- A donde vamos para Carnaval???
Y trajo todo tipo de información. Al ver ese Hotel en San
Pedro y el precio de promoción, No dudamos más y reservamos una gran suite, (a
lo Calamaro).
Mientras íbamos por la Panamericana nos dimos cuenta que
muchos habían elegido el mismo camino, una fila interminable de vehículos
adelante y detrás nuestro nos hacía ir a paso de tortuga. Hasta que por fin
llegamos a Campana luego de una hora, donde muchos desvían para Entre Ríos,
cuando pasamos Zarate la ruta se limpió y pudimos llegar ya sin demoras.
El Hotel de Turismo es un viejo edificio todo reciclado,
situado sobre la barranca con una hermosa vista al Río Paraná, con jardines y
dos piletas una cubierta. Nuestra habitación orientada hacia el Rió con un
ventanal de pared a pared, nos dejaba ver la costanera y el puerto.
Era mediodía que mejor festejar nuestra llegada, con algún pescado a la parrilla.
Un cielo con nubes y resolana nos hizo ponernos las mallas y bajar al jardín. Gra fue la única que se metió en la pileta descubierta, el agua estaba muy fría, con Ceci nos fuimos a la otra, con agua caliente. Luego nos quedamos observando el horizonte mientras tomábamos unos mates, hasta que llegó la hora de cambiarse y salir a cenar. Caminando llegamos a la pizzería.
Un cielo con nubes y resolana nos hizo ponernos las mallas y bajar al jardín. Gra fue la única que se metió en la pileta descubierta, el agua estaba muy fría, con Ceci nos fuimos a la otra, con agua caliente. Luego nos quedamos observando el horizonte mientras tomábamos unos mates, hasta que llegó la hora de cambiarse y salir a cenar. Caminando llegamos a la pizzería.
Para el domingo pronosticaban lluvias, pero amaneció más
despejado, después de un desayuno frugal¿?!!, nos vestimos de ciclistas y
partimos con las bicis para hacer los 20km que nos separaban de La Vuelta de
Obligado. Fuimos eligiendo calles por donde circulaba nadie, hasta llegar a la
RP1001, nuestro camino, dejamos atrás la zona urbana y la zona de cabañas de
alquiler y comenzamos a pasar campos y arroyos con un asfalto bastante
deteriorado, alguna que otra subida y bajada, y una brisa a nuestras espaldas
que nos hacía muy rápido.
La entrada a este pueblo no se hizo esperar, a medida que
nos acercábamos al Parque Histórico Natural, veíamos lo cambiado de este lugar a
diferencia de nuestra última visita, ya hace unos años. El hecho que, nuestra
Presidenta haya puesto en valor la Batalla que allí sucedió y la reconstrucción
de dicho Parque trajo más gente y más negocios.
El lugar me pareció hermoso, el monumento con las cadenas
está muy bien logrado y el lugar se encuentra muy limpió y cuidado. No nos
pareció prudente quedarnos a tomar unos mates en ese “Campo de Honor” y luego
de las fotos bajamos hasta la costa, y al pié de las escaleras que llevan al
viejo monumento erigido por la Marina le dimos a los amargos. Luego subimos al
monumento mismo. Este lugar se encuentra muy abandonado y sucio, tras lo cual
nos fuimos a comer unas ricas pastas.
Una enorme plaza con juegos para niños, fue el lugar para
la digestión y luego bajo un Sol abrazador emprendimos el regreso, ahora, la
brisa la teníamos de frente, costo mantener el ritmo y todo parecía en subida.
Comenzamos a hacer paradas en los puentes para recargar energías. Íbamos
subiendo lentamente con Gra delante, Yo atrás y Cecilia que perdía el ritmo,
como a 150 metros, le grito a Gra que espere y en eso siento a mi costado una
vos que dice.
- Vamos a pasarlos.
Me doy vuelta y veo a Cecilia siendo “empujada” por un
ciclista rutero, que la llevo toda la subida y la dejo como a 200 metros
delante. Después conto que sintió una mano en el “hombro” y el tipo sin decir
nada que la empuja, para luego con un saludo dejarla sola allá adelante.
Y así entre risas y comentarios soeces llegamos a un
almacén donde paramos a tomar algo fresco, en eso vemos pasar al “gentil”
ciclista en sentido contrario. La ruta comenzó a llenarse de autos que también
volvían y nosotros decidimos circular por la banquina de tierra cuando ya
faltaban unos kilómetros. Entramos a la ciudad buscando una panadería y una vez
localizada nos juntamos en el jardín para tomar unos mates. Era el turno de la
parrillada.
El lunes amaneció lindo pero ventoso, por la mañana nos
quedamos en Hotel, Gra quería a toda costa meterse en la pileta de afuera, pero
el agua estaba muy fría, luego de los mates de rigor, almorzamos en el Hotel y
luego de la siesta salimos para el Citi Tour, fuimos de aquí para allá hasta
que por fin abrieron el negocio donde quería comprar unos porrones de Cerveza,
seguimos yendo de aquí para allá hasta encontrar otra panadería y otra vez al
hotel para más mates. Esta noche sería Picada con Cerveza Artesanal, en la
Cervecería Oliveira (muy rica).
Martes día de regreso, teníamos hotel hasta las 16 horas.
Estuvo lloviendo casi toda la noche, pero a medida que avanzaba la mañana se
iba despejando, otra vez Gra quería usar la pileta y con su malla nueva salió
al parque y se contuvo hasta ver a unos jóvenes que se metían y allí se fue,
mientras Ceci tomaba Sol y Yo me cubría con una sombrilla, volvió tiritando
pero feliz y así trascurrió toda la mañana, volvimos a almorzar en el hotel y
como no había más que hacer emprendimos el regreso, no sin antes hacerme parar
varias veces en el camino para hacer las comprar de último momento.
PD: Nos encontramos con un San Pedro muy bonito, con una
calle peatonal cortita pero muy concurrida, una costanera espectacular, llena
de turistas. Con cosas locas, la “vuelta al perro” la hacen entre dos calles,
van y vienen con la música a todo volumen. Una gran mayoría se moviliza en
moto, pero no va uno o dos, sino toda una familia con chicos y los cascos no
existen. Y sin festejos de carnaval, no hay comparsas ni murgas.
Hugo Nacarado
07/08/2014
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