucho vino, así comenzaron a correr las botellas del Nieto Senetiner y con ellos la alegría. Para cuando salimos la lluvia había parado, pero las calles seguían igual, haciendo peligrar nuestra pedaleada a Ranchos.

Domingo 11, amaneció despejado con un sol radiante, Gra y Mariana se habían juntado temprano, decidiendo llegar hasta la terminal de micros para comprar el diario y comprobaron que las calles de tierra se encontraban intransitables.
A media mañana, ya todos juntos decidimos arriesgarnos de llegar hasta Villanueva distante 17km, por un camino mitad tierra y mitad asfalto y si fuera necesario con salida a la ruta RN29.
Salimos todos, menos Liliana.
La tierra se encontraba blanda y con barro en varios sectores pero transitable, a medida que nos internabamos se fue poniendo cada vez mas feo y decidimos cambiar, pedaleando por el centro de la vía del tren abandonado, así fuimos avanzando lentamente, parando cada tanto para traspasar los cruces de guarda ganado, donde nos amontonábamos, llegando a hacer solo 7km, cuando al costado descubrimos asfalto, la mitad decidió continuar por la vía, sin saber que faltaban los puentes sobre los lechos del Río Salado, debiendo hacer unos 200 metros a pié pisando sobre los durmientes, con el temor a un accidente ya que algunos faltaban, por fin llegaron al parador con el nombre del Río, volvimos a juntarnos.
Aquí decidimos no arriesgarnos y continuar por la ruta, que si bien es más larga, es más rápida. Se repararon varias pinchaduras, por circular sobre la vía llena de plantas pinchudas y continuamos.
No solo era más rápida, sino rapidísima, gracias a un viento de cola, que nos ayudo a mantener una velocidad constante de más de 30km/h y sin mucho esfuerzo, en los más de 18km restantes.
Así y todo llegamos a Ranchos demasiado tarde para buscar lugar para comer, debiendo parar en una YPF, para luego si conocer la famosa ciudad.
Pedaleamos directo al Fuerte (más bien copia), y luego al centro y a la Iglesia. Eran cerca de las seis de la tarde cuando decidimos volver, Lisandro, Violeta, Mariana y Lucia prefirieron el pedaleo, y arriesgarse a que los encuentre la noche y al viento en contra, los demás nos quedamos para hacer la compra del asado y volver en camioneta.
El hijo de Ruben con su novia, se habían llegado hasta Gral. Belgrano, para estar con Liliana y aprovechamos la oportunidad, la novia manejaría el auto de ellos y el hijo la camioneta hasta Ranchos, donde luego continuarían su camino a La Plata.
Ruben con su bici y Riqui, se fueron para Gral. Belgrano, mientras Ceci, Gra y Yo, esperábamos en la confitería de la YPF.
En el camino alcanzaron a los demás que estaban contentos, haciendo una parada, luego de circular a 20-25km/h, gracias a Lisandro que tiraba como un toro contra el fuerte viento de frente, nos enteramos después.
Llegaron al Hotel y volvieron cada uno con su vehículo, volvieron a cruzarse con los chicos que continuaban firme, en medio de la oscuridad.
Cuando llegamos nosotros al Hotel, ya todos se encontraban en sus habitaciones, yo me fui a bañar mientras Riqui y Gra preparaban el fuego para el asado.
Cuando salí, los chori ya estaban listos, Lisandro había traído chorizo de campo y comenzamos a picotear. Cuando se acercaron todos, nos fuimos a sentar y saboreamos un rico asado.

Lunes 12, la combinación pampeana ya se iba, y para despedirnos nos fuimos juntando en la nueva ribera del Río Salado, para tomar unos amargos, entre mate y mate contamos algunas anécdotas, hasta que les llego la hora de irse.
Una vez solos los capitalinos, dimos una recorrida por la zona, que nos llevo hasta el centro, donde debíamos verificar el lugar de salida del minibús y aprovechamos para sacarnos unas fotos en la vieja estación del tren y encontrar un lugar para almorzar.
Volvimos al Hotel para pagar y juntar nuestros bultos y nos fuimos a esperar la salida del transporte.
El finde largo había terminado, por fin conocí esta ciudad y me llevo el gusto de haberlo compartido con unas buenas personas y esperando volver a encontrarnos en el camino.
TOTAL DEL RECORRIDO: 94.600 KM.

Por: Gra y Hugo
grayhugodeviaje@gmail.com

FIN