PORTO DE GALINHAS – BRASIL


 Agobiados por el mal tiempo y las lluvias, Gra decidió que a Mardel no iba. Yo venía recibiendo en el FB propaganda de Despegar y me metí.
Así fue como apareció Porto de Galinhas en el norte del Brasil, cerca de la línea del Ecuador. Gra llamo a la sobrina brasilera que tiene, que justo conocía el lugar y había estado hace poco y nos habló maravillas del lugar.
Volvimos a la compu y decidimos tomarnos una semanita, que luego resultó poco. La oferta de Despegar con aéreo (LAN y TAM) y hotel 4 estrellas, en 18 cuotas resultaba muy tentadora y compramos.

*Preparativos:
Lo de siempre, que llevamos y en que lo llevamos. Luego de una discusión, la cual gane (Grande Huguito), viajaríamos con una sola valija para despachar y dos mochilas para subir a la cabina. Ojotas, zapatillas, remeras, pantalones cortos y mallas, que más hace falta en el paraíso.
*Cambio, Cambio:
Gra hablo con su contador, le pasamos los ticket y los voucher y nos autorizaron la compra de reales, que cambiamos en el Ciudad. Eran tan pocos que llevamos algunos dólares ahorrados.
*En zona VIP seguro se puede fumar:
A las tres de la matina, la remisera, que Gra usa cuando viaja para el Ministerio de Salud, nos pasó a buscar, hicimos el Check-in en unas compus de LAN, a eso de las 4AM despachamos la valija. Ahí nos enteramos que la promo incluía asientos en zona Ejecutiva e ingreso a la zona VIP, (que tul).
Gra quería ingresar para ver el Free-shop, y yo le decía –para que falta un chorizo-, pero en la zona VIP seguro que podes fumar, vamos, vamos, vamos.
Y bueno vamos, previa cola para pasar por Aduana, con foto y  huella digital, ya estábamos en el Free-shop, primera parada la óptica, a ver los anteojos de sol, Rayban: 300-400 verdes, Oakley: 400-600 verdes, sigamos, celulares: Samsung: 1.049 verdes, sigamos. Zona VIP, entregamos la  tarjeta, una señorita nos recepciona, yo inocente pregunto: ¿hay algún lugar para fumar? Que iluso. Nooo, me responde. Pongo cara de culo, la miro a Gra y ella me dice: Perdón.
Entramos a una cocina totalmente equipada con una mesa llena de comida, tipo desayuno continental, elegimos una mesa, Gra me trae un rico café de los de Nespresso, ella se sirve un yogurt, me levanto traigo 2 facturas, como todo y me voy a unos sillones donde me acomodo y me duermo (yo no había dormido). Me despierto sobresaltado con la llamada para abordar, 1º Escala Ezeiza-San Pablo, ahí espera y cambio de avión.

*Cidade, o mais grande do mundo:
Llegamos a la puerta de ingreso por el sector VIP, sin cola ingresamos, asientos 2D y 2F, suben los pobretones turistas, corren las cortinas que separan a la gente como uno con el resto, mientras ya carreteamos y Upsss, ya estábamos en el aire.  Después del versito –en caso de accidente las puertas, bla, bla,… las azafatas (bastante viejas y feas, pero cordiales) sacan el carrito y a desayunar estilo Brazuca, fiambre, tortas y hasta tortilla, a la cual Gra le entra (viene haciendo un régimen bastante extraño), con la panza llena me acomodo en la tremenda butaca y me duermo.
10:40AM ya estamos en San Pablo, bajamos rápidamente recogemos la valija, pasamos aduana, salimos a un enorme salón donde dejo a Gra y a la calle, la puta lo que es el vicio. Me junto con Gra y despachamos otra vez la valija, nos queda una espera de 5 horas para volver a abordar. Recorrimos todo el aeropuerto varias veces, hasta que decidimos almorzar en Pizza Hunt, y debutamos con el idioma y la comida. Hasta que llegó la hora de abordar.

*Ella aquí, yo por allaaaa:
San Pablo-Recife, estábamos en la fila cuando miro los boletos y quedo alucinado, de zona Ejecutiva a viajar recontra separados, Gra asiento 16B, yo 36E (al fondo a la derecha). Llego a mi lugar, guardo la mochila y le hago una seña al Brazuca que está en el pasillo y me siento entre dos brasileros, lógico el 90% era brasilero. Como no entendía un pomo, cerré los ojos y me dormí, los abrí justo cuando estaban repartiendo sándwiches y bebidas, comí algo seco y duro, tome mi vaso de coca y me volví a dormir, me despertó Gra que volvía del baño cuando ya descendíamos. Por fin bajamos, retiramos nuestra valija y a la calle, el sol ya se había puesto, le pregunto la hora a Gra, mientras prendo el pucho, ella llevaba los cambios horarios, -6 de la tarde- me contesta.

*La 11-14, después Zabaleta y por ultimo algún barrio de San Martín:
Como ella sabía todo, cruza una dársena para averiguar por el trasporte, mientras yo la sigo con mi segundo pucho. Se me acerca un coordinador, -taxi- me dice – a Porto de Galinhas, le contesto, -600 reales viaje seguro- me dice, veo que Gra está tratando de entenderse con el chofer de un micro y cruzo a la dársena mientras el del taxi me dice que es –peligroso- o algo así.
Subí que nos sale 16 reales, dice Gra, y yo me mando. Una señora hace de boletera, mientras Gra le paga ella dice algo así como dejen la valija acá que yo la cuido, mientras la agarra y la pone a su lado, buscamos asiento, es un bus medio destartalado por el uso y está a media luz, mientras pasaba todo esto ya habíamos arrancado.
El bus tomo por una avenida muy ancha bien iluminada pero muy vacía, íbamos por el medio a los santos pedos, llegamos a una ruta oscura y en un retome salimos, ahora íbamos como por una colectora, y así llegamos a un villerio donde las casitas subían por el morro, se veían muchas lamparitas y la gente estaba sentada en la calle bebiendo. Una vez que la cruzamos entramos en otra ruta y entramos a una zona fabril con muy poca iluminación y todo cerrado. Después de un tiempo entramos a otra colectora y comenzamos a pasar complejos habitacionales modestos, hasta que paramos en la puerta de una capilla, donde un pasajero compro un pancho y debimos esperar a que el panchero que estaba en la vereda lo sirviera y seguimos. Así llegamos a un barrio de casitas modestas y calles muy angostas, íbamos bien hasta que quiso doblar a la derecha debiendo esperar a que la familia que estaba sentada en la calle se levante y retire sus cosas. Ahora si volvió a tomar la ruta totalmente a oscuras por un largo rato hasta entrar a una rotonda y de allí luz a pleno y a los pocos minutos estábamos en el centro de Porto de Galinhas. La cola de taxis era larga, subimos al primero –Hotel Kembali- le digo, 15 reales me contesta.
Salimos de casa a las 3 de la madrugada, llegamos a destino a las 21.30 horas.

*Playa, Playa y más Playa:
17/11/2015 Anoche cuando llegamos nos atendieron muy buen y nos designaron la habitación 317, 3º piso justo la última de la izquierda, el Hotel se identifica como Arte-Desing, está pintado con colores exultantes, las puertas de las habitaciones de ese piso son color verde agua con unos enormes números color rosa, la habitación era blanca con la pared de la cabecera empapelada con unos enormes círculos multicolores con fondo verde-turquesa, una mesa con sillas blancas, mesitas de luz anaranjada y otra negra, un viejo espejo pintado de dorado. Un ventanal corredizo de pared a pared con cortinas de blackout todo en blanco separando el balcón y de ahí al paraíso del Mar. Lo único que habíamos podido hacer era sacarnos la roja del viaje, ponernos ropa más a tono y bajar para cenar y tomar un expreso en el jardín y a dormir.
Gra se despertó a las 6AM, el Sol daba a pleno, se puso la malla y bajo a caminar, yo me desperté como a las 7 y me asome al balcón, al rato la veo subir al jardín, me hace señas de que sube.
En Porto de Galinhas el Sol sale a las 4:30AM y se pone a las 5PM, a las 6PM ya es noche cerrada, amanece con 23-25 grados a las 10AM ya hace 29-31 grados y se mantiene así hasta medianoche, todos los días del año. La gente local lo que más usa es ropa de playa, remeras, ojotas y gorritos por el Sol. El agua del Mar está a unos 20 grados siempre, hay una fuerte brisa tibia con algunas ráfagas frías y agradables. Las nubes pasan constantemente, rara vez se quedan tapando todo el cielo, algunas veces caen 3 gotas y luego todo vuelve a la normalidad. Dicen que agosto es el mes de las lluvias, pero solo por las mañanas.
Ya eran las 8AM, hora de probar el famoso desayuno brasilero. Una larga mesa ocupaba el centro del Desayunador-Bistró, repleta de frutas extrañas y comidas también extrañas. Mientras Gra se deleitaba mirando yo me dirigí al fondo donde estaban las máquinas de café, la cafetera decía “curto” (corto) era como medio pocillo o “longo” era como un pocillo bien lleno, ahí aprendí, ponía una taza de café con leche, y apretaba longo y después curto y obtenía una taza respetable de café. Elegí una mesa, deje la taza y fui a la mesa, una fuente tenia croissant calientes (tome dos, eran chiquititos), pase a los fiambres tome tres fetas de queso, de “presunto” (jamón cocido)  y de una especie de lomito. Los croissants eran horribles, duros, secos y sin sabor, así que enrollé los fiambres y a partir de ese día deje las harinas. Jaja.  Gra iba y volvía con yogurt le ponía cereales, traía una taza con te, platos con quesos y fiambres (ya comente que esta con un régimen especial, nada de frutas, nada de legumbres), al rato vuelve con un huevo al horno dentro de una feta de lomito, muy rico. Sale el cocinero ofreciendo churros con dulce de leche, acepto, eran decrépitos, chiquititos, flaquitos y por dentro medio crudos, feos, vuelve el cocinero esta vez ofreciendo brownie, con un tremendo exceso de chocolate y sin nueces, lo repetí todo el día.
Gra y yo de Brasilero nada de nada, pero esta gente habla además más cerrado y no entendemos un pito.
Salimos al jardín y bajamos a la “PRAIA” (así se dice), hay una hilera de sombrillas con sillas, mesa y reposeras, elegimos una y nos acomodamos, he inmediatamente nos incorporamos sin las remeras ni las ojotas y al agua. La temperatura del agua es como la que sale de la canilla en pleno verano en casa, nos metemos un poco más y está igual, sensacional, unas olas no muy grandes nos pegan con fuerza, como echándonos. Volvemos a la sombrilla y así una y otra vez hacemos este camino. Llego la hora del mate y luego la del almuerzo, el sol esta salvaje. Vamos a la habitación nos aseamos y bajamos ahora al Bistró, elijo una carne cortada en trocitos con una salsa oscura impronunciable muy rica con fritas, Gra, “frango” (pollo) a la plancha con tomates además traen unas cuencas con arroz frio con perejil, agua sin gas y una Heineken. Todo por 98 reales.
Otra vez a la habitación y a las 3PM bajamos nuevamente hasta que se puso el Sol, nuevamente en el cuarto nos bañamos y bajamos a cenar a eso de las 10. Terminado el agitado día nos fuimos a dormir.

*18/11/2015
Todo despuntaba que sería igual pero a las 9 ya estando en la “Praia”, se encapoto y parecía que venía la lluvia. Constantemente éramos bombardeados por vendedores de travesías en buggy, para conocer otras “Praias” y esta vez aceptamos por 150 reales, 3 horas.
Masinhio me aseguro que nos hacia ese precio porque era el dueño del buggy. Mientras subíamos cayeron 2 gotas, en cuanto partimos salió el sol y nos partía en dos. Tomo la ruta, se desvió por una calle mitad tierra mitad arena, toda destruida y llegamos a la “Praia” de Cupe, íbamos entre la división de las casonas y los hoteles y una hilera de palmeras, uno más lindo que otro. Volvimos a una ruta con un bosquecillo a la izquierda y complejos (abiertos y en construcción) a la derecha, hasta la “Praia” en Muro Alto. Parecía una hermosa piscina natural, formada por la playa y unas rocas como a 100 metros dentro del mar, que evitaba que el nivel del agua subiera y que hubiera oleaje. Sobre la arena unos comederos de pescados y crustáceos, elegimos una sombrilla al lado del agua y pedimos unas caipirinhas, en eso paso un señor vendiendo “milhos” (choclos) y compramos. Nos metimos en el agua un par de veces y volvimos con Masinhio, esta vez directo a Maracaipe. 
Desandamos todo el camino, pasamos por el Hotel y seguimos hasta el centro de Porto y seguimos pasando el humilde poblado de Maracaipe y entramos a la “Praia” por un restaurante con mesas y sombrillas donde almorzamos “frango” a la plancha con arroz, tomates y salsas, agua y cerveja por 70 reales, este lugar es conocido por las ostras y los cangrejos (tienen una enorme pileta llena de estos bichos). Pedimos que nos dejara en el centro para ver si podríamos alquilar bicis, pero en los dos únicos lugares nos dijeron que ya no había. Tomamos un taxi y volvimos al hotel, entramos y directamente nos fuimos a disfrutar los últimos momentos de sol. Gra se hiso amiga de una chica de La Plata que estaba sola y nos recomendó cenar en Muganga, así que una vez bañados y cambiados salimos caminando hasta el centro (2.5 km) llegamos traspirados pero contentos, recorrimos la peatonal que llega hasta el mar, viendo los negocios y los precios, encontramos el restaurante y cenamos un pescado raro pero muy rico y carnoso y yo carne, con agua y cerveja 90 reales y volvimos al hotel en taxi, servicio nocturno o sábado y domingo 20 reales.

*19 al 22/11/2015
Todo es igual en el paraíso, Gra siempre bajo a caminar, yo siempre la espere durmiendo, algunas veces bajamos a la “Praia” otras nos quedamos bajo las sombrillas del jardín, a veces nos metimos en el Mar otras usamos la pileta o las dos cosas, siempre acompañados de nuestra amiga platense, comimos rabas, tomamos gaseosa, cervejas y “caipirinhas de limão” (lima), “morango” (frutillas), “mae” (ananá), varias veces fuimos de compras al centro, Hawaianas y ópticas, compramos los regalitos para los nietos y los compañeros.
Porto de Galinhas tiene además de las “Praias”, como escenario turístico las famosas “Piscinas Naturais”, producidas por los grandes movimientos de mareas, principalmente en el “Porto”, dejando al descubierto a unos 100 metros aproximadamente unos arrecifes con pozos algunos profundos donde quedan atrapados varios peces, la gente del lugar lleva a los turistas hasta estos lugares en unas “Jangadas” (especie de bote a vela) para ver estas piscinas y meterse a nadar con los peces y hasta hacer “mergulho” (buceo), todo el espectáculo es muy lindo.
Y desgraciadamente llego la última noche.

*23/11/2015
Ya nos habíamos enterado que Scioli perdió, Mugricio será nuestro próximo presidente. Con esta profunda pena armamos la valija y las mochilas más cargadas que antes y a las 2AM subimos al taxi que nos llevaría a Recife (150 reales). La escala ahora era Rio de Janeiro, cuando despachamos la valija nos enteramos que en Rio no la recuperábamos, que iba directo a Buenos Aires. Esta vez con asientos en la misma línea pero separados por el pasillo.
Amanecía cuando aterrizamos, después muchas vueltas puedo salir a las dársenas donde los taxis se llevan a los pasajeros, me fume varios cigarrillos, la espera sería larga, en TAM nos aseguraron que no podríamos adelantar el vuelo, parece que iban todos llenos, haciendo tripas corazón hicimos tiempo tomando café y a la hora del almuerzo opte por hamburguesas y Gra por ensalada con pollo y fiambres.
Faltaban 3 horas para el embarque, pasamos por aduana y Opssss. Mi mochila no pasa tiene botellas (“CachaÇa” x 2 y un porrón de Brahma que sobro) o se tira todo o se manda por embarque, salimos para el sector de embarque de TAM, antes paramos en un mostrador donde Gra me paso unos condimentos y yo ropa, y ahora sí despachamos mochila.
Volvemos a la aduana por afuera del edificio donde fumo el ultimo y si sin nada paso como chancho y al Free-shop (horrible y mal puesto), buscamos la puerta 31 donde embarcaríamos y a esperar las 18:15.
A las 18:30 nos enteramos que el vuelo se hallaba retrasado, que posiblemente saliera a las 21hs, Gra rompe la dieta y decide comprar pizza de mozzarella con los últimos reales que nos quedan. La compañía sobre un mostrador coloca esos sándwiches horribles con vasitos con agua supuestamente para los pasajeros del vuelo retrasado, pero todos los que pasan se sirven.
Gra mando mensajitos a la remisera informando nuestro retraso y esta nos informa que no hay problema que nos espera. Grande.
A las 21hs se empieza a remolinar la gente en la puerta y empezamos a embarcar. En media hora los pasajeros ya estamos sentados y la puerta cerrada, pero el avión no se mueve, la voz del capitán informa que todavía no tiene autorización para despegar, las azafatas como rayo salen a convidar con caramelos. Por suerte a las 22:30hs nos autorizan, despegamos, otra vez las azafatas se movilizan y comienzan a servir la cena (nosotros nuevamente en zona Ejecutivo), pido cerveza me traen una Heineken estoy tomando cuando el avión entra en un pozo de aire, con suerte zafo, y me mojo un poco la mano, nuestra vecina de enfrente volcó la copa de malbec encima de sus pantalones. Terminamos la cena, me acomodo y me duermo, varias veces me despierta los bruscos movimientos del avión.

1:30hs por fin llegamos a Ezeiza. Más de un día viajando una locura, pero valió la pena.

Gra y Hugo de Viaje
Nov-2015