A Navarro fuimos varias veces, y el Hotel El Fortín lo conocemos
desde hace varios años, pero la nueva forma de hacer cicloturismo de Alejandro
nos pareció acertada y económica para estos tiempos y allá fuimos.
Sábado:
Nos juntamos en la YPF de Gaona y Gral. Paz, él nos llevaba
las bicis y nosotros a dos ciclistas con los que compartíamos los gastos de
nuestra camioneta.
A las 10:30 de la mañana ya estábamos en la puerta del Hotel
y aunque Ale llamó durante el viaje recién nos dieron las habitaciones a las
12hs.
Si bien ya era el mediodía nos cambiamos y partimos hacia un
pueblo llamado Las Marianas, que según decían era parecido a Tomas Jofre. Con
un viento de frente bastante molesto recorrimos los 35km. por un camino polvoriento.
Cuando llegamos nos encontramos con un poblado muy pequeño y sin ningún
restaurante y casi nada abierto. Solo un almacén de campo donde pudimos comprar
unos salames, queso, pan y unas gaseosas. No sé si era el hambre pero todo
estaba muy rico. Una heladería que nunca abrió tenía justo una mesa con 6
sillas que usamos para almorzar, luego algunos dormimos una pequeña siesta en
los bancos de la plaza. Y como ya era tarde Ale nos despertó para volver.
Yo me hacía ilusiones de volver con viento a favor, pero
Alejandro tenía otros planes y nos llevó por otro camino más largo y con más
viento en contra y mintiéndonos con las distancias. Otra vez volví a demostrar
mi total falta de estado y que no soporto hacer 50km. Tantas veces pare que el
grupo se me perdió de vista, hasta que debí aceptar que Alejandro me remolque
unos 20km hasta reencontrarnos todos en una estación de combustible, en las
afueras de la ciudad y con asfalto. Tomamos un café bien caliente y ya de noche
llegamos al Hotel. Bañados y cambiados nos fuimos a comer unas ricas
napolitanas con birra. (la mejor de la casa, napo a las 3 cebollas, uhhhhh)
Domingo:
Nanci todavía no puede pedalear mucho y se había quedado sola
en Navarro, después de desayunar decidí que yo no pedalearía hasta Lobos, que
mejor con la camio haría de apoyo y la llevaría de acompañante. Cuando salimos
de la ciudad los que pedaleaban comenzaron a sentir el viento otra vez en
contra y más fuerte, debiendo parar varias veces para recuperar energías.
Además era constante el ir y venir de vehículos por nuestro camino llenándolos
de tierra. Por fin llegamos a Empalme Lobos y costeando las vías a la estación
Lobos del tren, donde se desarrollaba una feria de las Comunidades. El señor
que fabrica cerveza artesanal, también vendía unos sándwich de Lomito de Cerdo
a la Cerveza, que casi todos compartimos.
La vuelta fue peor, con más viento en
contra y más vehículos llenando todo de tierra, parando largo rato en el
almacén de campo de Las Chacras para reponerse con algunas gaseosas bien frías.
Entrando a Navarro nos metimos en el predio donde se encuentra la réplica del
Fortín Lobos donde también se encontraba otra fiesta de las comunidades. Ya en
plaza nos sentamos a tomar unos amargos esperando que se haga la noche donde
hicimos una corta salida nocturna esta vez todos. Nuevamente limpitos volvimos
a comer más napolitanas con más birra (para mí una napo picante).
Lunes:
Citi-tur por la ciudad y luego llegamos al monolito
recordatorio donde fue fusilado Dorrego, unos 10km de tierra pero lo
encontramos cerrado, sacamos unas fotos en el Cartelón y volvimos por el mismo
camino hasta una senda que nos llevó a la laguna de Lobos donde tomamos unos
amargos, volvimos al Hotel a buscar nuestros bolsos, y partimos con rumbo a la
Choza, donde en la parrilla de Hugo algunos comimos asado y otros un platazo de
ravioles con estofado y a casa.
Hugo
OCT-2016