GIGANTES DE VALDES (AGO/2008)

Veníamos de mal en peor, cada vez que nos anotábamos con GG, para hacer una de sus travesías algo pasaba. Y esta vez no fue la excepción, pensaba, mientras el médico insistía en enyesarme el brazo derecho por una estúpida fractura del codo, producto de una caída con la bici.
Después de mucho chamuyarlo conseguí que solo me ponga una valva, y me mande a rehabilitación. Lunes, miércoles y viernes, kinesiología en el sanatorio, martes y jueves en el consultorio de Jorge, mi kine particular.
Tenía que llegar a toda costa. A una semana de la partida, todavía sentía dolor si andaba mucho tiempo sobre la bici, pero con un poco de calmantes, se soportaba. Nada iba a hacer que me perdiera esta travesía por la Costa Patagónica de Chubut.
Pero todavía faltaba una más.
Días antes paso Gustavo y se llevo las bicis y los bolsos y ya empezamos a contar las horas. Llego el día y con los bolsos de mano tomamos un taxi para encontrarnos con la camioneta en San Martín y Juan B. Justo. Mientras tomábamos un café, nos fuimos juntando con el grupo hasta que apareció Gus, rápidamente ocupamos nuestros asientos ya que no había bicis que subir al tráiler y partimos rumbo al oeste, para tomar la Gral. Paz.
Después que Gustavo hizo la presentación del viaje hasta Puerto Madryn, comenzó a cobrar las diferencias y ese fue justo el momento.
Supuestamente Gra era la encargada de llevar la plata en su monedero, pero y el monedero donde está ¿?.
Busca que te busca y el puto monedero que no aparece. Como habíamos dejado un juego de llaves a una vecina, la llamamos para que verifique si lo olvidamos en casa.
Mientras la camioneta seguía camino, nos enteramos que nuestra vecina no lo encontraba.
Llamamos a la hija de Gra, para que vaya y revuelva todo, mientras en la camioneta algunos ya se preparaban para dormir.
Comienza a amanecer mientras vamos llegando a las Grutas y nos llega un sms, contándonos que en el contestador de casa, hay un mensaje de una persona que encontró la billetera con documentos y plata, en el medio de Juan B. Justo y San Martín, con el apuro a Gra se le cayó, cruzando la avenida. ¡Que Culo!.
GG se enternece y nos presta 300 pesos para gastos, ahora no solo debíamos el 60% de la travesía, también este préstamo.
Alboroto en el micro, llegamos a Puerto Madryn, pasada la tarde, recorremos toda la ciudad y nos alojamos en una hostería muy paqueta.
Bajamos para armar las bicis y salimos a recorrer la costanera. Venia mirando el mar, mientras Gra me comenta que un compañero del Hospital le había dicho que había invasión de ballenas.
-y debe ser así-, le digo, -sino mira-.
Ahí nomás, a menos de 100 metros se veía a una ballena con su cría retozando en el agua.
Paramos para ver, a la derecha otra, un poco más adentro otra. Un espectáculo impresionante y hermoso, los ojos no te permitían ver todo, cuando ponías atención en una, a derecha o izquierda otra saltaba.
Llegamos al muelle y nos metimos mar adentro, hermoso, sencillamente hermoso el espectáculo.
El Sol se puso y llego la hora de volver a la hostería. Ya bañados y cambiados nos fuimos encontrándonos en el desayunador, donde compartimos unos mates. Poco después se presento Carlos, el guía local, quien nos dio una pequeña charla sobre lo que haríamos mañana y se fue.
En Chubut es obligatoria la contratación de guías locales, por cada pueblo que pasas.
Gus nos informa que en el centro de la ciudad hay una parrilla libre, donde cenaríamos.

Día 1: domingo 10-08-2008
Recorrido: Costa Sur, Monumento al Indio, Punta Este, Cerro Avanzado, Punta Loma (Reserva de Lobos Marinos)
Con mucho frío, lentamente llegamos a la costanera, doblando hacia el sur, en un promontorio nos encontramos con el Monumento al Indio (Tehuelche), se termina el asfalto, bajando nos internamos en un camino de suelo arenoso, pero transitable y comenzamos a alejarnos de la costa, vamos transitando un divertido sendero en la estepa con subidas y bajadas y curvas a derecha e izquierda, donde el grupo sufrió la primera perdida, una compañera se cayó en un arenal con fractura de un brazo, (inicialmente la ayudamos a subir a la camioneta, donde recibió los primeros auxilios y esa noche se volvió a Buenos Aires).
Continuamos por un camino en subida, muy difícil por la cantidad de tramos de arena suelta y llegamos a Cerro Avanzado, muchos llegan fatigados, y corro el rumor que subimos 4210 msnm. (Y muchos lo creyeron).
Después de las fotos, la consigna era tirarse por un barranco hasta la playa o hacer el mismo camino de regreso, mientras unos pocos optaron por lo arriesgado, yo no estaba para locuras he hice la fácil.
Nos reencontramos y volvimos a subir otra loma y por la cima nos fuimos alejando hasta que llegamos a otra playa donde nos esperaba la camioneta para el almuerzo.
Después de pasear por la playa, tomamos un camino de ripio, que nos llevo hasta Playa Paraná, donde hay un barco hundido a metros de la playa y seguimos a Punta Loma, donde nos encontramos con una reserva de Lobos Marinos de un pelo, sacamos fotos y recibimos una charla sobre comportamiento de estos Lobos, (las hembras vienen a parir a sus crías y se juntan en manadas para ser protegidas por el Zar del harem, que a su vez cuando estén listas, será el encargado de volver a servirlas).
Ya con el Sol bajando, volvimos a Madryn y al Hospedaje, para bañarnos y cenar nuevamente en la parrilla.

Día 2: lunes 11-08-2008
El Doradillo – Puerto Pirámides
Bien temprano salimos con rumbo norte, despidiéndonos de la ciudad, para tomar la RP 41, que bordea la costa. Con un viento muy fuerte de frente y ripio suelto de piedras grandes que dificultaban el andar, devastando mí nada bueno estado físico.
En un agotador sube y baja llegamos a Punta Flecha, donde un mirador nos permitió ver un montón de ballenas jugueteando.
Seguimos hasta Playa Las Cantenas donde paramos para almorzar unas empanadas mientras disfrutábamos del show de las ballenas Francas ahí nomás de la costa.
Entre el viento y el ripio, al tiempo de salir dije basta y me subí a la camioneta, el resto ni se dio cuenta, iban muy adelante.
Llegamos a la RP 42 donde nos esperaba Mario Gadda, el guía que nos llevaría hasta Puerto Pirámides, su esposa iba en una pick-up con el camarógrafo que iría filmando.
Seguimos por la asfaltada RP 42, con más viento en contra y ahora también frió, paramos en el control fitosanitario, donde se abona la entrada a la península (42 por cabeza si veníamos solos, por traer al guía 14 pesos), continuamos hacia Riacho San José, donde los pobladores realizan pesca artesanal, (se sumergen con aire por un compresor en las congeladas aguas y recogen los frutos del fondo del mar).
El grupo siguió pedaleando hasta un mirador, para ver la Isla de Los Pájaros, donde tomamos unos mates mientras subían las bicis al tráiler, y ya todos en la camioneta hicimos los 40 km que faltaban para Puerto Pirámides.
Era de noche y hacía mucho frío cuando llegamos, Gus designo las cabañas tocándonos la primera, para nosotros solos.
El muchacho encargado nos dio el curso de cómo usar la ducha y el televisor (bastante complicado), cuando se fue nos bañamos y nos pusimos lindos para conocer La Estación (Bar-Restaurante), otro de los emprendimientos de nuestro guía Mario Gadda.

Día 3: martes 12-08-2008
Península de Valdés – en camioneta
Después de desayunar fuimos subiendo a la camioneta, rápidamente entramos a una ruta de ripio muy transitada por micros y camionetas turísticas, para llegar a Punta Delgada, un reservorio de elefantes marinos, a los que se veía desde muy lejos, por lo abrupto de la costa.
Seguimos hasta Caleta Valdés, donde hay más elefantes, pero esta vez una serie de pasarelas te permiten bajar hasta la playa, para apreciar a los animales en todo su esplendor.
Verdaderamente para el ser humano, la monotonía de estos animales es tremenda, se hallan tirados sobre la arena agotados por su viaje desde el sur de Brasil, las hembras con sus crías, a las que recién han parido, todas alrededor del macho (el Zar del Harem) y a lo lejos uno o dos machos llamados periféricos, con el trabajo de robar alguna hembra.
De pronto, uno de estos machos, despierta de su supuesto letargo y comienza a acercarse al grupo, el macho líder que parecía medio muerto, de pronto se levanta lanza un rugido de guerra, con esa trompa de elefante y todo vuelve a la normalidad y al letargo original, mientras todo esto pasa, las gaviotas cocinero revolotean comiendo las placentas de las crías recién nacidas o las crías muertas.
Dejamos la vida agitada de estos gigantes y cuando comenzamos a subir nos encontramos con un grupo de los K, un pequeño grupo de pingüinos que ya se encontraban en sus nidos, esperando la llegada de las hembras.
Reparados del viento por la camioneta, almorzamos al Sol, cuando apareció un Peludo, muy extrovertido y mal acostumbrado por los turistas, buscando su parte de la comida, cuando se dió cuenta que de este grupo no sacaría nada, partió en la busqueda de otro grupo de personas mas sociables.
Luego de unos mates, seguimos hasta Punta Norte, aquí lo más interesante fue una reserva de focas, y nos contaron que es en este lugar, donde las Orcas vienen a buscar comida, encallando en la playa para tomar alguna foca desprevenida y llevársela mar adentro, donde luego de juguetear un poco terminan comiéndosela. Feo pero es la Ley de la naturaleza.
Cuando el Sol estaba cayendo comenzamos la vuelta.

Día 4: miércoles 13/08/2008
Hoy conoceríamos Pirámides
Para calentar, nada mejor que una linda trepada hasta el mirador de la villa, luego de las fotos de rigor, pedaleamos por los bordes de los cerros hasta la lobería del Cerro y haciendo el camino inverso, volvimos a la ruta para cruzarla y por un camino medio arenal, llegamos a un cementerio abandonado y semi enterrado en la arena, seguimos por este camino arenoso, donde las caídas fueron frecuentes y llegamos a una planicie de arena solidificada atravesándola de sur a norte, cuando llegamos al borde el guía nos invita a tirarnos por un tobogán en su mayoría de arena suelta, para llegar a la playa, y a modo de invitación se lanza, luego de bastante zozobra llega a buen puerto y es felicitado por el camarógrafo, los demás nos miramos y uno a uno bajo caminando.
Aquí el grupo se dividió, casi todos se fueron pedaleando por la playa hasta el puerto, para hacer una travesía en gomón y poder ver a las ballenas más cerca, los restantes pedaleamos hasta un promontorio formado íntegramente por valvas solidificadas por el tiempo y con formas extrañas por el viento, volviendo por la playa hasta el puerto para almorzar.
El codo me molestaba bastante y decidí quedarme en la cama. El grupo se reunió nuevamente y pedaleando llegaron hasta Playa Punta Pardela donde encontraron los restos de una ballena muerta.
Cuando me desperté, ya era de noche y el grupo no había llegado, la mala organización de nuestro guía local, al querer mostrar todo, sin llevar los elementos necesarios, hizo que en la oscuridad, sin luces, una parte del grupo se perdiera, teniendo que salir a su búsqueda, mientras el resto esperaba, volviendo cansados y congelados.
La cena de despedida de este hermoso lugar, duro hasta tarde.

Día 5: jueves 14/08/2008
Gaiman
Otra vez al sur. Luego de ciento cuarenta y pico de km. llegamos a una estación de servicio Petrobras, en la intercepción de las rutas nacional 3 y provincial 7, donde nos esperaban los guías para este tramo.
Nos fuimos metiendo para el interior, primero por una ruta asfaltada y luego por ripio, buscando la estepa patagónica, llegado el mediodía paramos a orillas de un río para almorzar, tiempo despues continuamos por un camino con mucha arenilla, hasta llegar al Parque Paleontológico Bryn Gwyn, un enorme lugar plagado de fósiles.
Luego de una caminata que llevo un par de horas, comenzamos a pedalear hacia Gaiman, llegamos al asfalto, parando en una granja para ver y comprar sus productos alimenticios, continuando hacia la ciudad, donde nos esperaban con su conocido Té Gales y donde nos alojamos en una recién reciclada Hostería.

Día 6: viernes 15/08/2008
Punta Tombo
Subimos las bicis al tráiler, para hacer unos 140km y poder pedalear los últimos 60 para llegar a Punta Tombo, la ciudadela y reserva más importante de pingüinos patagónicos de la argentina.
El horrible camino de ripio y la tremenda cantidad de camionetas y autos que nos pasaron, nos hizo llegar muertos y polvorientos. Pero al llegar y encontramos con esta enorme cantidad de hermosos bichos, nos hizo olvidar de todo.
El cartel de entrada lo dice claramente, No molestar a los pingüinos, No acercárseles y ellos tienen prioridad de paso.
En ese momento entre la playa y un monte cercano había aproximadamente 500 mil bichos, cuando terminen de llegar todos y lleguen las hembras un millón y medio. Todos adentro o en la puerta de sus nidos y cada tanto emitiendo su grito característico llamando a su compañera.
Nos cuenta nuestro guía que este es un animal monógamo, vienen del sur de Brasil, primero llega el macho, localiza siempre su cueva originaría, la reacondiciona y se prepara para recibir a su compañera, a veces su nido está ocupado por otro y se arman tremendas peleas a picotazos y nos consta de a ver visto varios ensangrentados. Cuando llega la compañera, tienen su encuentro sexual, el macho la pisa, tienen el huevo con la cría y mientras el macho se queda empollando la hembra sale a buscar el alimento.
Lo cierto es que debíamos caminar con cuidado por los pasillos habilitados ya que los pingüinos cruzaban constantemente como si estuviéramos en la calle Florida.
Desde un promontorio podíamos ver, como cada ola que llegaba a la playa dejaba tres o cuatro pingüinos, daban unos pasos para salir de agua y se quedaban un tiempo acurrucados, como descansando, luego se paraban sacudían las plumas y comenzaban su lento ascenso hasta tierra adentro, con un camino bien prefijado, perdiéndose entre la multitud.
Cuando el sol comenzó a caer y el frió llego, entramos al comedor para tomar algo calentito, a Gra le dió tiempo para hacerse de un nuevo amigo, dimos por terminado el paseo y otra vez en la camioneta comenzamos el regreso, primero a Puerto Madryn, nuevamente a la Hostería, para pasar la noche y al otro día, ya con las compras de rigor a casa.
Atrás quedo, este hermoso viaje a las costas patagónicas, donde conocimos lugares increíbles, duros y salvajes y muy distantes para hacer sin vehículo de apoyo. Donde nos empachamos de placer con las Ballenas Francas, los Elefantes Marinos y los simpáticos Pingüinos.
Patagonia Argentina un lugar espectacular, pero un poquito caro para los argentinos, ingreso a Punta Loma: 7 pesos, Punta Tombo: 12 pesos, Parque Bryn Gwyn: 10 pesos.

Videos:
Ballenas-Madryn: http://www.youtube.com/watch?v=zcgIa40O09M
Ballenas-Madryn: http://www.youtube.com/watch?v=3iMj-3PqbBw
Ballenas-Muelle Madryn: http://www.youtube.com/watch?v=PZK2vukY5d4
Ballenas Playa Parana: http://www.youtube.com/watch?v=uNueLvPFrX8
Ballenas Punta Flecha: http://www.youtube.com/watch?v=3AcpxW5b9DI
Al Cerro Avanzago: http://www.youtube.com/watch?v=tOEMQW4ZyNQ
Punta Tombo: http://www.youtube.com/watch?v=h7xDtPryAco
Punta Tombo: http://www.youtube.com/watch?v=HQ3AvYR6Ark
Punta Tombo: http://www.youtube.com/watch?v=6bt9qJTWAK8
Punta Tombo: http://www.youtube.com/watch?v=rMhohi0MElk
Punta Tombo: http://www.youtube.com/watch?v=Ek0IM5-t1wE

Nota:
Esta fue la primera travesía de Gus, al mundo de las Ballenas. Si bien se la he criticado, es factible de mejoras. Una cosa que canso mucho fueron los tramos sin sentido en camioneta, llegamos a Madryn y luego mitad en bici, mitad en camioneta a Pirámides, (este es un lugar hermoso, pero para andar en bici no es), de aquí otra vez en camioneta más al sur hasta Gaiman, muy lindo el poblado pero solo para parar a tomar el Té (y a quien le guste), pasamos por Trelew y ni bajamos, pasamos cerca de Rawson y ni entramos, quedando el último día en Punta Tombo que es lo mismo, que en el medio de la nada, por lo que debimos volver a Madryn.
Muy lindo, pero muy encarajinado, en fin el guía es Gustavo.

Hugo Nacarado
grayhugodeviaje@yahoo.com.ar

Fin

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