Mi mamá decía “cuando una cosa empieza mal, difícilmente cambie”.
Cuando decidimos hacer el cruce de los Andes por Las Cuevas en el 2008, eran 4 mujeres (Gra, Cecilia, Mariana y Mónica) y Yo, cuando todo estaba casi listo, y solo faltaba comprar los pasajes, una, no diré cual, tuvo problemas monetarios y a último momento cambiamos para hacer la “Ruta de los 7 Lagos” por ser más económico, que a la larga resulto igual de caro ya que cuando pudimos en vez de acampar, alquilamos cabaña y hasta casa.
En el 2009 el cruce, pasó al olvido y nos fuimos al Uruguay. Pero en el 2010, volvió a resurgir con fuerza y comenzaron a agregarse varios integrantes nuevos, como novios, amigos del interior de Buenos Aires, amigos del exterior como ser uruguayos y hasta del Ecuador, y parientes de Chile que cruzarían en Bus para volver en bici.
Así fue como volvimos a remarcar el camino cambiando etapas, distancias, y comenzamos a entrenar.
Una de las participantes decidió que era su momento de realizar con anticipación una competencia de mtb, (la transpatagonia), carrera que se realiza cruzando 2 veces la cordillera por los pasos de HuaHum y Calirriñe, y que llevo al grupo a retrasar la Travesía por superposición de fechas. Al poco tiempo ya eran varios los que habían decidido también correr esta carrera, bajándose ya una integrante por falta de vacaciones, mientras otro integrante un día nos decía una cosa y luego otra, al punto de enterarnos el mismo día del viaje de su no concurrencia.
En los entrenamientos comenzaron a haber distintos puntos de vista, los que entrenaban para una carrera y los que entrenaban para una travesía cicloturística.
Una de las participantes comenzó a tener dificultades laborales, y debió bajarse del grupo, inmediatamente y en cadena también se bajaron su pareja, su pariente chilena y su amiga ecuatoriana, por lo que el gran grupo quedo reducido solo a: Mariana y Ernesto (uruguayo), que luego de la carrera se juntarían con nosotros en Potrerillos, achicando la travesía en una etapa.
En noviembre de 2009, compramos una camioneta y con Graciela decidimos irnos un par de días antes y mientras esperábamos a los Bikers, disfrutar de las Termas de Cacheuta, localidad próxima al lugar de encuentro.
Para enero de 2010, la mamá de Graciela tubo una recaída, en su débil estado de salud, que hasta último momento nos mantuvo en la duda de viajar o no.
Decididamente el sábado 13 de febrero y sin entrenamiento, a las 8AM partimos con la camioneta, cargada de bicis, alforjas, bolsos y reposeras, con rumbo a Mercedes, San Luis, inicialmente y al otro día hasta Cacheuta, Mendoza. Apenas subimos a la autopista 25 de mayo, comenzó a llover, en Lujan creímos que la tormenta había pasado pero desde Carmen de Areco la lluvia nos acompaño hasta cruzar la provincia de Córdoba, casi 600 km de lluvia y spray, para mí que hacía más de 15 años que no manejaba en ruta y teniendo que pasar camiones. Pero bueno, a eso de las 5 de la tarde llegamos a Mercedes, luego de dar un montón de vueltas encontramos un hospedaje donde pasar la noche, una vez en la habitación me tire en la cama y dormí una profunda siesta que me saco los nervios y el estrés del viaje, levantándome con hambre.
Como era sábado de carnaval, el restaurante del Hospedaje cortaba la calle poniendo mesas y armando un show artístico.
Elegimos cenar parrillada con birra, luego mientras disfrutábamos del espectáculo en la calle, apoyados sobre la pared del restaurante, Gra dijo como al pasar, -estoy mareada- y acto seguido se desmayo, deslizándose de entre mis brazos hasta quedar sentada en el suelo, inconsciente. Entre mis gritos y sopapos, la gente comenzó a rodearnos. Salió uno de los mozos que había sido testigo desde el interior, avisándome que ya había llamado a la ambulancia. Como Gra seguía sin reaccionar, una de las personas me pregunta, -porque no la entramos-, ya que estaba sobre la vereda, mientras yo la tome de las axilas, un señor la tomo de las piernas y una señora grandota ayudo tomándola de la cola y la entramos al salón donde los músicos entraban en calor, sentándola en una silla y mientras Gra volvía en sí, un músico se saco la campera para abrigarla. Con una vocecita Gra me dice que está mejor, que la lleve a la habitación y una vez que pudo con mi ayuda levantase, medio caminando y medio a la rastra llevamos a la puerta. Antes de entrar Gra me dice -voy a vomitar- y acto seguido se agacha sobre una maceta y larga parte de los chinchulines que había comido. Entramos directo al baño y siguieron el chorizo, el vacio y hasta el cordero, por un lado y por el otro. Logramos llegar hasta la cama acostándose temblorosa.
Mas o menos a la media hora llego la ambulancia interrumpiendo el show en la calle, entro el médico y el enfermero, y luego de revisarla, decreto descompostura por el estrés del viaje, (o borrachera para los de afuera) se ofreció a inyectarle un calmante para los vómitos, pero Gra se negó aludiendo que esto haría que al día siguiente no se encuentre en condiciones de seguir viaje, entonces el médico recomendó dieta líquida por 24 horas y se fue.
Al día siguiente nos levantamos temprano, Gra se encontraba algo mejor, mientras yo me preparaba, hizo café para mí y ante mi sugerencia ella se preparo un té de coca, que la recompuso como para seguir.
Y así salimos de Mercedes, con buen tiempo climático y llegamos a la ciudad ahora “Gran Mendoza” y luego de dar mil vueltas localizamos un Centro de Información Turística en la terminal de micros, a la cual llegamos de casualidad luego de perdernos varias veces en la infinidad de autopistas que cruzan la ciudad.
La información era dar varias vueltas hasta subir a una de estas autopistas que corre hacia el sur del Gran Mendoza y seguir los carteles, el asunto es que nunca apareció un cartel que nos diga Cacheuta, así que decidimos parar en una estación YPF, donde me informaron que nos pasamos, pero había una solución, salir en el próximo cruce y buscar el camino a la Destilería, que nunca vimos.
Esa salida era precisamente la RN7 y luego de hacer Kms y Kms, aparece el cartel “Potrerillos”, lugar en el que debíamos reencontrarnos con Mariana y Ernesto pero dentro de dos días, nuestro mapa indicaba que este poblado y Cacheuta se comunicaban por un camino interior, por lo que decimos ingresar y tomar ese camino.
Luego de varias vueltas paramos en el cuartel de bomberos donde nos informan que al llenarse el Dique de Potrerillos, allá por el 2004, la ruta, el pueblo y hasta la vieja estación de tren quedaron bajo el agua, cortando toda comunicación, y que la nueva ruta pactada y que debía estrenarse en 2007, todavía estaba en veremos, así que la única solución era volver sobre nuestros pasos o ruedas.
Decidimos quedarnos para ver como era el poblado, y arreglar donde dejaríamos la camioneta luego de partir en bici.
Nos encontramos con un lugar muy cercano a la Gran Mendoza donde los fines de semana llegan una infinidad de visitantes, acampando por cualquier lado, y lleno de negocios que les ofrecen comidas, souvenir y hasta baño, pero por la tarde del domingo desaparecen los visitantes y también los negocios y sus comerciantes.
Las cabañas que dicen estar en el poblado, están a varios Kms de la entrada y por caminos que suben a la montaña. Ante esta situación decidimos acampar en el camping del ACA, donde nos permitirían dejar la camioneta a seguro y hacer la travesía, y luego de varias vueltas, a 7 Kms de la entrada encontramos unas cabañas donde podríamos juntarnos.
A la mañana siguiente con Gra ya recuperada, decidimos mudarnos hasta las Termas, mientras lleno el tanque de la camioneta, le pregunto al playero y este me informa que los micros que vienen de Chile no tienen autorización para ingresar a Potrerillos, y que en la ruta no se puede hacer carga y descarga, y no sabe si en Uspallata los micros entran. Bueno con esta info, veremos si podemos bajar con las bicis en Uspallata y hacer el camino pedaleando hasta encontrarnos con nuestra camioneta o de lo contrario tendríamos que seguir a Mendoza, dejar las bicis donde se hospeden Mariana y Ernesto y volver en micro hasta este poblado para buscar a nuestro vehículo, un verdadero despelote.
Y seguimos sumando.Tomamos la ruta RN7, sobre nuestros pasos, esta vez logramos descubrir el desvío, y doblamos, unos pocos Kms y el camino se corta en T, como no hay cartel, preguntamos, respuesta: -doblen a la derecha hasta la rotonda, doblen a la izquierda hasta la rotonda y doblen otra vez a la izquierda y desde allí sigan la cartelería-. Todo bien hasta que llegamos a otra rotonda que no estaba en los planes, volvemos a preguntar y por fin nos informan una salida y luego de unos Kms aparece el hermoso cartel “CACHEUTA”, al fin, vamos pasando complejos de cabañas mientras subimos la montaña hasta que por fin veo el puente de entrada a Cacheuta, directo a las termas, quiero estacionar, al sol 15 pesos, a la sombra 20 mangos, entrada 20 pesos el día.
Primero buscamos alojamiento: cabaña para dos, 220 por día, volvemos por la ruta único camino, y nos quedamos en el camping, 45 por día, chiquito y tranqui.
Luego de armar la carpa, volvemos caminando a las termas, donde descubrimos un lugar hermoso, enclavado entre montañas, con agua termal caliente y fría, con mucha alegría, donde pasamos el día.
En el camping mientras tomábamos mate nos damos cuenta que no hay señal de celular, el encargado no comenta que deberíamos salir por la ruta hasta doblar la montaña, unos 4km, agarramos la camioneta y salimos, al tiempo los celulares comienzan a sonar.
Información recibida:
- Lautaro todavía no nació, Caro sigue aguantando,
- Mariana y Ernesto, esa noche toman el micro con destino a Mendoza, terminaron la carrera y salió todo bien,
- La mamá de Gra sigue estable,
Bueno todo ok, volvemos al camping para buscar la cena, que a las 21 cierran todo y se van.
Nuevo día de termas, nos hicimos amigos de una pareja con dos nenas en el camping y pasamos el día juntos en las piletas, como ellos ya se iban para San Juan nos despedimos en la salida. Descubrimos un boliche entre el berenjenal de casuchas cercanas a las termas y a la noche volvimos a cenar pizza. Previamente pasamos a levantar mensajes,
- Caro sigue en la dulce espera, Diegote está en su casa y Agostina está cada vez más mimosa,
- María sigue bien, Gloría se enoja y le dice a Gra que se deje de joder y no llame más y que disfrute de sus vacaciones.
- Con los chicos se complica, ellos llegan esa noche pero las bicis recién mañana a las 10,
Despues de desayunar, levantamos campamento con destino a Potrerillos, salimos, cuando aparecen los primeros sms, nos enteramos que las bicis no venían ese día, recién al otro día, decían. Cambiamos destino, bajamos otra vez a la Gran Mendoza.
Luego de circular por varias calles inencontrables en el plano, el destino nos llevo por una esquina, donde hay una estación de servicio que ya habíamos pasado, en nuestra visita anterior y nos habían indicado como llegar a la terminal de micro, lugar de encuentro con Mariana y Ernesto. Mariana nos recibe llorando y nos pone al día con las noticias, de las bicis no se sabía nada, en un momento les decían que estaban en viaje, en otro les decían que todavía estaban en Neuquén.
A las 18 se sabría, buscamos alojamiento y nos quedamos en un Hostel. De mala gana aprovechamos el día y pagamos un city-tour en bici por la localidad de Maipú con bicis prestadas, haciendo degustaciones en 3 bodegas y terminando con un asado y pileta.
Las degustaciones resultaron un fiasco, nos llevaron en camioneta hasta Bodegas López, una conocida bodega de vino bueno pero no tanto, luego de presentadas las desastrosas bicis, haciendo unas 10 cuadras llegamos a bodegas Giol, empresa fundida y hoy solo un museo de lastima.
Al entrar Gra se da cuenta que le falta el celular, uh se le cayó, pero donde, con el mío llamo y extrañamente suena pero no pasa al contestador, a Mariana le pasa lo mismo, nuestro guía sale para hacer el trayecto al revés, llega hasta López y vuelve sin haber encontrado nada, dejando aviso en la bodega. Terminamos el recorrido y salimos, en eso suena el celu de Mariana con un “sms” con la leyenda “llámame” con el número de Gra, llamo yo y una voz de hombre me dice haber encontrado el celular, roto como si le hubiera pasado un coche por encima, este señor saco el chip y se lo puso al de él ya que sonaba pero no podía atender, poco tiempo después se nos acerco una moto y el señor nos trajo lo que quedo del celular y el chip.
La tercera bodega resulto un bodrio que no recuerdo ni el nombre, y nuestra única conversación era de celulares.
Seguimos luchando con las bicis por varias calles hasta llegar a una hermosa quinta donde nos esperaban con asado y pileta, y donde también estaban los dos holandeses del grupo, que no quisieron andar en bici y los trajeron directamente de López.
Nos metimos en la pileta disfrutando de la hermosa y caliente tarde, hasta que nos avisaron que el asado estaba listo. Mientras comíamos disfrutamos de una linda conversación con esta pareja homosexual de europeos y con una pareja de chilenos y lo que parecía una salida común pasó a ser un lindo recuerdo.
Hoy llegan o no llegan, Mariana y Ernesto salieron temprano para Andesmar con la esperanza de reencontrarse con sus bicis, poco tiempo después Mariana llama informando que los siguen verseando, y con seguridad nadie sabe donde mierda están.
Llega otro “sms”, es Diego nació Lautaro.
Nos ponemos a conversar con Gra, y estamos repodridos, esta provincia nos trato para el culo, y resolvemos informarles a los chicos que nos volvemos para casa, y que esta Travesía quedo cancelada. Después de consolar a Mariana, armamos los bolsos y los convencemos para que se queden con lo necesario y lo demás se lo traemos nosotros.
Y así nos volvemos de Mendoza, sin el Sol y sin el buen vino. Donde todo nos fue esquivo. Donde me quedo una gran desazón, no por haber cancelado la travesía, sino por no haberla cancelado antes de que comenzara, en el mismo momento en que los participantes se bajaban y haber hecho otra cosa por nuestra cuenta.
Hugo Nacarado
Febrero 2010
Nota 1: Las bicis recién fueron entregadas 3 días después de que nosotros nos volviéramos.
Nota 2: Como lo cuento en la siguiente Travesía, estábamos en Saldungaray, un pueblito de la pampa húmeda, cuando suena el celu de Gra, y era una llamada de su compañera Paola, preguntando si estábamos en Chile, y allí nos enteramos del terremoto.
Y pensar que mi idea era una vez llegados a Valparaíso tomar un micro para conocer Santiago.
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1 comentario:
Hola Hugo. Leo su nota y siento verguenza ajena. Soy mendocino y me estoy entrenando para hacer el cruce el fin de semana largo del 8 de diciembre.
Pasaron muchas cosas negativas en su frustrado cruce y le pido no se desaliente. Un consejo es "informence" hay mucha gente que hace el cruce y que viene a mendoza. Cuando ley lo del tur de las bodegas, eso pasa a menudo, ya que es un salida "economica" y la venden como las mil maravillas, hoy en dia hay mil bodegas 100 veces mejores, por eso mi consejo siempre es Informarce....
Nuevamente le pido disculpas por haber sido mal recibido por mis coterraneos y si tiene en mente esa travesia, no deje de comunicarse a mi mail y lo ayudare en lo que quiera como donde parar, tanto en ciudad como en el trayecto a Chile...
Saludos.
Martin.
martin_senatore@yahoo.com.ar
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