CON LA CAMIO POR LAS PLAYAS DE RIO NEGRO



Ciclísticamente el 2011, fue para nosotros un año de mierda, para febrero después que volvimos de Pehuenia, Gra comenzó a sufrir una artrosis en el hombro derecho que la hizo bajarse de la bici y la llevo a una operación que recién le permitió volver a subirse a principios de diciembre.
Con semejante año, los planes de hacer una travesía este verano, quedaron en los papeles. Pero como algo hay que hacer, resolvimos realizar una travesía pero con la nueva Kangoo, hacia playas donde es difícil llegar en bici, como el circuito de Río Negro.

*Salida
El 10 de enero, salimos de casa con destino intermedio de Monte Hermoso, donde pararíamos unos días para aclimatarnos. Como era de esperar después de pasar una noche de casi 30º, el pronóstico de lluvia en el viaje, se cumplió. Llegando a Azul el cielo se puso negro como la noche y se largo un diluvio, que duro muy poco, pero nos sirvió para probar la Camio en esas circunstancias. Para cuando llegamos a Monte estaba apenas nublado, nos dirigimos directamente al Hotel Saúl, nuestra base en anterior visita. Dos días fueron suficientes para ya estar arrebatados por el sol y habiendo disfrutado de las playas y los churros de esta hermosa ciudad, decidimos partir. Era época de crisis de combustible y después de más de una hora de cola, logramos que nos vendieran 100 pesos pero de nafta Premium, la más cara.

*Desierto, Mina y Playas
Para evitar la colita de la Provincia de Buenos Aires, el camino más directo es desviarse después de Bahía Blanca hacia la Pampa por la RN33 y cruzar el desierto por Rio Colorado y desde allí desviarse hacia la costa por la RN251 a San Antonio Oeste, empalmando nuevamente con la RN3 y de allí directo a Sierra Grande y el desvió a Playas Doradas, nuestro destino.
Buscando una estación de servicios, sin darnos cuenta entramos al centro de Bahía, donde pudimos llenar el tanque y nos informaron como salir, debimos volver a preguntar varias veces hasta ubicar la ruta deseada.
Durante el trayecto constantemente iba mirando el marcador de combustible y tratando de no excederme en la velocidad para no incrementar el consumo. En Río Colorado pudimos llenar el tanque y al entrar a la RN251 comencé a subir la velocidad a 140-150km/h, ya que íbamos solos, esto hizo que el medidor bajara también velozmente y al llegar a la última rotonda donde debería estar la estación de servicio, y verla en refacción hizo que en vez de tomar el desvío a la RN3 entre directamente a la ruta que lleva a Las Grutas.
Muy gentilmente en la oficina de informes del balneario, llamaron a una estación en mi camino, para verificar la existencia de nafta y me indicaron como llegar. UFFF, con la tranquilidad de tener otra vez con el tanque lleno, llegar a Sierra fue un trámite, habíamos visto en la ruta varios carteles de publicidad de este balneario pero una vez en Sierra, no había indicios y debimos pedir ayuda.
Tras 8km de asfalto y 22km de desastroso ripio con serrucho llegamos por fin a Las Playas Doradas.
Pequeño poblado en formación, con un hotel, muchas casas y deptos en alquiler y dos camping, varios almacenes, algunos restaurantes, y una heladería-café, son la escasa infraestructura, pero con unas playas extraordinarias de agua cristalina y cálida. Y las famosas MAREAS que afectan a todo Río Negro.
Gra como no podía ser de otra forma, inmediatamente se puso a estudiar el tema, haciéndose una experta en mareas, sabía perfectamente a qué hora se cumplía la pleamar y cuando la bajamar, así sabíamos si teníamos que caminar 3 cuadras para llegar al agua o la teníamos allí nomas.
Nos quedamos en el Camping UNTER, donde todos armaban carpa pegado a la pared medianera por los vientos, que que por suerte no sufrimos.
Nos comentaron que pasando el muelle de la antigua Hipasam (La ex-minera de hierro, hoy MCC, de capital Chino), había un camping abandonado hace mucho tiempo con unas playas hermosas, así luego de desayunar nos fuimos con la Camio por un camino de ripio arenoso, llegamos al muelle de embarque y a la cementera pasamos las casitas de los trabajadores y encontramos lo que fue un camping muy bien puesto con un estanque australiano como piscina con escalinata de lajas y mucha arboleda, un largo camino llevaba al mar, pero decidimos volvernos por lo abandonado del lugar.
De camino al pueblo entramos por varios senderos hacia la playa, pero en todos los lugares las restingas hacían imposible llegar hasta el agua.
Volvimos a la Dorada disfrutando todo el resto del día. Cuando volvimos al camping este se estaba superpoblando, después de pasar tres días a puro sol, playa, mate y churros, resolvimos seguir el camino.

*Las Grutas (¿Playas?)
Salimos al desastroso serrucho, a una velocidad tranqui y llegamos al asfalto y a la RN3, nos metimos a una YPF y luego de una interminable cola nos volvieron a cagar y debimos llenar el tanque con la súper cara PREMIUM.
Un viento de cola nos hacia ir bien rápido y así llegamos a Las Grutas, que también estaban súper pobladas, en el centro de información encontramos a un señor que nos ofrecía un depto por tres días a razón de 300 la noche; según Gra que lo visito el lugar era medio deprimente y a unas 10 cuadras de ripio del mar, en el listado que nos habían dado vimos otro por la misma plata y con vista al mar, pero el dueño solo podía alquilarnos por un día. Ya nos estábamos yendo cuando el dueño llamó a un amigo y consiguió que este nos alquilara por los otros dos, también con vista al mar, frente a la bajada "La Rinconada", donde empiezan las Grutas.
Bajamos los bártulos y cruzamos para conocer esta muy reconocida playa. Nos recibió una muy buena pasarela, mitad cemento, mitad madera, que se convertía en escalinata y bajamos hasta unas piedras, a la derecha el parador que da nombre y a la izquierda una terraza sobre la duna que se usa para tomar sol, como para la pesca cuando el mar esta crecido, justo como en ese momento. Luego de ver a toda la gente amontonada nos fuimos a comprar la comida.
Balneario: integra el Golfo de San Matías, con una extensión mayor a los 5km de playas están cercadas por dunas de rocas de arena solidificada y al producirse la pleamar las olas rompen sobre estas, cuando se produce la bajamar dejan al descubierto una playa de más de 1 km., en su mayoría cubiertas de Restingas (resto de las rocas enterradas a ras y por efecto del agua de mar, muy resbalosas), para pasar esta cadena rocosa se han realizado varias bajadas.
Luego del almuerzo y una siestita, con la Camio nos fuimos más al centro parando en la Bajada "La Rueda", a pie descendimos el tobogán, el mar se encontraba en bajante pero todavía llegaba hasta las rocas. El espectáculo era alucinante, la gente sentada en sillas o reposeras, todavía comiendo, los chicos correteando por el agua, mientras ésta golpeaba a la gente y cuando se retiraba se llevaba lo que encontraba suelto: ojotas, ropa, comida o restos de comida, mientras se producía un gran bullicio y la gente trataba de recuperar sus cosas. Como era bastante tarde dejamos este espectáculo, bastante dantesco y en la primera escalera subimos volviendo a la
Camio, como quería conocer el centro, por una calle interior entramos a la Avda. que lleva a la publicitada "Bajada Dos", donde llegamos caminando, una tremenda rampa de cemento da acceso a la playa, a la derecha un parador impresionante de 2 pisos y balcón pintado de verde, la bajamar se estaba produciendo dejando ver el agua allá a lo lejos y una multitud disfrutando de la arena, aunque con un cielo nublado y posibilidades de lluvia. La calle daba acceso al conocido Crown Hotel-Casino y una infinidad de comercios gastronómicos y el comienzo de la peatonal, larguísima calle llena de negocios y de gente que desemboca en un shopping, comenzamos a pasear, descubrimos cerveza artesanal que compramos y regresamos al depto para cenar.
Durante la noche estuvo lloviznado y amaneció peor, debíamos cambiarnos de depto, volvimos a cargar a la Kangoo y cargados fuimos a conocer "Piedras Coloradas" por un camino de ripio y arenilla con fuertes subidas y bajadas. El balneario tiene a su izquierda unas casillas humildes, vivienda de pescadores, su playa es limpia cortada en dos por unas Piedras Coloradas (formaciones rocosas son del período precámbrico), que dan una imagen particular al lugar, un parador cerrado (por el clima ¿?), otro en construcción, más allá de la piedras una hilera de sombrillas de paja muy caribeñas y un kiosco. Lamentablemente el día no ayudaba y el lugar solo estaba concurrido por visitantes pasajeros como nosotros.
Mareas: Según Gra que me explico la cosa, es más o menos así, cada 6 horas el mar se mueve para arriba y para abajo, produciendo las mareas, el agua comienza a retirarse de la costa y luego de 6 horas llega a su punto más bajo (bajamar), se queda así entre 20 a 30 minutos según el viento y vuelve a subir tardando otras 6 horas en llegar a su punto más alto, ósea pleamar, esto hace que un día por la mañana el mar este aquí nomas y al otro día por allá a lo lejos. Muy complicado para el turista.

Volvimos a Las Grutas, seguimos hasta la Bajada, "Terrazas al Mar", por el complejo habitacional, y caminamos por la playa, a lo lejos se veía otras playas que parecían buenas, pero estas se encuentran dentro de una Reserva Acuífera y Ambiental, y una señorita Guarda Fauna no permitía el paso. Luego de mudarnos y almorzar, cruzamos a la Bajada "La Rinconada", pudimos apreciar que cuando sube el mar tapa 7 escalones de la escalera, pero al estar bajo descendimos y nos sentamos sobre unas piedras a tomar resolana y a matear. Volvimos al centro pero esta vez, más lejos y por la avda costanera dejamos la Camio casi en la puerta del Casino. El tiempo había mejorado y bajamos a la playa en "Bajada Dos", fuimos caminando hasta el agua a 100 metros y nos encontramos con una mar roja, producto de las algas, hasta unos 5 metros de la orilla, después el agua se tornaba verde y más adelante ya tomaba su color normal. En todo momento recibías una oleada tibia y al rato una oleada fría (no tan fría como Mardel), el efecto era relajante y placentero. Así estuvimos un rato hasta que Gra vio a un Prefecto (las playas están bajo el control de Prefectura), y se acerco a preguntar. Éste nos explicó que las algas por efecto de la bajamar se queman al sol y al subir las trae a la costa. También nos comentó que el no creía el cuento de la marea de Brasil, que el agua se calentaba por efecto de un volcán submarino en el Golfo. Después de escucharlo por bastante tiempo decidimos tomar un café en el Parador Verde. Y luego nos fuimos caminando a la peatonal, en el shopping nos encontramos con comida mejicana y le entramos a unas fajitas y a unos tacos y nos fuimos al depto.
Otra vez amaneció con ganas de llover, volvimos a "Las Terrazas del Mar", para tomar unos mates y mientras charlábamos con otros turistas se nos hizo la hora de almorzar, aproveche el tiempo y le di una lavada de cara a la Kangoo, que aparte de la sal y la tierra también recibió cenizas del puto volcán chileno y volvimos al centro para despedirnos de este Alucinante lugar.

*Más playas y Conchillas
Destino a San Antonio Oeste (SAO), apenas 16km. La calle principal que nos llevo al mar, a un parador todavía cerrado y a unas sombrillas caribeñas, pero con playa de canto rodado, estábamos en Punta Verde, el cielo anunciaba lluvia, solo una señora tomaba resolana, a lo lejos se veía el humo de dos chimeneas de una empresa de productos tóxicos, preguntamos por el balneario La Mar Grande, que figuraba en los planos y nos indicaron un camino arenoso hacia Las Grutas y totalmente desolado, que no nos invito a recorrerlo. Llenamos el tanque en una EG3 y nos cruzamos a San Antonio Este (SAE), 60km, antes de entrar pasamos por la enorme playa Las Conchillas y seguimos, SAE es un puerto de aguas profundas por donde sale y entra infinidad de conteiner, su población es muy escasa, apenas unas casa y 4 ó 5 restaurantes para los choferes de los camiones y para la tripulación de los barcos, fuimos hasta un mirador donde había un camping, también con sobrillas caribeñas y nos volvimos para hacer camping libre tras los médanos en Conchillas, donde habíamos visto varias carpas y casas rodantes, encontramos unos tamarindos que nos cubría del supuesto viento del mar y armamos la carpa, para llegar a la playa había que cruzar un médano de más de un metro de alto, de restos de caracoles y en la cima te encontrabas con unas playas interminables de agua limpia.
A lo lejos veíamos como se juntaban autos y la gente bajaba a disfrutar, quedándose cerca del parador Los Caracoles, único en el lugar. Al mediodía el cielo se había limpiado y el sol pegaba a pleno, caminando fuimos a probar suerte con el parador. El plato de rabas que cominos estaba tan rico que repetimos.
A la vuelta, nos sentamos a la sombra en muestras reposeras y Gra preparo café y nos dormimos una siestita.
Como a las 17hrs volvimos a la playa y cuando se estaba haciendo de noche nos llegamos hasta SAE para cenar, volvimos a la carpa, no sin antes disfrutar de un hermoso cielo estrellado y nos acostamos a dormir.

*El camino si, el camino no, mejor El Cóndor
Las Conchillas es un lugar para quedarse unos días, pero sin servicios es hincha bolas, bañarse en el mar y no sacarse la sal es para chicos. Volvamos a la civilización.
Originalmente desde aquí, tomaríamos la ruta de la costa conociendo playitas perdidas, pero el camillero de la salita en SAE, nos informo que a 70km la ruta estaba intransitable para autos comunes, la duna avanzó sobre el camino de ripio y no tenía noticias de que la hallan limpiado. Con esta info salimos a la RN3 con destino a Viedma, la futura Capital del país, junto a Carmen de Patagones, así lo decreto Alfonsín, o ya quedo en la nada, no sé. Entramos con la misión de llenar el tanque, por las dudas y luego dirigirnos hacia El Cóndor, en la YPF nos mandaron a la Petrobras y allí nos atendió un muchacho vestido con ropa de YPF, Non entendo.
Nos metimos por la costanera del Río Negro, encontrando un barrio muy paquete, con hermosas casonas, hasta llegar al puente del viejo Tren Patagónico y desde allí tomamos la ruta al Balneario.
Traspasando la arcada de entrada encontramos, una calle muy tranqui, con una gran plaza a nuestra izquierda y casas a la derecha, unas pocas cuadras pasando la poli y algunos mercaditos y llegamos a la rotonda con la avda costanera y la playa. En este lugar la playa es inmensa y apenas si se puede ver el agua, a lo lejos hay un parador, y para llegar tiene 2 ingresos de autos hasta ese parador. Era pasado
el mediodía y el lugar recomendado para almorzar fue precisamente el restaurante del camping Los Trentinos, que tenía un lugar justo para nosotros, dejamos la Kangoo en el lugar de la carpa y nos abalanzamos al comedero. Más satisfechos, armamos y decididamente nos fuimos a conocer las playas, que en este lugar no son tan anchas, plantamos sombrilla, dejamos las reposeras y la bolsita matera y al agua. Todo estaba en su justa medida, ni tan lejos y tan cerca, bastante cálida, limpia de algas, disfrutamos de unos mates con las donas de Homero, hasta que se nublo y comenzó la llovizna que al rato se transformo en lluvia y salimos corriendo, mientras en el horizonte los rayos caían al mar. Llegamos cuando la lluvia paso a torrencial y nos protegimos dentro de la Camio, viendo como el camping se llenaba de agua y rogando que nuestra carpa se hallara en una zona alta. De pronto comenzó a granizar, pequeña pero constante, no muy convencido corrí la Camio más abajo de los arboles, pues el viento arreciaba y eran eucaliptus. Al poco tiempo paro, quedando una llovizna molesta y salimos de la Kangoo para ver los destrozos, nuestra carpa resistió, solo algunos sectores estaban húmedos, nada que ver con otros acampantes donde el agua les había ingresado, mojando todo lo que se encontraba dentro de la carpa. Gra se fue a comprar fiambre y bebidas, mientras yo arme la soga para colgar las bolsas de dormir un poco humedas y ya de noche a dormir.
Amaneció con viento norte y encapotado, nos fuimos a matear a la desembocadura del Río Negro en el mar, una playa de arena impresionante llenaba el lugar, dimos una caminata y protegiéndonos del viento detrás de unos gigantes tamarindos, pasamos la mañana, no fuimos los únicos en elegir este lugar, constantemente llegaban autos, de golpe el cielo comenzó a limpiarse y el calor subió, era el mediodía y hora de volver al camping.
Luego de unos sándwich volvimos a la playa, volviendo a matear con las donas. Esa noche se largo una tormenta con lluvia que nos sacudía la carpa y nos mojo los toallones que quedaron a la intemperie, una razón más para emprender el regreso.

*Monte el lleno, pero hay que hacer cola
Ahora hicimos la colita de Buenos Aires, cruzando a Patagones, en un rápido trámite entramos nuevamente a Monte Hermoso, nuestro salto a casa. Fuimos a nuestro hotel, pero estaba lleno, nos enteramos que la temporada estaba a full, luego de mucho girar llegamos al camping YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes), había lugar para acampar con “baño privado” por 155 el día, nos dieron la llave del baño 2, y armamos la carpa, nos inflaron el colchón y a gozar de los privilegios, agua caliente gratis, reposeras en la playa, salvavidas personal, cajas con juegos, actividades para todas las edades, venta de bebidas y galletas en la playa firmando, sin pagar en el momento, etc., etc.,. Los tres días que nos quedamos no ayudaron, un tiempo complicado. Por suerte después de hacer una cola de casi dos horas logramos llenar el tanque y al día siguiente volvimos.
FIN

TRAVESIA AL LAGO RUCACHOROI Y POR EL CIRCUITO VILLA PEHUENIA



Después de tantos años de haber armado esta travesía por fin se dio. Recuerdo que todavía no habíamos comprado la Chata y los problemas de llegar a Aluminé, eran grandes, aun hoy no hay transporte directo y se debe hacer trasbordo en Neuquén, que hasta había planeado llegar pedaleando desde Zapala. Sin duda haciéndolo desde el Google es fácil, después la realidad de las alforjas, te demuestra lo contrario.
Cuando ya estaba todo listo, se nos unió Ceci, que después en el camino fue una ayuda. Demostrando que No siempre tres es Multitud.
Sábado 8 de enero
Como era previsible desde que salimos con la Caddy, siempre empezamos con lluvia. A las 5 AM bajo una fuerte lluvia subimos a la autopista, con nosotros, las bicis y los bártulos, para Pehuajo, asomó el arco iris y el buen tiempo nos acompaño. Después de lograr cruzar la Ruta del Desierto, me encontraba bastante cansado y las mujeres decidieron hacer escala en Neuquén, capital.
Domingo 9 de enero
A las 10 AM volvimos a la ruta, realmente el descanso me hizo bien, para soportar la tediosa ruta a Zapala y los tremendos km de ripio desde 1ros Pinos hasta el puente en el Río Aluminé.
Por fin llegamos al Camping Piedras Verdes, usado por GG y me desilusioné, muy concheto y caro, con los únicos baños allá a lo lejos, eso sí con pileta de natación y un paisaje de ensueño.
Después de almorzar y vaciar la camioneta, nos fuimos al pueblo de Aluminé, para conocer, averiguar y armar la visita al Lago Rucachoroi (Casa de Loros, en Mapuche), nos quedamos haraganeando hasta la hora de la cena, donde la mujeres probaron la regional salsa de Pehuén y nos rompieron el que te jedi.
Lunes 10 – Rucachoroi
Temprano ya estábamos en la estación YPF, para dejar la Caddy y empezar el pedaleo. Ceci en el armado perdió un resortito de cierre rápido y comenzó a tener problemas de centrado.
El trazado del camino es una vieja huella Mapuche, en un constante, sube y sube y baja muy poco. A los 10km dije basta y mientras las chicas seguían yo me volví a buscar la Caddy, pare en el súper y compre el almuerzo y gaseosa bien fría, y salí a su búsqueda las encontré 5km más allá de donde las deje. Les saque todo el peso que llevaban y desde allí hice trabajo de apoyo y fotógrafo. Para cuando llegamos a la comunidad se habían tomado todo lo frió y compre otra gaseosa en un almacén.
El Lago realmente en mágico, enclavado en un lugar hermoso, comimos a la sombra de unos Pehuenes, mirando el lago y a una familia de patitos salvajes. Después de almorzar tomamos una senda que nos llevo casi hasta el otro lado de lago.
Volvimos hasta Aluminé para comprar la cena y al camping.
Martes 11, Piedras Verdes a Los Caprichosos
Comienzo de la Travesía, luego de armar todo y decidir alivianar las alforjas, llevando solo lo imprescindible, subimos a la ruta y comenzamos lento con unos 9 km fáciles por el asfalto, pero al llegar al desvío nos encontramos con un ripio muy suelto y de piedras grandes, además con un constante viento en contra, que se iba incrementando a medida que avanzaba el día, como así también la temperatura.
Unos km antes del puente a la estancia Pulmarí, encontramos a una casa donde pedimos agua fría, si bien teníamos el río al costado de la ruta el desnivel era grande dificultando el acceso. Pasado el mediodía encontramos una entrada hacia el río, hecha para pescadores y nos metimos, encontrando un lugar a la sombra y fresco junto al río para almorzar. Apenas un par de empanadas y unas frutas y después de un descanso continuamos.
Entre las cuestas y el viento, andar se nos hacia pesado. Nos alegramos al llegar al lago, pero era solo el de los Giles, seguimos hasta el Resort de Piedras Pintadas y nos encontramos con un Pulmarí, totalmente cercado y sin vegetación. Seguimos y luego de cruzar un par de valles nos encontramos con una maquina de vialidad, que supuestamente arreglaba la ruta, pero lo único que lograba era una gran polvareda, aumentada por el fuerte viento que comenzó a soplar, a tal punto que en un par de oportunidades casi nos tira.
Comenzamos a pedalear las bajadas, hasta que encontramos el cartel de Camping a 2km, el Camping Los Caprichosos, es una chacra con algunas vacas y ovejas y como tiene acceso al río da camping a los pescadores, decididamente nos quedamos, mientras saboreamos unos amargos la temperatura bajo rápidamente, cortando el mate para bañarnos y porque la casa no tiene luz.
La Sra. Laura nos preparó un cordero con papas al horno de leña, y luego de unas birras nos fuimos muertos a dormir.
Miércoles 12, Los Caprichosos a Eco Camping
Nos despertamos tarde, desayunamos tarde y salimos retarde. Según el cartel solo 5km al Lago y 3km más al camping.
Volvimos a ingresar al Parque Nacional Lanin, y llegamos al Lago Norquinco y a la comunidad, todo muy lindo pero el Eco no aparece, y así cuando el camino ya se separa del lago, subimos una cuesta y allí está, por fin. Justo, justo, como no tenemos auto nos ofrece el lugar privilegiado para ciclistas, zona “los franceses” junto al arroyo, lejos de todo.
Después de desarmar los bártulos, en bici volvimos al bar para almorzar y dejar que nos rompan el culo, con los precios.
Este Eco-camping, es muy conocido, y muy concheto por su dueña, la misma que el día anterior nos cruzo en el camino, dejando atrás una nube de polvo a mas de 60km/h, haciendo caso omiso a mi pedido de que frenara un poco. También en muy conocido por sus paneles solares, pero hasta el día de hoy, no les encuentro uso, pues la luz que de 9 a 22hs, proviene de un motor a nafta.
Después de armar las carpas, Gra insistió en volver hasta la casa del guardaparques, para conocer unas cascadas escondidas, así desandamos el camino, cruzando el puente e ingresamos al santuario del guardaparques, recorriendo unos senderos increíbles y unas cascadas alucinantes, cuando ya caía el sol volvimos para cenar la sobra de las empanadas y el resto de sándwich de mila, que traíamos de Aluminé.
Jueves 13, Eco a Bella Durmiente
A las 10AM salimos los cuatro, Ceci, Gra, Yo y nuestro inseparable compañero, el viento de frente, pero esta vez acompañado de frío, bastante frío, también vinieron las nubes y las ganas de llover. Con estas perspectivas no pusimos en movimiento, subimos una loma, doblamos a la izquierda y ahí nomas estaba el Lago Nompehuen, cruzamos un puente y comenzamos a cruzar un valle más lindo que otro, todas las laderas de las montañas tapizadas de Pehuenes, con una ruta zigzagueante. Cada vez hacia más viento y cada vez se ponía más feo, hasta que decidimos parar para tomar una sopita caliente en el Arroyo Remeco.
Tomábamos tranquilamente nuestra sopita cuando comenzamos a sentir las primeras gotas, y cada vez más. Para no mojarnos estúpidamente, sacamos nuestra carpa y la armamos rápidamente, y con el cubre techo de la carpa de Ceci, tapamos las bicis, para que dejar que se mojara todo.
Dentro de la carpa calentamos agua, para un café, mientras veíamos llover, algunos aburridos hasta nos dormimos una siesta. Como a las dos horas comenzó a parar, nos acercamos hasta el camino para ver su estado y como el cielo parecía abrirse decidimos continuar.
Pasamos una hermosa cascada allá bien alto, el paisaje continuó siendo maravilloso y ya cuando el Sol bajaba, llegamos a Moquehue (Tierra Fértil), y para sorpresa nos encontramos con una población bastante grande, con varios negocios para la construcción y con varias casas de fin de semana. Directamente fuimos hacia la Hostería La Bella Durmiente, pero no había lugar, volvimos hacia la Hostería Melewe y tampoco, recomendados fuimos hasta la Casa de Té, que tiene dormís y tampoco. Evidentemente estaba escrito que haríamos carpa, casi oscureciendo llegamos hasta el Camping de la Bella Durmiente, donde nos atendió la misma chica de la Hostería, así que pusimos las carpas, nos bañamos y nos fuimos a cenar a ese lugar.
Melón con jamón, fideos caseros con estofado de pollo, pan casero, postre y vinito, rico, rico y barato.
Viernes 14, Bella Durmiente a Lagrimitas
Cuando salí de mi bolsa de duvet, no lo podía creer, todo el césped escarchado por el rocío, por un sendero llegue al Lago y estaba todo cubierto de bruma, por suerte el cielo totalmente limpió prometía un día espectacular.
A la hora de salir, la temperatura había levantado, como para remera. La ruta mayormente va costeando el Lago Moquehue y el espectáculo es fabuloso, lleno de pehuenes, no por nada esta zona se llama “Tierra Fértil”. Nuestro inseparable compañero, el viento, había desertado y esto nos permitía disfrutar más la pedaleada, hasta que llegando el mediodía, apareció otro compañero, el AUTO, constantemente nos pasaban como venían, como si nada, llenándonos de tierra.
Así, poco a poco, íbamos pedaleando, hasta que de pronto, BAJADAAAA, 30, 40, 42, veo la subida pero con el impulso subo sin darme cuenta, y otra BAJADAAAAA, tomo más velocidad, allá a lo lejos veo a Gra y Ceci que me esperan para la foto con el cartel y SI, SI, ASFALTO, el tan querido y extrañado ASFALTO.
Luego de la foto, les digo ADIOS, ya que son 8km y casi todos en bajada. El cartel dice MAX 60, yo vengo a 68, paso un auto en medio del zigzag de la ruta, el tipo se pone como loco, y acelera, pero como hay doble raya amarilla y voy por el medio de mi senda, no puede, en medio de una curva grande, se pone de contramano y me pasa a más de 100, en el preciso instante que llegamos hasta el puesto de gendarmería, lógicamente es detenido, mientras yo paso saludando tranquilamente.
Comienzo a frenar, estoy llegando a la zona urbana y ahí nomas el cartel de Lagrimitas. Villa Pehuenia aquí estamos.
NOTA: Gra puso su carita angelical y el encargado de Lagrimitas nos consiguió un departamento, ideal para la lluvia y el frío que se vinieron. Quisimos conocer Icalma, pero no me dejaron pasar la Caddy, por no tener la patente marcada en los vidrios. Conocimos La Angostura con su territorio Mapuche y sus alucinantes caminos y lagos. Recorrimos toda la villa y ya cansados nos fuimos a Caviahue y a las Termas de Copahue, pero esa es otra historia.
Las Fotos en: http://picasaweb.google.com/lh/sredir?uname=grayhugodeviaje&target=ALBUM&id=5565550322934757537&authkey=Gv1sRgCP2zkrPQ-4OTiwE&feat=email
Hugo Nacarado
Enero/2011
grayhugodeviaje@gmail.com

Travesía por las Playas del Sur de la Provincia de Buenos Aires

A principio de año cuando conocimos Monte Hermoso, nos quedamos con las ganas de conocer más las playas del sur, de esta Provincia. Nos dimos cuenta que el sur también existe.
Domingo 28/11/2010
Haciendo las paradas necesarias, tranquilamente, en seis horas llegamos a Oriente, no bien llegar nos dimos cuenta que el Google Earth, esta viejo, el pueblo avanzó más de lo que muestra el programa.

Un amable vecino nos guió hasta una playa municipal, donde estacionan los camiones y el encargado nos propuso dejar la chata detrás de su casa.

Armamos las bicis y antes de las 15hs ya estábamos pedaleando, por un polvoriento camino entoscado, con fuerte viento de frente y mucho traficó, que sin reparo, nos pasaba como venían, llenándonos de polvo.
Al llegar fuimos directo al camping Marisol, que da nombre al lugar, donde nos proponen unos dormis, hechos con toneles de vino, pero el lugar era feo, lleno de perros que no dejaban de ladrarnos y con mala onda. Paramos en el hotel, pero todavía no estaba habilitado, así fuimos pasando de un lado a otro, y cerca de las 18hs, llegamos a una despensa donde la dueña nos tienta con una casa por 100 pesos, era horrible y la última vez que la limpiaron fue en 1810, pero el sol se estaba poniendo y el frió acrecentando, así que aceptamos.
Sin los bultos, hicimos las 10 cuadras y llegamos a la playa, tomamos unos mates protegidos por un parador y con los últimos rayos de Febo, otra vez en la casa Gra improviso una cena de bifes a caballo, Mmmmmm!!!!!!.
Lunes 29/11/2010
Cuando Gra, después de calentar el agua para el mate, quiso apagar la hornalla y la cocina explotó, por suerte nada más que un susto, fue la culminación para el Balneario Oriente, más conocido como Marisol. Si o Si, nos vamos.
Por más que pregunte, la única forma de continuar, era volviendo al pueblo, y como era lógico, el viento había cambiado y apenas salimos al camino, nos mato, a duras penas manteníamos una velocidad de 6-8km/h, habíamos hecho unos 6km, cuando paro una F100, ofreciéndose a llevarnos y aceptamos de buena gana. Una vez que subimos las bicis, nos enteramos que antes harían una pasada por la Cueva del Tigre, cosa que también aceptamos.
“Cuenta la leyenda, que un gaucho maula, andaba escapando a la milicia y se refugió en una cueva, en la margen del Río Quequén Salado, pasando por un poblado vio una chinita y se la robo, al tiempo dejo escapar a ésta y se robó a otra, con la mala suerte que ésta, era hija de un acaudalado, la milicia enterada, lo cerco y el gaucho se entregó, y cuando lo soltaron rumbeó para otros pagos.”
Con esta tonada gauchesca nos fue contada la leyenda.
En el pueblo de Oriente, volvimos a la Caddy, con la decisión de dejar algunas cosas, Gra aprovechó para sacar plata del cajero automático, mientras yo conversaba con un paisano y me hacía un plano sobre el mejor camino a seguir. Con viento a favor llegamos hasta el viejo puente, donde paramos a comer.
Cruzamos el Rió Quequén Salado y seguimos por un camino entoscado, bastante ancho y cuidado, pasaban los kilómetros y seguíamos rodeados de campos solitarios, sembrados de maíz o cebada y ni una persona o vehículo, el calor nos fue degastando, poco previsores no llevamos el agua suficiente y en un momento, debimos elegir entre un camino más corto pero también solitario o el más largo pero concurrido.
Así fue que llegamos al conocido como camino real, y logramos conseguir agua de varios vehículos, para nuestra desgracia cuando ya faltaba poco nos paro una chata y nos ofreció agua de un bidón, llenamos nuestras caramañolas y el auto arranco, la vamos a probar y el agua estaba aceitosa, producto del bidón de girasol, esto nos dejo más sedientos y con un gusto horrible en la boca.
Por fin, cerca de las 17hs entramos a Reta, y como era de esperar, nadie por las calles y todas las casas cerradas, vamos cruzando una bocacalle y a lo lejos vemos un cartel de kiosco y nos mandamos. El cartel decía, Toque Timbre, y el timbre no estaba, empezamos a golpear la puerta y la ventana y nada, cuando ya estábamos por abandonar, apareció un engendro rodante, que en su época fue un Falcón y en él los dueños del kiosco, mientras gozábamos de una gaseosa y chizitos, el Sr. nos propuso alquilarnos un depto., a 100 pesos, con sabanas, televisor y DVD, muy bien equipado, pero sin cable, solo películas. Otra vez sacamos todo de las bicis, calentamos agua y nos fuimos a conocer la playa.
Nos llamó la atención, el tremendo médano de más de 3 metros de altura, de arena floja que debíamos subir, para llegar a la playa y una vez del otro lado, había que tomar un micro de larga distancia para llegar al Mar.
Nos reparamos del intenso viento que volaba la arena y lastimaba, detrás de unos baños públicos, todavía cerrados, éramos los únicos seres vivos. Ya aburridos comenzamos a pedalear por el poblado, encontrando solo casas cerradas, solo una carnicería y un mercadito, daban señales de que allí alguien vivía, y ni siquiera señal de celu. Otra cosa que llamó nuestra atención, era ver en la mayoría de las casas, el típico cartel “SE ALQUILA”, seguido de un celular con el prefijo “011”.
Para la cena, Gra se mando unos spaguetti con salsa portuguesa, de rechupete.
Durante toda la noche, se sintió soplar el viento muy fuerte y amaneció ventoso, con esperanzas de que mejore, nos fuimos a la playa, pero se hacía insoportable, Gra se fue a caminar por la orilla, y consiguió el único parador abierto, “RAKOS”, donde almorzamos corvina al horno con papas, bastante buena, luego, la sobremesa se fue extendiendo, hasta que llego la hora de volver, porque la playa no daba para más. En el depto. nos encontramos con “El Yara”, el dueño, con quien pasamos el resto de la tarde hablando. Esa noche con los fideos y la salsa restantes, más unos tomates, cebolla y un pedazo de carne, Gra se mando una cena espectacular.
Miércoles 01/12/2010
La salida de Reta, fue difícil, había que aguantar 6km de viento en contra, para después tenerlo, preponderantemente a favor. Ahora íbamos con plano y verificado por dos vecinos. Fuimos pasando por varias lagunas y bañados, que la ruta entoscada esquivaba. Siempre siguiendo los cables del tendido eléctrico, de pronto un cruce que nadie nos había marcado, el tendido que dobla y el plano que marcaba seguir, por un momento dudamos, pero Gra me instó a seguir, hasta que apareció el cruce marcado y un cartel salvador. Cruzamos varios arroyos, hasta llegar por fin al Molino Eólico, que da luz a Claromecó, y desde allí el empalme con el asfalto, por fin, pero solo los 2 últimos kilómetros.
Claromecó está diseñado en diagonal y todas las calles dan al Mar. Como llegamos al mediodía, volvimos a encontrarnos con un pueblo fantasma. Después de mucho ir para aquí y para allá, localizamos una heladería y de cabeza nos zambullimos.
Si bien Claromecó, es un Balneario conocido, aunque sea de nombre, parece que realmente se llena, cuando se realiza el famoso Concurso de las 24 horas de pesca de la corvina negra.
Las playas si bien son largas, no tienen la cantidad de arena necesaria, y deja al descubierto las restingas, el único médano, es donde se asienta el faro, y atrás del médano, el camping de Luz y Fuerza, recomendado por varios.
La única vez que vimos a la encargada, fue cuando nos registramos y elegimos el lugar que quisimos ya que éramos los únicos. Al no haber comenzado la temporada, la falta mantenimiento, se hacía notar, al punto que debimos localizar a una empleada para que prenda la caldera. Caía la noche, cuando salimos a buscar un lugar para comer, zigzagueando por las calles, buscando el centro, encontramos una panadería abierta, y así fuimos a parar a BONAVITTA, donde cenamos muy bien y mientras nos servían aproveche la espera para comprar pilas, para las linternas, indispensables para sortear la duna, en la negrura de la noche y encontrar el camino al camping.
Mientras Gra calentaba el agua para el desayuno, en el baño de damas, lugar más cercano donde nuestro calentador andaba, me puse a hablar con el Sr. de “mantenimiento”, sobre Orense, nuestro próximo destino.
Me explico que ese Balneario, es mucho más chico que Reta, que solo encontraría casas de fin de semana, algún que otro camping, si ya estaban abiertos, y dos hoteles pero que la gente compraba todo en el pueblo a solo unos kilómetros. Con respecto al camino solo dos opciones, volver a la RP72 hacia Bellocq o animarme a hacer 30km por la playa, si la bajamar ayuda.
Todo esto y mi embole de ver campos y vaquitas ajenas, soportando que todos los tarados con sus 4x4, nos pasen a mil, llenándonos de polvo, hizo que me pusiera a buscar como llegar al pueblo de Oriente a buscar nuestra chata.
Como era de esperar, para llegar tenía que irme hasta 3 Arroyos, y dar una vuelta enorme, un remisero me quiso romper la cabeza, el micro salía a las 8AM, pero de la terminal, a más de 10 cuadras, así que me resigne y acepte la combi, que valía lo mismo y además pasaba a buscarme.
Una vez resuelto este dilema, Gra paso por el Banco y pago los servicios de casa y hasta la patente, y luego cruzamos el puente peatonal hacia Dunamar, donde encontramos un Country playero, unos caserones de película, en medio de médanos y bosques de pinos.
Esa noche usamos Delivery de empanadas, comiéndolas dentro de la carpa por el frío.
Mi día comenzó a las 5AM, me acicale y me preparé un café, y cambiadito, me pare en la entrada del camping, esperando la camioneta. Fui el segundo en subir y luego de pasear por todo Claromecó, salimos a la ruta y llegamos a 3 Arroyos, donde paseamos por toda la ciudad y a las 8:30AM, fui el último en bajar, en la terminal de micros.
Aunque ya sabía la respuesta, pregunte igual:


- La Dorreguense para Oriente sale a las 12 y cuarto, me informaron.

Y cuando ya me encaminaba hacia la confitería, para tomar algo y hacer tiempo, un Sr. de limpieza, me dice que si estoy apurado, que pregunte al del Fiat rojo. Este Sr. que es comisionista/remisero, por 85 pesos me llevaba ya. No lo dude un minuto, me subí y salimos, antes de las 10AM, ya estaba en camino con mi Caddy, a la búsqueda de mi Gra, y antes que saliera la mencionada Dorreguense, yo ya estaba nuevamente en el camping.
Recién llegada de una caminata por la playa, en compañía del perro del camping, me saludo y lo primero que dijo fue:

- Este lugar ya me aburrió, nos vamos.
En menos de 5 minutos, cargamos todo en la Caddy y partimos. Cuando estábamos por llegar a Bellocq, nos dimos cuenta que teníamos sed y entramos, unas 30 casas, es todo el pueblo.
Dimos la vuelta y seguimos hasta el Balneario de Orense, a orillas del mar encontramos una edificación vieja de 2 pisos, con el cartel Hotel Punta Desnudez, Gra entró y al tiempo salió con cara de sorprendida, resulto ser un Hotel de 3 estrellas, muy lujoso, a 600 pesos la doble por día. Seguimos hasta Peloponeso, camping, cabañas y dormis, parecía bien cuidado, nunca lo supimos, ya que solo encontramos un cartelito con un número de celular, continuamos y llegamos hasta el Hotel Bahía, (abierto todo el año), donde encontramos otro cartel y otro celular. ¿Y porque no llamamos?, porque en Orense tampoco hay señal. Dando vueltas, sobre la plaza de entrada, encontramos un teléfono público, el encargado del Hotel Bahía, se encontraba en 3 Arroyos, y hasta las nueve de la noche no volvía, así que la mire, me miro, y tranquilamente dejamos atrás el Balneario, para entrar al pueblo.
Aquí tuvimos más suerte, encontramos abierta una EG3, y compramos unas gaseosas, por indicación de un paisano, nos dirigimos al “centro”, porque ya estaba por abrir la cooperativa, y por suerte pudimos comprar fiambre y pan.
Seguimos hasta Cristiano Muerto, y desde la ruta se ven las 10 casas, continuamos hasta la entrada al Balneario San Cayetano, en el Partido de San Cayetano, un camino en perfecto estado y con bastante zigzag, nos llevo hasta el caserío, para encontrarnos con unas viviendas hermosas, hasta llegar a la playa. Como era de esperar, no se veía a ningún ser vivo, seguimos recorriendo y en una esquina aparecieron unos albañiles, quienes nos indicaron que deberíamos ir a lo de Quiroga, (almacén de campo, desde fósforos hasta combustible), y esta nos mando al camping de los empleados de la municipalidad de San Cayetano, donde inauguramos la temporada.
Armamos las bicis y volvimos a la playa para matear y comer y ya de tardecita pasamos otra vez por lo de Quiroga, para encargar unos sándwich de mila, mientras nosotros seguimos al camping, se hizo la noche y en bici fuimos a buscar nuestra comida en medio de una oscuridad casi total, allí nos enteramos, que solo 16 casas están habitadas todo el año, y esa noche parecía que no había nadie más.
A la mañana siguiente volvimos a la playa, pero un viento muy fuerte nos castigaba bastante, aguantamos lo que pudimos, y nos fuimos a comprar el almuerzo, unos bifes cortados gruesos para hacer a la parrilla, pero mientras encendíamos las ramas apareció el encargado del camping y nos presto un disco. Mientras tomábamos el café, en la cabina de la Caddy y escuchábamos la radio, Gra se emboló y se fue pedaleando hasta la Laguna Salada, a unos 6km de la entrada del Balneario, mientras yo aproveche para empezar a escribir.
Esa noche insistimos con la parrilla, única forma de mitigar el frío, con un pedazo de vacío y chori.
Domingo 05/12/2010
Gra se levanto enloquecida, tenia picaduras por todos lados, se había enterado de unos bichitos tipo jejenes, que se adherían al pelo como los piojos y repicaban, así es como tenia la frente y los brazos, además estábamos invadidos de arañitas y moscas, y me intimó:



- NOS VAMOS YÁ.-

Comenzamos a desarmar todo y a tratar de limpiar, pero cada vez que pasamos el trapo sacando arañitas, otras aparecían quien sabe de dónde, así que doblamos todo y lo pusimos en bolsas y salimos disparados.

Insistí en entrar a Necochea, nunca imaginamos en encontrar una ciudad tan grande y tan dispar, entramos por el barrio del Hospital que no es muy lindo, pero fuimos llegando a la zona más céntrica y cuando llegamos a la costanera no lo podíamos creer, mucha estructura turística, con regios paradores en la playa y torres con vista al mar, decidimos para en un Hotel y paramos en el 3 Arroyos (2 estrellas), bien atendido.

Salimos a caminar y a almorzar y volvimos a cambiarnos, armamos las bicis y a la playa, ya que el día se había puesto fantástico, recorrimos la costanera y luego tomamos el camino del puerto y el espigón, donde encontramos una familia de Lobos marinos que hacían las delicias de montones de chicos.
Por la noche salimos a caminar y a cenar, y mientras tomábamos café, Gra me pidió seguir nuestro camino ya que si bien en menor medida, los bichitos seguían jodiendo.
Lunes 06/12/2010
Entramos a Mardel, con la idea de reencontrarnos con la parrilla “La Entrerriana”, en Camet, donde años atrás almorzamos, bueno y barato. Y sigue tal cual. Tomamos la ruta 11 y nos que la están transformando en autopista hasta Santa Clara, nosotros seguimos, nuestro destino, Villa Gesell, otro lugar de reencuentro, al que hacía más de 20 años que no visitaba.
Hugo Nacarado
09/12/2010

FIN DE SEMANA LARGO EN CONCORDIA

Eran las 11 de la mañana y me encontraba todavía en la cama, después de haber pasado una noche de perros, tosiendo y tosiendo, con un principio de neumonía, que no me permitía dormir bien, desde hacia una veintena de días, cuando sonó el celu, trayéndome a mi soñolienta realidad, era un sms de Mariana invitándonos a Concordia, para el próximo fin de semana largo del 20 de junio.
Medio lo leí, medio lo intuí, me tome otro sorbito de jarabe para la tos, me di vuelta y trate de volverme a dormir. No había pasado ni un minuto cuando vuelve a sonar el maldito celu y esta vez era Gra, que me preguntaba que me parecía la propuesta. Cometí la estupidez, pero en mi estado era presumible, de apagar el celu, sin contestar.
A las 12AM, comenzó a sonar el teléfono, con lo que equivalía a tener que correrme hasta el otro lado de la cama, para contestar, y si era Gra, que quería saber si había recibido el sms, como no le había contestado.
Gracias a los remedios, infusiones, baños de vapor, nebulizaciones y una sarta de cosas, mi tos fue mermando, y aumentando la info sobre el viaje a Concordia del cual todavía no me había decidido.
Mariana ya tenía todo arreglado, iríamos con Brújula (Fernando), su mujer (Andrea) e hija (Araceli), y un amigo (Matías), agregándose nuestro conocido Dr. Lisandro de Ciclo Aventura Los Toldos, que viajaría directo hasta Concordia y nuestra amiga Andrea, que con Mariana forman San Telmo Bikers. Mi función sería llevar las bicis de todos, mientras ellos viajaban en micro con sus bolsos.
Aunque no me había subido a una bici desde nuestra Travesía a Sierra de la Ventana, en marzo pasado, y ante la mirada insistente de Gra, accedí. Mientras me ponía a limpiar y engrasar a nuestras chicas, Mariana y Brújula sacaron los pasajes, reservaron 2 cabañas y armaron todo.


Llego el díaEl viernes 18 por la noche, nos acercamos hasta la terminal de Retiro para esperar al grupo, en la Caddy ya llevaba nuestras bicis, al rato aparecen 3 ciclistas que resultaron ser Brújula y su familia, mientras nos presentábamos y saludábamos, llegaron las San Telmo Bikers y a tiempo Matías.
Después de un tiempo los invite a desarmar sus bicis, sacándoles ambas ruedas y una a una fuimos ordenándolas en el interior de la chata.


Nos volvimos a saludar despidiéndonos, ellos para hacer tiempo y subir al micro, nosotros para volver a casa a cenar y descansar un par de horas.

Sábado 19 de junio, 04AM, ya en la chata partimos. Este era nuestro primer viaje con la Caddy llevando nuestras bicis y las de otros y la primera vez que salíamos por la panamericana y de noche. Por consecuencia NOS PASAMOS. Ibamos muy bien, mirando los carteles, encontramos la YPF justa para llenar el tanque, pero el cartel para salir y tomar la ruta por el Puente Zarate-Brazo Largo, no lo entendimos y KM después vimos el cartel de San Pedro, ósea NOS PASAMOS, en medio de la noche salimos a un camino vecinal, que nos llevo hasta una estación de servicio y luego de preguntar volvimos a la panamericana haciendo unos KM para atrás y por fin llegar al empalme. Ahora sí, subimos el puente, bajamos y después de mucha atención bajando la velocidad a 50km/h, embocamos la ruta 14, y volvimos a acelerar.
Cerca de las 10AM entrabamos a Concordia, la cabaña estaba cerca del cruce con Uruguay. Luego de unas vueltas y un llamado a los chicos volvimos a juntarnos.
Nos recibieron con mates y facturas, ellos armaron sus bicis y salieron a hacer un reconocimiento y nosotros a dormir.
Cerca de la 01PM, me despiertan para almorzar, Gra que había dormido en el viaje, había preparado polenta a la boloñesa con queso, GUAU!!!, BUENISIMA.
A eso de las 4 de la tarde, todos salimos a recorrer la costa del Lago de Salto Grande, este hermoso Lago artificial producto del embalse, para la represa del mismo nombre, en la mismísima puerta del famoso Hotel Ayuí, ahora totalmente refaccionado, tanto que hasta tiene sus propias piletas de agua termal. A su costado recién inaugurado un nuevo complejo termal, promocionado por el gobernador de Entre Ríos y financiado con fondos de la empresa Salto Grande.
Pasamos por el Museo del Complejo, pero dada la hora ya se encontraba cerrado.
Caía la tarde cuando volvimos a las cabañas y entre mates y baños nos fuimos conociendo y preparándonos para salir a cenar.
Nos repartimos entre el auto de Lisandro y la Caddy y partimos hacia el centro de Concordia, luego de unas vueltas y unas cuadras caminadas elegimos una Pizza 40, por todos los parroquianos indicada.
Ya tarde nos volvimos a dormir.




Domingo 20 de junio, 09AM, con un frío bárbaro salimos, por un camino de tierra colorá pasamos por el almacén, tomamos la Av. Dr. Capello mitad tierra, mitad asfalto destruido, saliendo a la RP15 y desembocamos en las termas de Concordia, sobre la Av. Mons. Rösch, pasamos las Termas, el Aeropuerto y el Autódromo, doblando a la izquierda por un camino de tierra con bastantes chacras para llegar hasta la Playa y Camping La Tortuga Alegre, en la desembocadura del Río Uruguay luego de salir de las turbinas, lugar cerrado en esta época del año y usado solo por los pescadores.
Con una vista hermosa, con los uruguayos ahí nomas al alcance de la mano, tomamos unos mates y recorrimos el lugar.
Más tarde nos volvimos por el mismo camino hasta una intercepción donde se encuentra la Mansión de una de las hijas de Urquiza, con el propósito de visitarla, pero nos encontramos que ésta se encontraba cercada y cerrada, vendida a una empresa privada (¿?).
Llegar hasta aquí fue un calvario para mí, mi lamentable estado dijo basta y decidí dejar el grupo.
Mientras ellos partieron para el Parque San Carlos, yo lentamente me volví al camping y a la cama.
El grupo llego al Parque recorriéndolo y llegando al Castillo San Carlos, impresionante residencia de 1888, hoy destruida, lugar donde vivió un tiempo Antoine De Saint-Exupéry el famosísimo autor de “El Principito”.



Siguió el pedaleo entrando al centro de la ciudad, hasta la Plaza 25 de mayo, donde bajaron hasta la costanera, parando a comer en un puesto de comidas rápidas, con sillas en la vereda, único lugar abierto por la hora.
Volviendo al centro pararon por la vieja estación ferroviaria por donde hoy pasa El Gran Capitán, discutido tren que viene de Buenos Aires y llega a Posadas, por sus problemas horarios y de mantenimiento.

Nuevamente volviendo a tomar la Av. Mons. Rösch, se encaminaron hacia el camping, la diferencia de velocidad de unos y otros, hizo que se separaran y dividieran, Lisandro y Mariana se cortaron solos, pararon a comprar mallas e igualmente fueron los primeros en llegar.
Ya estaba aburrido viendo caer la noche, cuando veo a lo lejos en la entrada al camping dos luces de bicis, cuando se acercan veo que solo son Lisandro y Mariana. Mientras de bajan de las bicis le pregunto por el resto y me contestan que no saben, que ellos se apuraron para ir a las termas, subieron al auto y partieron.
Paso media hora y del resto nada, le mando un sms a Gra y al rato me contesta que vienen bien pero lento, haciendo varias paradas, porque varias del grupo están cansadas y en la noche apenas si se ve. Le contesto que tenga cuidado y sigo esperando. Bastante tiempo después, llegan, cansados, muertos de frio y hambrientos. Mientras las mujeres se higienizaban con Fernando salimos a comprar la cena. Luego de unas vueltas en un súper conseguimos patys y choris.
Mientras el fuego crepaba en la oscuridad, nos calentábamos a su alrededor y decidimos hacer la cena. Cuando los choris ya estaban listos aparecieron los termales y todos juntos dimos por concluida la visita a este lindo lugar.
Lunes 21 de junio, 11AM, luego de un desayuno a puro mate con tostadas y dulce de leche, y mientras nosotros guardamos nuevamente las 8 bicis en la chata, Lisandro guardo su bici y sus bártulos, saludo y puso rumbo a Los Toldos, el resto del grupo se quedo esperando un remis que los llevaría a la terminal de micros y a Baires y nosotros partimos con rumbo a las nuevas termas, donde gozamos de un bonito lugar, todavía en construcción y luego de almorzar retornamos a casa.
Gra y Hugo
JUNIO 2010Fotos: Fernando, Mariana y Andrea