Eran cerca de las 5 de la tarde en Tandil y bajo un Sol abrasador veía con Gra como se perdía la camioneta llevándose a nuestros amigos de Ciclo-tur, rumbo a Buenos Aires, nosotros nos quedamos en este maravilloso lugar para realizar una travesía hasta Mar del Plata.
El resto de la tarde la pasamos haciendo un trekking hasta un
mirador a la Cantera de las Animas y cuando volvimos ya era de noche.
Partimos a las 9 de la mañana, debíamos atravesar toda la ciudad
para tomar el camino Don Bosco (RP 30) que pasa por la Cascada y por la famosa
Posada de los Pájaros.
Aproximadamente a los 10km llegamos al Almacén El Gallo, en el
cruce con la RP74, mientras tomábamos
algo fresco, la Sra. nos advirtió que el camino de tierra era polvoriento y
peligroso, y que dos camiones paperos se habían pegado el palo con varios
vehículos y varios muertos.
Cabezones cuando llegamos al camino nos internamos unos 200 metros,
suficientes para darnos cuenta la polvareda que habían levantado 2 camiones y
varias chatas, que no nos permitía ver ni ser vistos. Casi sin consultarnos
retomamos a la RP74, con destino al desvío Aguirre y a la RN 226, cuando
llegamos nos percatamos que habíamos hecho 22km era mediodía y estábamos
todavía en el punto de partida.
Pedalear por una ruta trae implicado el peligro del tránsito
argentino, algunos se van de la mano contraria para no molestar, pero a otros
les gusta pasarte afeitándote, ocasionando varias tiradas a la banquina de
césped. Después de 20km y varias paradas a la sombra llegamos al paraje Tres
Mojones. Mientras nos refrescábamos la encargada nos comenta que donde el mapa
muestra el limite municipal Tandil-Balcarce hay un camino vecinal muy bonito. Ya
en el camino pasamos bordeando la
estancia El Choique y nos llevó directo al pueblo Napaleofu, sobre la RP227,
llegamos a la hora de la siesta y con todo cerrado, sacamos agua de un pozo
municipal y nos fuimos a la sombra de unos árboles en la plaza, donde dormimos
una siestita reparadora.
Casi una hora después Gra me despierta preocupada, señalando el
cielo, lo que había sido un hermoso día se estaba transformando en temporal.
Cuando tomamos la RP227,
la tormenta nos empezó a correr, los 10km hasta el Paraje La Alianza fue una
lucha contra el viento de costado, que por ráfagas nos tiraba hacia la mano
contraría. Cuando doblamos hacia la izquierda, hicimos realidad el sueño de
todo ciclista, el terreno entoscado y las ráfagas hacían que las bicis fueran a
35km/h sin pedalear, pero la polvareda era tal que no veas por donde ibas. Me
agarre bien del manubrio, levante un poco el culo por los pozos y deje que el
viento me lleve. Poco a poco fui dejando atrás a Gra, pero por temor a que le
pasara algo, cada tanto paraba a esperarla. Y así hicimos los 10km finales
hasta el Almacén de Claudio Caveda en Dos Naciones.
Cuando estábamos armando la travesía Gra consiguió el
teléfono de Claudio, quien inmediatamente se puso a encontrarnos alojamiento en
el poblado. Así fue como una vez presentados nos acompañó hasta la casa de
Cecilia, una Señora que se ocupa de la invernada en la cría de terneros, en los fondos del
campo, quien nos “alquilo” (no nos quería cobrar), la casa familiar, que estaba
cerrada, para pasar la noche.
Mientras sacaba las alforjas, Gra se fue a conversar con
Cecilia, encontrándola ordeñando, para darle de comer a los terneros y al rato
aparece con un vaso grande, tomando leche recién ordeñada.
Afuera se había largado un aguacero, teníamos toda la
casa a nuestra disposición, elegimos la habitación más limpia y nos bañarnos, volvimos
al almacén para comprar la cena, la lluvia había parado y regresamos a preparar
unas ricas chuletas a caballo con huevos recién sacados del gallinero.
Total
del día 84.820km.
Desayunábamos cuando nos enteramos que en Tandil esa
noche granizo. Salimos a recorrer el poblado esperando que el viento seque el
camino y luego de almorzar unos fideos guisados con panceta que estaban
espectaculares, partimos.
Rápidamente por un camino seco y sin polvo llegamos a la
estancia El Verano, tomamos por la vieja ruta 226 de tierra, hasta la Escuela
23, donde paramos encontrándonos con una maestra joven y con sus dos únicos
alumnos de 3º grado.
Con un cielo celeste el camino se fue poniendo pesado por
efecto del calor, haciendo necesario hacer paradas en los pocos árboles que
encontrábamos para refrescarnos. Faltaban 20km cuando llegamos a un almacén de campo
pero estaba cerrado, mientras hacíamos tiempo a la sombra se fue acercando unos
paperos con un súper lujoso tractor con aire, tirando del arado, dormi y tanque
de agua, como un tren, que también paro a la sombra. Me acerque a preguntar,
pero al ver mi cara el señor intuyo mi sed y sin decir palabra entro al dormi
saliendo con una botella de 2 litros de lima-limón, de su heladera a gas, para
convidarnos. Generosa la gente de campo.
A medida que nos acercábamos a Balcarce el cielo comenzó
a traer nubarrones y cuando llegamos al centro se desato otra tormenta de
viento y tierra.
De apuro nos alojamos en una hostería y apenas entramos
las bicis a la habitación se largó el aguacero.
Total
del día 55.200km.
A las siete de la mañana nos despertó un mensaje de la
Sra. Cecilia, quería saber cómo habíamos llegado porque en Dos Naciones esa
tarde “Granizó”
De aquí a Mardel el camino era volver a la RN226, porque
los caminos de tierra si bien son más lindos y tranquilos, son demasiado
largos, por ejemplo, el que sale del autódromo y pasa por Otamendi y Batan
tiene 120km y si hacíamos ruta hasta la Laguna La Brava pasando por Sierra de
los Padres, cerca de 95km, por lo que optamos por los aburridos pero bastante
menos km del asfalto.
A las nueve de la mañana con cielo nublado y medio fresco
estábamos listos en la estación de servicio del cruce con la RN226. Luego de
una parada para refrescarnos en la Providencia llegamos a la ruta de entrada a
la Sierra de los Padres donde doblamos pero volvimos a doblar en el camino de
entrada a la Laguna de Los Padres, donde nos desaceleramos, conseguimos agua
caliente y tomamos unos mates a orilla de la Laguna y volvimos a salir por la
entrada principal y otra vez a la RN226 para hacer los últimos km.
Muy rápido llegamos al Barrio La Florida y ya estábamos
en la Avda. Luro, de ahí directo a la Bristol a sacarnos la foto más clásica de
los turistas, si la foto con los Lobos marinos.
La travesía ya estaba hecha a buscar alojamiento y a
disfrutar de unos días de playa. Ah esa noche, en Balcarce también granizo, parece
que nos estábamos salvando.
Total
del día 72.250km.
Total
de la Travesía 212.270km
Diciembre 2006
Por: Gra y Hugo
grayhugodeviaje@gmail.com
FIN
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