Huguito y Las Pistoleras por la Ruta de los 7 Lagos (ENE/2008)

Después de mucho meditarlo me decidí y me fui a realizar una travesía por los 7 Lagos con mi mujer y 3 amigas, SI, yo solo con 4 brujas. Varios amigos de decían sos un Santo. O me decían sos un Boludo. Bueno, no sé.
Una vez que consensuamos el recorrido y los lugares a visitar (donde dice consensuamos, léase se hace lo que Yo digo y punto), y hasta les di un listado de ropa para llevar y las recomendaciones del equipo a cargar, y por sobre todo, la forma de ubicarlo sobre la bici (por supuesto, desoídas por la mayoría).
En fin el día llego y partimos rumbo a San Martín de los Andes.

13 de enero – SMA (Recorrido: 10.700 km)
Al fin llegamos, convencimos al encargado para abra que el depósito y nos entregue las bicis, -los domingos no se trabaja-, me había dicho, y ahí sí, primera controversia, vamos a camping o cabaña¿? (cabe destacar, una de las consignas eran 14 días en carpa), luego de algunas indagaciones sobre precios de cabañas, resolvimos unánimemente a favor del camping, dado nuestro profundo amor a la naturaleza (de la guita, dice moni).
Luego de 5 Km. + la aplicación del índice CER, o sea unos 7 o 8 Km. Llegamos al Camping El Molino, que bueno ¡! Por suerte contábamos con parcela reservada, con la debida antelación a Estanislao.
-Hola Buenas el Señor Estanislao-, pregunto
-No, Estanislao no tiene nada que ver con el camping-, contesta un joven a cargo.
Después de enviarnos varios mail, resulta que este tipo no tenía nada que ver con el lugar, administraba el restaurante y no fue capaz avisar, terminamos armando las carpas donde pudimos, a dos cuadras de los baños. Cada noche Mariana sumaba unos 2 Km., más a pie a lo recorrido a diario para efectuar sus necesidades y siempre con su neceser a cuestas (léase chusmea Mónica: bolsa de nylon conteniendo, papel, toallas, tampones, desodorante, apoyaculos descartable, etc., etc.). Cual equeco en versión femenina y rubia.
Para sorpresa y alegría de Mariana los detalles de su nueva carpa causaron sensación en el grupo (ah, -pero no tiene ventana-, acota Mónica, víctima de una profunda envidia).
Pocos días después comprobamos su efímero amor.
Che, que almorzamos¿? El primer personaje a descubrir fue la dueña de la rotisería, que mientras nos proveía nuestro sustento (milanesas con rusa) nos comento como al pasar desde atrás del mostrador con su delantal de cocina, que era maratonista, participante de incontables carreras de aventura, tetratlonista, etc., etc. Que nos dejo a todos con la boca abierta, aunque pronto la llenamos con sus panes caseros.
A cambiarse que nos vamos de city tour, Moni y Gra bajan caminando, los demás más vagos esperan el colectivo. Nos juntamos y nos separamos a la búsqueda de los primeros souvenir. A la hora de la cena, nos volvemos a juntar para saborear unas pizzas con jamón de ciervo, café en Abuela Goye y taxi al camping para un sueño reparador (nos encontramos con unos nuevos vecinos de carpa, que se empeñaban en probar la puerta de su auto a las 3 de la mañana y a los que Ceci debió educar)

14 de enero – Cerro Bandurrias (Recorrido: 37.750 km)
Arriba que vamos al Bandurrias, pero primero debimos visitar las bicicleterias del lugar para concertar un service que repare el “service” efectuado a la bici Mariana.
Por suerte nos encontramos con la gente de Adventure Store, que inmediatamente la dejaron manejable, aunque deberíamos volver.
Bueno, ahora si allá vamos…, estábamos por cruzar el puente sobre el Arroyo Pocahullo, cuando Mónica rompe su alforja, debiendo hacer un intercambio de alforjas con Ceci (que tiene un mejor porta), vamos de nuevo buscando la calle Las Mutisias donde comienza la subida….pongan plato chico (grito) y trac trac…la cadena de Cecilia que se rompe (acotación siempre molesta e inoportuna de Mónica),
-no trajimos cortacadenas-, respuesta mía:
-si traje…pero la deje en la carpa-, vuelta a la bicicleteria con las orejas Cecilia ardiendo de escuchar mi remanida frase, -te dije que pases el cambio antes, te dije que pases el cambio antes, bis bis…-, listo ya está arreglado, (jodas aparte).
Ahora SI, salimos, a trepar, trepar, pasando por los miradores, hasta llegar a la casilla de peaje mapuche, primero al mirador bandurrias, donde se aprecia una hermosa vista de todo el Lago Lacar y la Aldea, ahora, hacia la derecha del peaje por un hermoso camino sinuoso en medio de un bosque autóctono para arribar a Playa Blanca, hermosa playa escondida que ameritó las primeras zambullidas de Gra y Ceci, mientras Moni y Marian preparaban el nutritivo y equilibrado almuerzo, consistente en pan casero, queso, salame y gaseosa. Ronda de mates y a disfrutar de la vida.
La partida fue en 2 tandas hacia la ciudad. Moni y Marian al service y al shopping, los demás un poco mas de disfrute y bajada a la ciudad y también al shopping. Una vez reunidos vuelta al camping, duchas y cena en el restaurante de nuestro bien ponderado “Estanislao” con menú de pastas, condimentadas con pequeños cambios de opinión acerca de la situación indígena, el IVA, el turismo y el incremento del ABL (si, todo eso, aunque no se crea). Noche de camping con Mariana rezongando por la incomodidad.

15 de enero – Lago Lolog (Recorrido: 35.780 km)
Desayuno y a pedalear para un asadito en el Lolog, (según Mónica el apocope “lo g” es por lo grandes de las trepadas, que al final valen la pena), la salida es una trepada en caracol, se pasa por terrenos del ejercito, hasta llegar al otro lado del cerro.Luego que se pasa el puente la vista espectacular del lago y un restaurante muy coqueto.




El lago nos recibió con mucho viento, detrás de unos árboles tomamos unos mates, y antes que se nos muera congelada alguna, optamos por repararnos en el restaurante. El almuerzo fue de sándwich y una siestita reparadora. Cuando me despierto estaba solo con Gra, las otras se habían ido a Playa Bonita en la otra parte del Lago, sacudo la modorra y partimos al encuentro. Llegamos a la playa y nada, volvemos al camino y nada. Donde se metieron¿?. Cuando aparecen nos cuentan que por andar tan rápido, nadie vio la playa y siguieron por un camino que no lleva a ninguna parte, hasta que 2 Km. después se dieron cuenta y volvieron. Tarde de mate con galletas caseras en la playa y vuelta al camping por un camino alternativo pasando por Amigos de la Naturaleza. A poco de llegar, Mariana decide que su carpa hasta ayer hermosa ha dejado de ser confortable y opta por una cabaña del otro lado de la ruta.
Duchas y asado al horno con papas, pan casero y un kilito de cerezas o algo así, en lo de Argentina la tetratlonista y a dormir.

16 de enero – SMA a Lago Hermoso (Recorrido: 48.710 km)
Ahora si, a levantar campamento, comienza la travesía por la RN 234, más conocida como La Ruta de los 7 Lagos (y las siete mil trepadas, acota Moni), al comenzar muchas
fotos con alegría y pura adrenalina. Mi recomendación -no se pasen del cruce a Chapelco, nos vemos ahí-, la realidad fue que nos veríamos como 20 veces antes de llegar al mencionado cruce, al tiempo que comenzaron los insultos, “algo le pasa a la puta bici, que esta tan dura¿?”, “donde mierda esta el cruce a Chapelco¿?”, “cuanto falta para Arroyo Partido¿?”, y tan solo eran 14 putos Km. de trepada, así fuimos subiendo, y subiendo, y subiendo, llegamos a Paihuen, bueno, solo faltan 10 y seguimos subiendo. Yo siempre a la retaguardia, mi buen entrenamiento me lo permitió. Son las dos de la tarde y el Sol que nos parte la cabeza, las encuentro esperándome.
Viendo la hora les digo -vayan mirando, cuando encuentren alguna sombra paramos a comer-, –Ok-, me contestan, y parten, voy recuperando el aliento mientras me fumo un pucho, ya no las veo, apenas puedo subir a la bici, debo continuar subiendo. Después de parar varias veces, veo las bicis al costado de la ruta, llego caminando. Ya tenían el almuerzo deportista preparado, consistente en la ya repetida combinación de salame, queso, pan casero, fruta...y siesta.
Bueno, sigamos, a unos 300 mts. aparece el puto Arroyo Partido, hoy transformado en camping de mochileros, muy interesante pero pasamos de largo, de pronto se presenta el Lago Machonico y un poco más adelante su mirador, donde volvemos a juntarnos. Fotos del grupo y SIIII comienza la bajada. Dejo que salgan primero y poco a poco las voy pasando demostrándole como se anda en bici. En el mirador vi el cartelito, pero este me sorprende, freno de golpe y Marian que venía pegada, casi me come.
Allí estaba AUCAS, cafetería, a medida que se aproximan les hago señas para que entren, una hermosa cabaña con estanque y peces que nos sirvió de reposo mientras deleitábamos unos refrigerios (Bah unas birras, pero artesanales), (acotación de Mónica: Dice que acá comprobaron mi destreza en la bici, jamás me caí durante el recorrido, pero que todavía no domino bien la reposera de lona…). Ya más relajados volvimos para hacer los últimos 10 Km., todo en sube y baja, hasta la tranquera de entrada al Lago Hermoso, donde comienza los 2 Km. al Lago, tomados con el metro de goma porque son interminables.
Este Lago hace honor a su nombre, pero todavía falta para el camping, al llegar nos encontramos con ”una bosta”, antes era agreste, ahora es igual pero cobran 17 mangos, veamos las cabañas, y of course, Mariana ya había conseguido lugar en el Refugio Winka Mawida, y nos informo con un -yo me quedo acá, hay cama ¡¡!!-
Si, es así, no hay lago, ni río, pero hay unas camas y un poco de agua tibia para bañarse o para practicar la vertical, para lavarse por sectores con un duchador fijo...pero….¿hay comida?
Para la comida hay que esperar a Juan, el dueño. Mientras tanto unos chicos que este dejo a cargo nos hacen lugar. Aprovechamos para tomar unos mates, mientras se va haciendo la noche.
Con las últimas luces llega Juan, luego de presentarnos me cuenta que nos puede hacer unos chorizos y pizzas, a lo que acepto. Rato después llegan otros ciclistas que salieron de SMA a las 5 y media de la tarde y llegaron poco después que nosotros, que salimos a las 11:30, se ve que su entrenamiento para sacar fotos es mejor que el nuestro.
A la luz del fogón van saliendo los choripanes y luego las pizzas, que desaparecen rápidamente en la oscuridad de la noche. El lugar no tiene luz, ni generador, Juan dice que no lo necesita para vivir en paz.
Por aquí tampoco hay onda para los celulares, Mariana y Cecilia comienzan un largo peregrinar.
Con la panza llena y en la oscuridad total nos fuimos a dormir.

17 de enero – Lago Hermoso a Pichi Traful (Recorrido: 28.000 km)
Somos los primeros en levantarnos, Gra prendió la cocina a leña y calentó el agua para el mate.
Con los alimentos que quedaban emprendimos una caminata que nos llevo a la cascada del Río Hermoso y luego al muelle del Lago, donde desayunamos, mientras fascinados gozábamos del lugar, en compañía de las truchas danzando a nuestra vista. Volvimos para cargar las bicis y partir, Juan ofendido por nuestra pronta partida se negó a cocinar pan.
Pensábamos que podríamos conseguir pan y salame, en el snack-bar que se encuentra en la ruta, pero tan solo café y unos alfajores.
En fin hay que conformarse.
Un hermoso camino nos llevo de valle en valle, hasta el Mirador de la Cascada Vulignanco donde Gra sorprendida por el hermoso lugar compro otro terrenito, rechazando la ayuda de un caballero en el apuro para que yo no la vea.
Llegamos a Población Urrutia, fue como llegar al almacén, el queso todavía crudo (recién hecho) pero el pan estaba muy bueno.
Bajada y a nuestra izquierda el sensacional Lago Falkner con su otrora camping agreste, ahora transformado en un complejo de turismo aventura, donde para dejarnos entrar a comer nos querían cobrar 7 mangos por cabeza. Tan solo una gaseosa y salimos a buscar una entrada publica más adelante.
Que vista espectacular tiene este Lago con una playa de arena, Gra dejo la bici y se mando al agua, mientras ella chapoteaba, el resto de las chicas prepararon el almuerzo. Una siestita a la sombra para reponer energías¿?, y otra vez a la ruta. Una dura subida con vista al Lago Villarino con el fondo de los Cerros Nevados y una tormenta allá arriba que nos hacía llegar sus vientos helados, fue la despedida del asfalto, que nos sorprendió con un alucinante descenso de varios Km., que baje a 53 Km./h en medio de una nube de polvo y piedras, previa frenada para sacarnos una foto en el mirador del Lago Escondido y nos dejo en el puente Bailey sobre el Río Pichi Leufu y a metros del camino de entrada al camping del mismo nombre.
Un enorme camping a orillas del brazo norte del Traful, con muy hermosas vistas y gran playa.
Luego de unas 3 horas deliberando, las mujeres decidieron enclavar las respectivas carpas quedando la de Moni y la de Marian juntas, mientras la nuestra unos 8 mts detrás. Listo a bañarse, para ello hay que sacar una ficha que sale 5 pesos y sirve para 6 minutos de agua caliente.Como había una cola de 10 personas adelante, Moni saco la siguiente conclusión para NO bañarse: “la ficha dura 6 min. de agua, más otros seis para sacar y ponerse la ropa, que hace un promedio de unas 2 horas de cola, y por un día sin bañarse, nadie diría que no soy limpita, carajo¡! No voy a perder 2 horas de mi vida”, fin del pensamiento.
De cena, continuamos con la dieta rigurosa, ósea lo que hay, sándwich de mila y pizza. En fin a dormir, a Ceci te toco dormir en la carpa de moni y se escucho el siguiente relato:
-toy aburrida, toy aburrida-, decía Ceci,
-Bueno dormí, mañana seguro tendrás señal-, la consolaba Moni.

18 de enero – Pichi Traful a Villa Traful (Recorrido: 50.800 km)
Levantamos campamento, mates, queso, restos de pizza, a la vista matutina del Lago Traful. Nuestra meta Villa Traful, a solo 50 Km., los 23 Km. hasta llegar al empalme con la RP 65 fueron un calvario de transito, polvo y ripio, pero lo más bonito fue cuando comenzamos a subir hasta Portezuelo. Me habían contado de la pared a traspasar, ahora todos la vivimos en carne propia, mas de 2 horas para llegar hasta un cartel que indica que estas a 950 msnm. en apenas 5 putos Km. Luego bajadita y a empezar un subibaja que nos fue matando, cuando ya no dábamos mas paramos a descansar y comer y otra vez al subibaja hasta llegar a Puerto Arrayán, donde encontramos un reparador camping con bebidas frías y descanso en sus playas. En una de las últimas bajadas la que paro a comprar lote fue Moni, según ella zafó por lo mullidas de sus alforjas.Vamos que solo faltan 15 Km. y encabezo la marcha solo hasta la primera subida.
Se viene la bajada y la que para a comprar lote en Ceci, que se pego duro en la muñeca torciendo manubrio y llantazo (alguien acotó menos mal que tiene la otra para usar el celu). Ya está llegamos, cartel Villa Traful, triunfantes sacamos foto de rigor, pero sigue y sigue el sube y baja hasta llegar propiamente a la Villa, mientras al unísono nos preguntábamos -donde mierda están los camping¿?-, una voz clamaba -a cuanto la cabaña¿?-.
Era lógico que la primera en descubrir el Refugio Pablo Sieger, bah, mas fácil, lo de Lilen, fuera Mariana con un olfato especial para conseguir cama a bajo precio, y esta además tenía cocina, baños limpios, ducha caliente y lo mejor: lavarropas!!!. No me gustan los albergues pero al ver el lugar y constatar que estábamos solos, accedí.

19 y 20 de enero – Villa Traful (Recorrido: 0 km)
El cansancio era extremo y decidimos tomarnos un día libre que a la larga fueron dos, las chicas optaron por hacer trekking al Arroyo Blanco y a la Cascada Coa-co, mientras yo me dedique a la vagancia total, ah sí, también limpie y engrase las bicis.
Esa noche se decidió que deberíamos conseguir una camioneta que nos lleve hasta el cruce con la Ruta de los 7 Lagos, para desde allí seguir pedaleando.
Para eso nos pasamos todo el domingo esperando a un tal “Elvio”, que nunca apareció. Moni y Gra viendo como venia la cosa, decidieron preguntar en el destacamento policial y estos le señalaron a nuestro salvador, “Don Coila”, arreglando para que pasara a rescatarnos el lunes por la mañana tempranito.
Durante estos días Gra y Ceci nos deleitaron con sus dotes culinarias, cocinando fideos guisados con pollo y bifes a la portuguesa, mientras Mariana, con sus artes en el lavado de platos, eso sí, no se podrá decir que no toma las cosas al pie de la letra, dijo platos, no ollas, comenta Moni.

21 de enero – Villa Traful a VLA (Recorrido: 34.300 km)
Por fin nos vamos, si bien fuimos muy bien atendidos por Lilen (cuando soltaba sus herramientas), estábamos por sortear quien adoptaría a su hijito “Janni”.
A las 8 en punto apareció nuestro Mesías y rápidamente subimos las bicis y los bultos (llámese personas), al fin logramos salir de este bellísimo y sobre todo “profundo” lugar, para ser depositados a las 9.30 hs en nuestra querida ruta (nunca tan temprano, ni que lo hubiesen tramando Moni y Gra).
El frío matutino apretaba, con las camperas puestas retomamos nuestro camino esquivando camiones y obreros, que nos miran con cara rara por lo temprano y lo distante del lugar de acampe más cercano, la subida al Lago Correntoso fue complicada, a la trepada se sumo el ripio suelto y la gran polvareda levantada por los camiones, el acceso a este lago se encuentra cerrado, el lugar ahora es privado y hay un juicio de por medio. El lago se ve entre el follaje de los árboles y sobre el puente del Arroyo Rucamalen.
Si lo anterior fue duro, llegar al Lago Espejo fue un calvario, a las piedras, al tránsito y al polvo se sumo el serrucho en subida, no sabía que era peor, pedalear o caminar.
Finalmente en una bajada alcance al grupo y me puse al frente, en medio de una ruta en construcción con paredes de piedras logre divisar la vieja entrada al Lago y al camping, ahora libre y muy pequeño por el desmonte del bosque autóctono. Fue una rápida parada para tomar unos amargos como la sensación que sentía al ver tal despropósito y a continuar. La vieja ruta fue modificada ya no pasa por la entrada del Resort Espejo Grande, ahora da unas vueltas con subidas y bajadas que te lleva al mismo lugar, la asfaltada RN 231.
Un camino serpenteante bordeando el majestuoso Nahuel Huapi nos llevo hasta su mirador con vistas panorámicas, luego cruzamos el Río Correntoso, el más corto del país y con más truchas y ya entramos a Villa La Angostura.
Había elegido un Camping sobre la ruta RN 231, pero cuando no, Marian, insistió en ver si conseguía alguna cabaña a bajo costo, cuando ya parecía que deberíamos acampar, volvió con la oferta de alquilar una casa en la que nos harían precio si nos quedábamos 3 días, lo que no dijeron, dice Moni, es que la estadía se debía compartir con media docena de gatos y con su olor, que hicieron las delicias de sus sueños.
Apenas instalados todas salieron para hacer city tour y shopping a full.
Por decisión mía la travesía había concluido, el pedaleo a Bariloche lo suspendí por peligroso, con Gra y Cecilia sacamos pasajes en micro para el sábado, desde Bariloche, Mariana tenía pasajes en avión para el viernes, también de Bariloche y decidió previa autorización de Freddy, enviar su bici por encomienda el miércoles por la tarde, así ya la tenía para el domingo, nosotros las enviaríamos también por encomienda pero el jueves, la gata flora de Moni seguía sin resolver. Después que echamos a los gatos nos fuimos a dormir.

22 y 23 de enero – VLA (Recorrido: 15.200 km)
-Donde vamos¿?-. Amanecieron preguntando mientras yo sacaba de la manga, -vamos al Mirador del Belvedere y a la Cascada Inacayal-. Salimos, subimos, bajamos, doblamos a la derecha, a la izquierda y como era lógico me perdí. Preguntamos le chingamos en una curva, vuelta atrás y ahora si vamos por el buen camino. Llegamos al camino de acceso y veo la subida, la mierda, llego a donde me estaban esperando y les digo: -yo me vuelvo, estoy descompuesto-. O como luego diría Moni, léase, -me cago- y para sus adentros -me cago de risa, ustedes vayan y háganse las andinistas, yo no subo ni en pedo y disfruto de un día bien tranqui, me voy al centro y me tomo un cafecito a la sombra mientras disfruto viendo pasar a las turistas-.
Pero no todo me salió bien, siguiendo indicaciones aparecí en el centro como quería pero mientras tomaba el cafecito por la mala onda emitida por las brujas, mi rueda delantera se desinflo, 7 pesos mediante me la arreglan, pero ya no era lo mismo y decido volver a la casa a comer y ver tele.
De castigo, por la paz de la tarde, me obligaron a hacer un asadito.
Luego de desaparecer y aparecer, por fin Moni nos contó su decisión de volver con la bici en el micro a Bariloche y allí mismo tomar otro a Baires.
Ultimo día en La Angostura, hoy hacemos playa a full, pero nos toco un cielo totalmente nublado, los que quieren van en bici y los que NO caminando, por supuesto los que íbamos en bici llegamos primero, elegimos Playa Mansa y nos encontramos con un fuerte viento cruzado, esperamos a las caminantes y cambiamos por la Brava, mas reparada. Entre pito y flautas se hizo la hora del almuerzo (sándwich de carne del asado, fiambre, jugos).
Aburridos del viento decidimos volver, algunos a la casa y la de siempre al shopping aprovechando el despacho de la bici.
Siestita reparadora y a prepararse para la cena de despedida en Chop Chop, con tablas de fiambres ahumados y mucha birra, siguiendo la tradición agrego agnolotis de salmón que comparto, postre a elección. Volvemos a echar a los gatos y nos vamos a dormir.

24 de enero – VLA a Bariloche (micro)
Me desperté en medio de un bolonqui, las brujas preparaban el desayuno y al mismo tiempo el equipaje, algunas salían corriendo ante la falta de un regalo.
Mónica se fue con su bici, Mariana ya estaba instalada en un bar leyendo y nosotros luego de despedirnos de los gatos y los perros, emprendimos las 5 cuadras en bajada a la terminal cargando las alforjas, puteando por no haber pedido un taxi.
Por suerte para Moni, vino un micro de baúl grande y despacho su bici y nosotros nuestros bártulos y subimos.
Mientras el micro transitaba por la ruta a Bariloche, nos cruzamos con ciclistas cargados, al ver cómo debían tirarse a la banquina fue una tranquilidad haberla suspendido, es un camino muy peligroso lleno de curvas ciegas y muchísimo transito alocado.
Por fin nos despedimos de la gata flora de Moni, y nos fuimos al "Sunset", un telo conseguido por la gracia de Ceci, a bajo precio.
Mientras Gra y la Ceci, salieron a la búsqueda de un laverap, yo me fui a almorzar y Marian descompuesta desapareció, (léase, de compras).
25 y 26 de enero - Bariloche
Mariana se fue temprano al aeropuerto y nos juntamos con Ceci para desayunar, el recorrido de hoy: Fiaca, mucha Fiaca y Sol en playa Bonita, para eso fuimos hasta la parada del colectivo pero como había mucha gente y ante la sugerencia de Cecilia nos tomamos un taxi.
Y así transcurrió el día lagarteando y disfrutando de las aguas transparentes del lago, hasta la noche cuando nos fuimos a festejar la finalización de esta buena travesía comiendo unos ricos platos regionales.
El sábado cancelamos la deuda y nos fuimos de shopping y a la terminal.
Total recorrido Travesía: 262.240 km
Video Salto Río Hermoso: http://www.youtube.com/watch?v=p4JAX7Y3hgw
Video Lago Hermoso: http://www.youtube.com/watch?v=7tKGZgiGjlQ
Video Playa Bonita: http://www.youtube.com/watch?v=G7at6toeyeI

Recomendaciones del grupo, surgidas de la experiencia en el camino:
· Bebidas isotónicas preferidas: cervezas artesanales y yerba “piporé”, se abandono el gatorade.
· Barras energizantes: bajo la forma de longanizas y salame en sus múltiples gustos (cerdo, cordero, ciervo, jabalí o sucedáneo)
· Carbohidratos: pan casero, queso crudo, tortas fritas
· Ingestas para transito lento: yogurt con cereal, cinco ciruelas, cinco mates fríos (todo ingerido al mismo tiempo)

Algunas frases escuchadas al pasar, recolectadas por Moni:
· que comemos? (todos)
· Gra; ésta es mi última travesía en bici (Hugo, a poco de partir de SMA)
· que comemos? (todos)
· yo me hago kayakista (Ceci, cada vez que veía un kayak, pensando en…)
· Malena me quería usar la carpa nueva, ni loca… (Mariana) y a los dos días:”cuando llego le regalo la carpa a Male y a Eze”
· que comemos? (todos)
· me voy a comprar unos regalitos (Marian y Ceci)
· que comemos? (otra vez todos)
· me voy a comprar unos regalitos (Mariana)
· me falta para mi hermano, voy a la ciudad (Mariana)
· me falta para la familia de Eze (Mariana)
· me falta mi socio (Mariana)
· viene la bajada? (todos)
· quiero hacer pis! (85 veces Mariana, otras 85 entre Gra, Ceci y Mónica)
· tengo que lavar un montón de ropa (Mariana)
· Que me pongo: calza larga o corta? (Ceci)
· cuando empieza la bajada? (todos)
· cuanto falta para el asfalto? (todos)
· me cruzo a comprar unas remeritas (Mariana)
· Uy! Me falta para los chicos del taller (Mariana)
· no me subo nunca más a la bici (Cecilia, en subida al Inacayal y cumplió)
· yo me hago motoquera…(Mónica, a poco de arrancar mientras era pasada por moto-turistas)
· Gra, y si nos compramos un motorhome? (Hugo)
· me tendría que comprar un cinturón para las bombachas nuevas (reflexión surgida ante la imponente vista desde mirador del Belvedere)

PD: Doy las gracias a todas las brujas por los buenos momentos que me hicieron pasar, y por los malos también (fueron muy pocos). Esta travesía la arme con zozobra dudando de cómo íbamos a congeniar con tanto carácter distinto, las circunstancias y el camino hizo que no saliera como lo plañe, a medida que avanzábamos los lugares de descanso fueron variando, no por nuestra culpa. Si a alguna la rete más de la cuenta pido perdón, pero siempre fue por miedo a que les pasará algo malo.

Hugo Nacarado
Enero-2008
Con la incontable colaboración de Mónica Costa y la infaltable revisión de Gra.

FIN

1 comentario:

Patricia Goicoechea dijo...

Qué lindo relato Hugo!!
Realmente da gusto leerlo a pesar de lo extenso que es, por lo ameno, divertido y sencillo texto, en un tono tan coloquial que resulta sumamente claro y pintoresco. Me rei mucho con algunos pasajes y conociendo los lugares por donde anduvieron ustedes realmente uno se da cuenta de que bién pintada queda cada escena contada.
Gracias por compartir tan interesante relato. Reciba mis felicitaciones!! y un afectuoso saludo para Ud y sus acompañantes de viaje :)
Patricia.